Las familias afrontan una vuelta al cole un 13% más cara: «Septiembre está cargado de gastos»

La gratuidad de los manuales y los libros de ejercicios también la pone sobre la mesa José Manuel Torre. «El coste sube cada año, nunca baja y es un gran gasto. Puede haber cuestiones inevitables, como la ropa, pero hay otras que son más cuestionables, como el coste de los libros. No es normal pagar por los libros cuando la educación es pública y gratuita», apunta el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) de Cantabria. ¿Y cree Torre que las familias pueden gastarse en torno a 500 euros este septiembre en pertrechar a sus hijos con lo necesario para el curso? «Habrá muchas familias que seguro que se lo gastan», considera. ¿Y el coste total del curso puede estar entre los 2.500 o los 2.600 euros a los que aluden en sus informes nacionales las organizaciones de consumidores? Teniendo en cuenta el precio del comedor escolar o de las actividades extraescolares, y siempre sin perder de vista las diferencias por etapas educativas, por titularidad del centro o por territorios, «sí, es posible».

Veamos ahora casos de familias cántabras con dos o tres hijos que ya han organizado el regreso a las aulas y a las rutinas de un curso que en Cantabria contará con 175 días lectivos repartidos en cinco bimestres. «La vuelta al cole siempre está prevista, aunque sea mentalmente, pero es cierto que septiembre es un mes cargado de gastos extras que no tienes otros meses», admite Ana, madre de dos niños de 5 y 10 años que este curso comienzan 3° de Infantil y 5° de Primaria en el CEIP Marqués de Estella (Santander). Este mes «comienzan las extraescolares: inglés, fútbol... Y lo poco que has ahorrado durante el verano se esfuma con la vuelta al cole», apoya José, padre de dos escolares de 10 y 6 años, también alumnos de Primaria en un centro público. «Tienes que tener un ahorro previsto, porque no solo cuesta la vuelta a clase, sino todo el curso, entre materiales, comedores...», subraya aquí Bautista Soler.

Ana calcula que su gasto aproximado por hijo será de 250 euros. Los materiales escolares –bolígrafos, cuadernos, rotuladores y demás– tienen mucho peso en ese desembolso inicial puesto que son «bastante caros», no así los libros de texto, que esta familia adquiere en el banco de libros del colegio. «Es un recurso muy positivo: el ahorro es importante y se aportan valores como el cuidado y la responsabilidad que conllevan el buen mantenimiento de los libros por parte de los alumnos», introduce Ana a modo de reflexión.

«En nuestro caso hacemos frente a estos gastos sin que nos descuadre la economía familiar, pero es cierto que son muchísimas las familias que tienen dificultades para afrontar los gastos escolares, y hay que contar que no todas tienen el mismo número de hijos», añade. Lucía Meneses, que esta tarde de septiembre acude a la librería con sus hijos en busca del material escolar para el nuevo curso, menciona en este sentido la escasez de apoyos de la Administración a las familias numerosas. «La vuelta al cole también son las extraescolares –por ejemplo, inglés, que es una parte muy importante de su formación–, son más cosas. No hay ayudas en relación al número de hijos. Y se puede hacer un poco cuesta arriba», indica entre cuadernos y cajas de rotuladores por estrenar.

Diego, su hijo mayor, empieza este año 5º de Primaria. Volverá a trabajar en sus asignaturas con un montón de fichas, libros de texto y libretas, pero también con un pequeño ordenador portátil al que su madre se refiere como 'chromebook'. El dispositivo y sus licencias, también los chándales, serán el gasto más elevado de la vuelta al cole de una familia, que, tal y como subraya Meneses, reutiliza siempre que es posible libros, ropa o materiales por una cuestión de ahorro, pero también de conciencia medioambiental. «Los colegios tratan de ponerlo cada vez más fácil. Somos del banco de libros y rara vez tenemos que comprar alguno, solo cuadernos de actividades», expone. Y en el caso de sus hijas pequeñas, el centro les procura las mochilas hasta 2º de Primaria, además de los estuches.

¿Y cómo se organizan las familias para afrontar este gasto extra? «Cuando llega, llega. Sabemos que va a venir y lo tenemos asumido», responde María Revilla, madre de dos alumnos que empiezan este curso 2º de la ESO. Haciendo cálculos, esta familia puede llegar a superar los mil euros de gasto en septiembre. Con los 'chromebooks' comprados tiempo atrás, el desembolso más notable tiene que ver con la renovación de las licencias de las asignaturas, con los chándales o con el material escolar, donde Revilla, que suele consultar o comparar precios online, sí que ha notado más la subida de precios respecto a los que tuvo que abonar años atrás, cuando su hijo mayor estaba en etapa escolar.

¿Y de qué programas de apoyo dispone la Administración? Entre ellos figura el Banco de la Recursos, que la Consejería de Educación, FP y Universidades ha dotado con 2,4 millones de euros. El programa se organiza a razón de cien euros por alumno de 1° y 2° de Primaria y otros 30 para el resto de la etapa y también para la ESO. Además, contempla 155 euros para aquellas familias de alumnos de Primaria y Secundaria que obtengan ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional; y 50 euros por alumno de FP básica. Hay, además, 30 ayuntamientos que hacen aportaciones a este banco.