![Las familias piden a Educación que trace un «plan de refuerzo» para el próximo curso](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202004/17/media/cortadas/54634565--1248x832.jpg)
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La comunidad educativa espera instrucciones definitivas de la Consejería para cerrar este curso, consciente, además, de que el arranque del próximo curso escolar también estará marcado por las consecuencias de la crisis del Covid-19. Es casi imposible que no lo esté: este curso -que podría cerrarse a distancia, aunque la decisión le compete a Sanidad y aún no la ha tomado- está siendo anómalo, excepcional. Los contenidos del último trimestre se están reajustado para centrarse en lo esencial, la forma de evaluar se está flexibilizando, las tareas se han adaptado a la virtualidad... Entendiendo lo inédito de la situación, las asociaciones que representan a las familias del alumnado cántabro -FAPA y Concapa- coinciden en dos aspectos: en que las medidas que se tomen ahora impidan que «ningún alumno se quede atrás» o «pierda curso», y que la Consejería piense ya en la posibilidad de armar un «plan de refuerzo» escolar para el próximo año. Hoy, FAPA y Concapa podrán intercambiar impresiones con la consejera Marina Lombó (PRC) en el seno de la Mesa de Familias.
El primer paso es concluir este año escolar con garantías. Así lo expresó Lombó tras reunirse el miércoles con la ministra Isabel Celaá y con el resto de consejeros de Educación. De la Conferencia Sectorial salió un acuerdo marco que ahora cada comunidad concretará. Las instrucciones definitivas para guiar a la comunidad educativa de aquí a finales de junio llegarán estos días. Norberto García, portavoz de la Comisión Permanente de directores de Secundaria, confía en tenerlas en su poder el lunes para que la actividad lectiva tras las vacaciones de Semana Santa se rija ya por directrices definitivas, que, respetando la autonomía de centros y docentes, «marquen una uniformidad de criterios en cuanto a promoción, titulación, evaluación...».
desigualdad social
García opina que la Administración ha tomado la dirección más adecuada pues el documento del Ministerio recoge, en esencia, las propuestas que su grupo hizo a la Consejería: criterios de evaluación «coherentes» con la situación -«evaluar para el bien del alumno: esa es la clave»-, y que el avance de materia en ESO y Bachillerato se ajuste a las circunstancias, se centre en lo esencial. «Aunque con flexibilidad, hay que avanzar contenidos para que el alumnado no pierda la motivación», razonaba ayer, poco después de repartir material informático entre los bachilleres de Campoo que lo precisan para seguir las clases a distancia. Personal docente como Norberto, o la Guardia Civil, distribuyen equipos y conexiones en el valle, ejecutando así la medida de la Consejería para mitigar brechas sociales y digitales. García confía en que se cumpla el compromiso de Educación y el material llegue también a Secundaria, «y de ahí para abajo».
Las familias también ponen el foco en los hogares. Leticia Cardenal, al frente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, cree que la evaluación del tercer trimestre y el adelanto de contenidos no puede plantearse sin «tener en cuenta esa brecha», que se traduce en insuficiencia y falta de equipos o conexión, y también en falta de formación para seguir o impartir enseñanza a distancia. La situación de muchas familias ha empeorado a causa de la crisis, añade José Manuel Torre, secretario de FAPA, y ese es un factor determinante.
fapa
Esa brecha ha llevado a FAPA a cuestionar el avance de materia en el último trimestre y la evaluación de ese tramo lectivo. También censura que se hable de 'aprobado general': «No nos gusta el término, es despectivo. En la primera y segunda evaluaciones se ha trabajado y hay que valorarlo», dice Cardenal, para quien las calificaciones finales revelarán el esfuerzo del alumnado.
Las medidas de la Consejería, añade, han de aplicarse sin perder de vista una meta: «Que no se deje atrás a ningún alumno». La meta, entiende FAPA, ha de mantenerse el curso próximo. ¿Cómo? Aligerando currículos académicos -y no sólo como medida ante esta crisis, sino como medida estructural-, la apuesta por infraestructuras y plantillas, y un «plan de refuerzo».
concapa
También a la Concapa llegan estos días las dudas de las familias: «En 4º de ESO y 2º de Bachillerato es donde más tienen», indica Mónica Haro, su titular. Haro cree que el primer trimestre del próximo curso será crucial para recuperar los contenidos que ahora queden postergados. «Y por eso hay que trabajarlo desde ya, hacer un plan de refuerzo importante. Tendrá que ser muy individualizado», expone. Concapa es partidaria de avanzar contenidos y evaluar el «esfuerzo» -distinguiendo entre Primaria, ESO o Bachillerato-, pero entendiendo que esa repetición de curso excepcional permitirá salvar «situaciones complicadas en la familias».
Norberto García también augura un arranque reajustado del próximo curso: «Los currículum se tendrán que retocar, empezar por lo que no se ha impartido este año... Compensar el trabajo que no se haya llegado a hacer. Habrá trabajo de refuerzo».
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