Garicano: «Ciudadanos seguirá vivo porque el centro político es necesario en España»

–Los acontecimientos se han precipitado y hay quien ya quiere enterrar a Ciudadanos. ¿Cree que su partido seguirá vivo cuando acabe su mandato como eurodiputado?

–Sí, el centro político es muy importante en España, un país que camina constantemente hacia la polarización y en el que mejor se vive de todos en los que he residido. Pero tenemos un problema con nuestro sistema político y es uno de los asuntos que más preocupa a la ciudadanía. Eso demuestra que necesitamos una política de centro abierta, tolerante... Y cuando un producto es necesario va a tener que estar ahí.

–¿Qué ha pasado en los dos últimos dos años para pasar de disputar la victoria electoral a luchar por conseguir escaño en las autonómicas madrileñas?

–Es indudable que se han cometido errores muy graves. Creo que en política lo más importante es ser útil. La gente no vota a un partido para expresar una opinión, vota para que ese partido haga cosas. La gente ha tenido dudas sobre si Ciudadanos era útil, ese ha sido el gran problema. Tenemos que ser útiles.

–¿Cree que finalmente Edmundo Bal pasará la barrera del 5%?

–Sí, es un gran candidato. Es una persona con una integridad a prueba de bomba y extremadamente trabajadora, un tipo brillante y representa lo que tiene que ser un político de centro en España: mérito, capacidad y carrera profesional fuera de la política.

–Cantabria es uno de los pocos territorios en los que Cs pacta medidas con un Gobierno que no es del PP. ¿Los electores premiarán esta labor?

–Sí. Ciudadanos está haciendo un trabajo de ayuda para que las medidas que toma el Gobierno sean las mejores para modernizar la economía cántabra. Tenemos claro que no se trata sólo de turismo, de que Cantabria es un sitio maravilloso para vivir (que lo es), sino que además hay que invertir en los cántabros, en el talento, la formación...

–En Cantabria, los cargos públicos de Cs dicen que aún nadie del PP ha llamado a su puerta para que cambien de carné. ¿A usted le han tentado?

–No, y si mi tentaran no tendrían ninguna posibilidad.

–¿Qué opina de la marcha de Toni Cantó?

–Merece todo mi respeto el que cualquier persona decida la opción que quiera. Lo que no habría estado bien es que se hubiera quedado con el escaño, pero no lo ha hecho.

–Dígame. ¿Cuántas personas de su partido le han dicho en las últimas semanas: 'si esto sigue así, lo dejo'?

–No me lo ha dicho nadie. A lo mejor se lo dicen a otras personas, pero a mí no.

–Usted fue de los cargos más críticos con la política de pactos sólo con la derecha tras las últimas autonómicas. ¿Está ahí parte de los males de Ciudadanos?

–En verano de 2019 se tomaron muchas decisiones que no eran acertadas. Un partido de centro tiene que demostrar su consistencia, que no se basa en que siempre votes a la misma coalición, sino en que defiendas las mismas ideas. Y Ciudadanos está construido sobre tres ideas claves: modernizar (el país, la economía, la educación), regenerar (acabar con la corrupción) e igualdad entre los españoles. Si siempre defiendes esas tres ideas nadie puede dudar de tu coherencia, independientemente de si en un momento tienes que pactar con uno o con otro. Eso es normal en una democracia moderna europea. Hay que pactar con quien sea mejor para cada momento.

–¿Se arrepiente de haber renunciado a entrar en la directiva de Inés Arrimadas para intentar poner remedio a esta deriva?

–No.

–Cantabria fía gran parte de su recuperación a la llegada de los fondos europeos. ¿Qué dicen en Bruselas?

–Mientras Europa no emita bonos no podemos empezar a distribuir el dinero. Se puede producir un retraso serio, de incluso seis u ocho meses. Los fondos europeos están bajo la lupa y eso requiere que el Gobierno de España haga las cosas bien y el rescate a Plus Ultra no es un buen ejemplo.

–¿Se están enfocando bien estos fondos para impulsar el crecimiento y el empleo?

–Creo que no. Me preocupan dos cosas. Una, que el Gobierno no está contando con las comunidades autónomas, va a tomar las decisiones de una manera muy unilateral y jerárquica. Y dos, que tampoco está contando con la sociedad civil, ni las pequeñas empresas, ni los autónomos, ni la mayoría de los emprendedores españoles. Nadie tiene ni idea de cómo funciona este dinero, quién lo va a recibir. Da la sensación de que sólo lo van a recibir los amiguetes de Moncloa.

–Bruselas pide cambios estructurales, ¿qué tendría que hacer Cantabria en este sentido?

–En mi opinión, el gran problema de España siempre ha sido que las inversiones no se hacen en personas sino en cosas, como carreteras. Todo lo que es inaugurable. Pero hay que invertir en educación, formación dual, universidades, investigación... Todo eso es lo que realmente hace falta para transformar una sociedad.

–La última vez que estuvo aquí dijo que Cantabria tenía que potenciar la marca de destino seguro y tuvo uno de los mejores veranos de su historia en recepción de turistas. ¿Cómo cree que se presenta este verano?

–Espero que muy bien. Dependerá de que alcancemos altos niveles de vacunación, espero que sea en julio y no en septiembre. Todo el mundo está harto de los confinamientos y quiere unas vacaciones inolvidables. Y creo que Cantabria de nuevo va a beneficiarse de ello.