«La gente se está volcando con la Gran Recogida»

«La gente se está volcando desde primera hora de la mañana. No sabíamos cómo iba a respirar la campaña este año, pero hemos comprobado que la gente se implica cuando hay crisis, poniéndose en el lugar de los más vulnerables», señalaba ayer María Calvo, una de las coordinadoras del proyecto en la región.

Y al ritmo al que los cántabros contribuyen con sus aportaciones, las cajas del Banco de Alimentos se van llenando rápido. Hoy llegará el primer camión al almacén de la entidad en Tanos para descargar lotes de variados productos. Empezarán a dar forma a unas baldas más vacías que nunca con las que ayudar a los más necesitados a afrontar el invierno.

Noticia Relacionada

«Hace falta de todo, tenemos el almacén vacío»

Laura Fonquernie

«Ojalá lleguemos a los 170.000 euros que se lograron recaudar en Cantabria en la anterior edición. Las primeras impresiones de la junta directiva de la organización en un recorrido por los supermercados han sido muy buenas», continuó Calvo. Y es que, aparte de recogida física de productos, la iniciativa contempla además donaciones económicas.

«Pasta, macarrones, aceite... He colaborado con lo que puedo y estoy encantada de poder hacerlo», relataba una ciudadana –que quiso mantenerse en el anonimato– tras realizar su donación.

La campaña también ha cumplido con otro objetivo: llegar al millar de voluntarios para afrontar la Gran Recogida. «Esta figura es muy importante, tanto para la clasificación de alimentos, como para motivar a los ciudadanos que acuden al supermercado. Les explican en qué consisten las donaciones y cómo pueden colaborar», apuntó Antonio Soler, secretario del Banco de Alimentos.

Violenta Sarbu y Tachari Amore son dos de las voluntarias que ayer cubrieron el turno de primera hora de la mañana en el Lupa de la S-20, en Santander. «Somos compañeras de estudios y nos gusta colaborar con este tipo de causas de carácter social y aportar nuestro granito de arena. Cuanta más gente eche una mano, los turnos son más llevaderos», explicaron. Otra voluntaria, Valentina Freddi, detalló que hay dos formas de participar: «Una es aportando kilos de alimentos 'in situ' y la otra, mediante donaciones económicas en la caja, que después el Banco de Alimentos convierte en un crédito para canjear en los supermercados por productos. Normalmente, la gente prefiere la primera opción».