¿Quién filtró que Ciudadanos quería un iPhone 8 y una silla ergonómica?

El Parlamento de Cantabria busca a un filtrador en su casa. Alguien que se ha atrevido a airear un documento oficial de uno de sus grupos, en este caso el de Ciudadanos, en el que se solicitaba diverso material para desarrollar sus tareas parlamentarias. ¿Qué pedía Cs? Una silla ergonómica para su portavoz, Félix Álvarez, y un móvil iPhone 8 para la diputada Marta García. Así que el filtrador no ha desaprovechado la oportunidad y la solicitud ha acabado en las redes sociales con el fin de «poner en tela de juicio la honradez de mi grupo parlamentario». El entrecomillado es del líder de la formación naranja, que ayer ofreció una rueda de prensa en la que solicitó al presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, una investigación de lo sucedido y, de paso, una declaración en la que se confirme que las peticiones del grupo parlamentario «se ajustan a las necesidades básicas para poder desarrollar el trabajo de los diputados». Dicho y hecho. Una hora después, el Parlamento dio a conocer que sus servicios jurídicos han iniciado las indagaciones oportunas para esclarecer el origen de la filtración, es decir, «desde qué ordenador del Parlamento se ha impreso el documento».

Como pedía Ciudadanos, el presidente de la Cámara dejó claro también que las peticiones de material de trabajo solicitadas por los grupos parlamentarios no difieren de las registradas en anteriores legislaturas. Y para aquellos que duden de la «honorabilidad» de la petición, el Parlamento asegura que estas «se circunscriben a demandas razonables de material, equipamiento o enseres necesarios para el desarrollo de las tareas parlamentarias y son las mismas para todos los grupos».

Y ese precisamente es uno de los argumentos que Álvarez defendió ayer en su comparencia pública. El portavoz parlamentario recordó que todos los grupos han solicitado equipamiento informático, material de oficina, mobiliario y otros elementos para realizar su trabajo «en unas mínimas condiciones», entre los que figuran teléfonos móviles que se devuelven al término de la legislatura. Sin embargo, en el caso de Cs, el documento, que fue registrado siguiendo el protocolo habitual, fue filtrado desde el propio Parlamento, lo que permitió descubrir el contenido de su petición. Una maniobra que Álvarez calificó de «mafiosa» y que, insistió, «no tiene otro objetivo que dañar la imagen de la formación a un mes de las elecciones generales».

«Hay ciertos comportamientos que, si obviamos, convierten esto en la jungla», enfatizó el portavoz de la formación liberal, que también se refirió al responsable de la filtración al afirmar que «si estas personas son capaces de utilizar estos métodos para captar un puñado de votos, ¿qué no harán cuando lleguen a puestos de poder?».

En este sentido, reconoció que está «absolutamente seguro» de saber quién ha sido el responsable de la filtración «con el objetivo de dañar mi imagen». Lo único que ha revelado es que se trata «de un subversivo de algún grupo parlamentario», dijo. El líder de Cs también recordó la campaña «indecente» que sufrió él en las elecciones de 2015, cuando circularon a través de las redes sociales y WhatsApp «vídeos manipulados» y de su pasado con el fin de «dañar» su imagen.

Álvarez subrayó que el Parlamento es «el más austero del país» y se mostró «firmemente comprometido» con la transparencia y el control de gastos.