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El PSOE cántabro está sufriendo un goteo constante de bajas de concejales y cabezas de lista municipales durante este primer año de legislatura. Solo la semana pasada se produjeron dos salidas importantes, en Polanco y Potes, que se unen a una lista con dimisiones ... en Laredo, Piélagos, Arredondo, Cayón, Peñarrubia y Bezana. La mayoría de ellas se justifican oficialmente por «razones laborales y personales», pero también existe en numerosas agrupaciones locales un sentimiento de desapego con la dirección del partido, acentuado tras la pérdida del Gobierno el año pasado. Sin embargo, la secretaria de Organización, Noelia Cobo, niega este extremo: «No me consta que exista esa desafección con el proyecto regional del PSOE, al menos a mí no me la han transmitido. Si fuera así, no lo iba a negar, pero no es el caso».
Los socialistas cántabros retrocedieron una década en las últimas elecciones municipales. Tras los buenos resultados cosechados en 2019, la caída del año pasado devolvió al PSOE a las cifras electorales que manejaba hace diez años: de 223 concejales pasó a 197, con una reducción de dos puntos (22,5%) en los votos totales. Solo ganó en 15 de los 102 ayuntamientos de la región, es decir, la mitad que el PRC y una tercera parte que el PP.
Laredo: Charo Losa
Polanco: Gonzalo Fernández
Potes: Josu Velarde
Sta Mº de Cayón: Rafael Morales
Piélagos: Roberto Ruiz
Peñarrubia: Ana Lisa Dosal
Arredondo: María Teresa Martínez y Ramón Martínez
Bezana: Óscar Varela
El caso más llamativo de fuga de concejales se produjo en Arredondo. Toda la lista socialista, formada por cinco candidatos y dos suplentes, dimitió en bloque tras conocer el resultado electoral, que les dejaba con solo dos ediles, uno menos respecto a la anterior legislatura. La dirección del PSOE tardó ocho meses en suplir a una de ellas, María Teresa Martínez, con un candidato de otro municipio distinto: Lucas Mier, de Riotuerto. El segundo acta todavía no ha conseguido suplirla, pero Cobo confirmó a este periódico que lo hará en breve con otro vecino, también, de Riotuerto, al no encontrar a nadie para hacerlo en Arredondo.
La semana pasada fue especialmente turbulenta en salidas. En Potes, Josu Velarde, el único concejal del PSOE en el Ayuntamiento, que no había acudido ni a un solo pleno durante la legislatura, presentó su dimisión mediante un correo electrónico breve en el que no explicaba las razones de su marcha. Después ya aclaró que se debía a la incompatibilidad con su trabajo al frente del negocio familiar de hostelería en Camaleño. Una razón muy similar a la esgrimida por Gonzalo Fernández, concejal y número uno del PSOE de Polanco. «Tengo un trabajo nuevo fijo por la mañanas y la alcaldesa no quiere cambiar los horarios de los plenos extraordinarios para facilitar nuestra asistencia, así que dejo el acta por responsabilidad», señaló.
También habrá cambios en Piélagos a medio plazo. Tras la reciente marcha del histórico edil Roberto Ruiz, la exalcaldesa Verónica Samperio dejará la Portavocía del PSOE en el Ayuntamiento por «razones personales», pero no su acta ni el liderazgo del partido en el municipio.
Samperio es una de las dirigentes socialistas críticas por cómo se ha manejado el partido en los últimos tiempos. De hecho, ya el año pasado estuvo a punto de dejar la agrupación local y el acta, pero sus compañeros en Piélagos la convencieron para quedarse. Tampoco ayudó el enfrentamiento con la dirección de Pablo Zuloaga cuando quiso nombrar a Dolores Gorostiaga con un cargo honorífico, como presidenta, en el PSOE de Piélagos.
Noelia Cobo
Secretaria de Organización PSOE
Verónica Samperio
Portavoz PSOE en Piélagos
«A mí no se me olvida todo lo que ha pasado. Soy una persona muy leal y en este partido se han hecho muchas cosas de espaldas. Ya avisé hace tiempo que muchos que se unieron iban a acabar matándose entre ellos, y lo empiezo a ver ahora», señaló Samperio, quien también pidió coherencia a los dirigentes socialistas: «Mientras se comía del pesebre aquí no se movía nadie. Y ahora que no estamos en el Gobierno, sí hay movimiento. Tenemos que ser coherentes».
No son las únicas quejas que llegan de las agrupaciones locales. En muchas de ellas no gusta nada que el secretario de política territorial, Secundino Caso, aglutine los cargos de senador y alcalde de Peñarrubia. Sobre todo, cuando los estatutos del partido declaran incompatible acumular dos cargos de elección directa. Y es a él, precisamente, al que señalan como responsable de las fugas de concejales, la mala confección de las listas y que no se gobierne en coalición en ayuntamientos como Cabezón de la Sal o Molledo. Caso sí quiso delegar en su momento la Alcaldía en una concejala de Peñarrubia, Ana Lisa Dosal, pero ésta dimitió y dejó su acta.
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