Un cumpleaños de dos días y una quedada de nueve jóvenes en casa provocan dos importantes brotes

A la directora de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, Paloma Navas, solo le ha faltado decir eso de que 'se pilla antes a un mentiroso que a un cojo'. Y es que en uno de los dos «importantes» brotes detectados en los últimos días en Cantabria, una persona que estuvo en contacto con un positivo ocultó este hecho para no tener que guardar cuarentena y faltar a su puesto de trabajo. Al final, se le complicaron los síntomas, acabó ingresada en el hospital y no le quedó más remedio.

«No merece la pena ocultar la información porque siempre se acaba descubriendo la verdad. La labor y el deber de colaboración es máximo para toda la ciudadanía», ha dicho Navas para referirse al brote originado en un nucleo familiar cuyo origen es una madre asintomática que contagia a sus dos hijos con los que convive. Uno de ellos organiza una quedada en casa con ocho amigos: tres acaban contrayendo el virus y se oculta la asistencia de un noveno compañero porque piensa que la cuarentena le va a perjudicar laboralmente. Según Navas, esta persona que pidió no entrar en la lista de contactos acabó desarrollando síntomas muy graves y tuvo que ser ingresado. Este brote, que continuó extendiéndose, se ha saldado con 14 positivos, 19 personas en cuarentena domiciliaria y dos hospitalizados.

El segundo brote se origina en un cumpleaños que dura dos días. Un hombre decide celebrar una fiesta en su casa, con after incluido, y 48 horas después -«con síntomas muy sutiles», según Navas- acude a jugar una pachanga de fútbol con amigos. El resultado: diez personas contagiadas por covid y 53 en cuarentena domiciliaria.

El Gobierno insiste: «No es momento para fiestas, ahora toca limitar el contacto social».