El Gobierno asegura que la prohibición de fumar en terrazas «ya no tenía cobertura jurídica»

Aplaudida por los hosteleros, como era de esperar, esta medida podría dar la vuelta una vez que se apruebe la nueva ley antitabaco que tramita el Gobierno central, y que en un borrador incluía la prohibición de fumar en terrazas y en los coches. Si bien hace unos días, las asociaciones han reclamado a la ministra Carolina Darias que mantenga esa idea inicial ante los rumores de que podría rebajarse.

A la espera de esa nueva normativa, la hostelería cántabra manifestó ayer su «satisfacción» ante una medida que, según apuntó el presidente del colectivo, Ángel Cuevas, llevábamos reclamando desde hace año y medio. «Nos parece muy bien la decisión y estamos satisfechos porque entendemos que fumar en las terrazas al aire libre no perjudica». Cuevas quiso dejar claro que han contribuido a que «esto se consiga» porque «hemos empujado del carro». «Nuestra insistencia y nuestro trabajo han dado sus frutos», insistió.

En los últimos meses, los hosteleros cántabros se sentían «ninguneados» porque en algunas comunidades autónomas sí estaba permitido fumar en las terrazas. «Además, muchas veces se han sacado las cosas de quicio», lamenta el presidente del colectivo, al tiempo que asegura que «en la mayoría de negocios se ha respetado la norma durante los dos años que ha estado vigente. Siempre decimos que las leyes debemos cumplirlas, nos gusten o no». Precisamente respecto al cumplimiento de la normativa, la Consejería de Sanidad informó ayer a El Diario Montañés que, desde su entrada en vigor, se han interpuesto 301 propuestas de sanción por incumplimiento de esta medida adoptada frente al covid y otras 133 por vulnerar la ley antitabaco, es decir, por fumar o permitir hacerlo en lugares en los que está prohibido.

También a la Unión de Consumidores de Cantabria le parece «bien» la decisión adoptada por el Ejecutivo regional, «ya que sabemos que en la mayoría de comunidades autónomas han quitado esta misma prohibición», según apunta el portavoz de este colectivo, Francisco Bautista. «Confiamos en las autoridades sanitarias porque son los que mejor conocen la situación, pero hay que tener precaución y si las circunstancias cambian pues habrá que volver a implementar estas restricciones», añade.

Dentro de esas autoridades sanitarias se encuentra Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que no ve «ningún problema» en la medida derogada por el Gobierno cántabro, ya que era «residual». «En este momento se ha controlado la incidencia y la circulación del virus, parece que el pico está cayendo y que vamos a ir reduciendo la presión hospitalaria», sostiene.

López Hoyos entiende que «hay que seguir con la vigilancia de la evolución y con las medidas de salud pública, pero, en principio, esa medida tampoco aportaba mucho. El poder fumar en los exteriores de los bares se puede manejar». «Al final hay que mantener la mascarilla en centros sanitarios, sociosanitarios y transporte público por la mala ventilación», recuerda. En la misma línea se manifiestó la secretaria de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Carmen Cámara, en la UIMP, donde opinó que el hecho de que se vuelva a permitir en Cantabria fumar en las terrazas de los negocios de hostelería no va a tener una «gran repercusión» en la propagación del covid y en el aumento de casos.

Sin embargo, la decisión de Sanidad tiene su trascendencia desde el punto de vista de la salud pública ya que supone un «paso atrás» en las medidas que defienden a las personas que no fuman. Al menos así lo considera el neumólogo de Valdecilla Carlos Amado, que además es vocal del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio. «El fumador pasivo tiene más riesgo de infecciones respiratorias y patologías malignas como el cáncer de pulmón. De ahí que haya que evitar la exposición al humo en cualquier espacio, no solo para evitar el contagio de covid, sino de otros virus», añade Amado, que cree que la medida acordada ahora es «pésima para la salud».

Y aunque el Gobierno cántabro no quiso reconocer este hecho, al menos de puertas para afuera, el vicepresidente Pablo Zuloaga aseguró en una comparecencia que Sanidad se ha visto obligada a «tomar las decisiones en base al ordenamiento jurídico español». Tras afirmar que «nadie duda que fumar es malo», apuntó que, «lamentablemente», durante la gestión de la pandemia se han tomado muchas decisiones «absolutamente necesarias para proteger la vida de las personas» que han tenido un resultado judicial «incierto». En este sentido, insistió en que el ordenamiento jurídico español permite «llegar hasta donde se puede llegar», y que el marco legal actual no le da a la Consejería de Sanidad «la cobertura jurídica suficiente para desarrollar otras medidas». De ahí que apeló a la responsabilidad personal.

También el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que en mayo del pasado año fue 'pillado' por un grupo de hosteleros fumando en una terraza, se vio en la obligación de pronunciarse al respecto, aunque echó balones fuera. «Las medidas sanitarias las toma Sanidad, tendrán sus razones y su justificación para tomarlas», aseveró.

Cuando la Consejería de Sanidad prohibió el pasado 15 de agosto de 2020 fumar en las terrazas se refería a las más habituales y tradicionales, las que están abiertas al aire libre. Sin embargo, desde el departamento que dirige Raúl Pesquera recordaron que la Ley 28/2005 no permite el consumo de tabaco en una serie de tipologías de terrazas como las exteriores completamente cubiertas con cuatro paramentos y techo, las exteriores con tres paramentos y techo, las terrazas con paramentos continuos y discontinuos con techo, y las retranqueadas en el interior con tres paramentos y techo.