![Los ganaderos de Cantabria han sufrido cuatro mil ataques de lobos en cinco años](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202109/26/media/cortadas/67869323-ktMD--1248x718@Diario%20Montanes.jpg)
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NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Santander
Domingo, 26 de septiembre 2021, 07:35
La 'batalla' del lobo que libran el Gobierno central y las comunidades autónomas avecindadas al norte del Duero -Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria-, lid que va camino de desplazarse a los tribunales tras la polémica decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de ... incluir al lobo ibérico en la lista de especies protegidas en contra del parecer de las regiones donde éste se asienta, está siendo observada con preocupación por el sector ganadero, que en estos últimos cinco años, los que llevan de 2016 a 2020, ha sufrido casi cuatro mil ataques a sus cabañas.
Esa es la cifra resultante del recuento que la Dirección General del Medio Natural ha realizado para intentar acreditar ante el Gobierno de Pedro Sánchez que la decisión de su vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera, de elevar la protección del lobo es «un grave error».
De acuerdo con sus números, que refresca a cada momento, en Cantabria se han registrado un total de 3.959 ataques de lobos a lo largo del último lustro. La media es muy significativa. Son más de dos ataques diarios, algunos de ellos en lugares donde la presencia de esta especie era un fenómeno desconocido. A saber, 569 en 2016; 628 en 2017; 664 en 2018; 1.068 en 2019; y 1.030 en 2020.
Que el número de ataques contabilizados se haya disparado durante los dos últimos años -rebasan el millar en ambos casos- en relación con los tres anteriores -no llegan a los 700 en ninguno-, no significa que se haya producido una mayor actividad lobera en la región.
«Hasta el año 2019, el Gobierno de Cantabria tan solo contabilizaba los ataques registrados dentro de la Reserva del Saja», que era la superficie a la que estaban acotadas sus obligaciones para con los ganaderos perjudicados por los daños ocasionados por los lobos.
«Pero desde el año 2019, coincidiendo con la llegada a la Consejería de Guillermo Blanco, y ante el gran aumento de los ataques detectados en otras zonas, el Ejecutivo autonómico decidió contabilizarlos todos», asumiendo, además de las cifras, las consecuencias económicas.
TRIBUNALES
ABRIL DE 2019
SEPTIEMBRE DE 2021
Esos 3.959 ataques conocidos -se han producido otros que no han podido ser atestiguados- han provocado la muerte de hasta 10.407 cabezas de ganado bovino, caprino, equino y ovino. Eso son unas dos mil reses al año. 1.859 en 2016; 1.899 en 2017; 2.153 en 2018 y 1.939 en 2020. Por la muerte de esos animales, el Gobierno de Cantabria ha desembolsado 1.289.409,99 euros repartiendo entre los afectados en torno a 240.000 euros anuales aproximadamente en concepto de indemnizaciones.
Para reducir el número de ataques y, en consecuencia, minimizar los perjuicios económicos, el Ejecutivo autonómico alumbró en abril de 2019 el denominado Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, herramienta que viene defendiendo a capa y espada como la única posible para conseguir el ansiado equilibrio entre el lobo y la actividad ganadera y a través de la cual ha canalizado el control poblacional de la especie.
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De ese instrumento se ha servido para abatir 36 ejemplares en 2020 y 41 en 2019. A esta cifra, 77, hay que sumar el sacrificio de otros 27 animales en 2018, de 13 en 2017 y de 28 en 2016, de manera que entre 2016 y 2020 se cazaron un total de 145 lobos. El número se eleva hasta los 150 si se incluyen los cinco ejemplares abatidos en lo que va de 2021, año en el que se ha previsto el sacrificio de 34.
Con la anuencia de los ganaderos, a quienes ese plan de gestión hace sentirse protegidos frente a la amenaza que entraña el lobo, la Administración autonómica ha venido desplegando una estrategia de control de la especie aplicada en todas las comunidades loberas al norte del Duero hasta que, el martes, el Ministerio para la Transición Ecológica se cruzó en su camino.
Ese día, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba una orden ministerial que incorpora al lobo ibérico al Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, el Lespre, decisión que lleva implícita la prohibición de ejercer su caza y que entró en vigor al día siguiente, miércoles, para echar abajo un Plan de Gestión del Lobo al que el Gobierno de Cantabria ya ha avisado que no va a renunciar tan fácilmente.
Firmada por Teresa Ribera, ministra y vicepresidenta cuarta del Gobierno de Pedro Sánchez, esa orden solo autoriza la captura y extracción de ejemplares en casos muy determinados y siempre bajo la supervisión del propio Ministerio.
En concreto, explica la orden, «cuando no exista otra solución satisfactoria, esto es, cuando se haya demostrado que se han aplicado adecuadamente por parte de las explotaciones afectadas medidas preventivas o de protección del ganado y estas hayan resultado ineficaces, teniendo para ello en cuenta el catálogo de medidas de protección del ganado ante eventos de depredación del lobo publicado por el Ministerio, así como otras medidas de protección que hayan sido previamente valoradas favorablemente por la comunidad autónoma o para las cuales se disponga de una evidencia científica sobre su efectividad».
Y, también, «cuando se justifique con el mejor conocimiento disponible que la medida de captura y extracción de ejemplares no afecta negativamente al estado de conservación favorable de la especie».
Esta decisión, que Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria van a recurrir ante los tribunales por considerarla una medida «ideológica» y «acientífica», no solo ha puesto en pie de guerra a estas cuatro comunidades sino también a las principales organizaciones agrarias del país, que entienden que el decaimiento de los planes de gestión autonómicos que venían manteniendo al lobo ibérico a raya va a colocar al borde mismo del abismo al sector de la ganadería extensiva de todo el norte de España. Ello, si no lo impiden los tribunales de justicia, hasta donde el Gobierno central y las comunidades autónomas perjudicadas van a trasladar el campo de la 'batalla' del lobo.
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