Gobierno y ayuntamientos piden a los ciudadanos un «consumo responsable» de agua por la sequía

Más de veinte municipios de Cantabria han sufrido alguna incidencia relacionada con el suministro de agua durante los meses de julio y agosto. Algunos, como Miera, Santiurde de Reinosa, Vega de Pas, Valderredible, Luena, Rasines y Soba, han requerido el auxilio del 112 para rellenar sus depósitos de agua por problemas de sequía. En otros casos, los camiones cisterna del servicio de emergencia han tenido que acudir como consecuencia de averías, a menudo también provocadas por la escasez de agua, que pone a prueba los equipos de bombeo y las infraestructuras. Otros ayuntamientos, como Cartes, Villacarriedo y san Felices de Buelna, han realizado llamamientos para que sus vecinos se abstengan de rellenar piscinas y regar jardines mientras el nivel de agua se encuentre bajo mínimos. En localidades turísticas como Laredo y San Vicente de la Barquera, donde la población se multiplica durante el verano y, con ella, el consumo de agua, se ha procedido a cortar el suministro en fuentes y duchas públicas.

Gochicoa explicó que no se han producido cortes de agua en los municipios conectados a la gran red de distribución que constituyen el bitrasvase del Ebro, que cruza la región de norte a sur -y que desde el 1 de julio surte a toda la zona de la bahía con agua del pantano-, y la Autovía del Agua, que discurre, paralela a la costa, de oeste a este -y se alimenta, principalmente, de los caudales del Deva y el Saja-. Cantabria dispone, además, de una veintena de planes autonómicos, con captaciones de agua de distinto tipo (de ríos, sondas, manantiales, etc.), que llevan el agua a estaciones de potabilización del Gobierno regional, y de ahí se distribuye a las zonas que cubren.

«Cuando algún municipio no conectado a la red autonómica tiene algún problema, permitimos que los bomberos, el camión cisterna del ayuntamiento o la motobomba de Ganadería, puedan ir a un depósito de agua de nuestra competencia para suministrar a los pueblos. Se trata de dar facilidades».

Esta misma semana, las Confederaciones Hidrográficas del Cantábrico y del Ebro han autorizado también, de manera «excepcional», a los ganaderos a coger agua de los ríos, después de un mes de julio que ha sido el más seco de los últimos 61 años, y en un verano en que se están encadenando olas de calor.

Por su parte, el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, anunció que su departamento estudiará la posibilidad de poner en marcha una línea de ayudas económicas para paliar los efectos de la sequía en el sector primario, tras mantener una reunión con representantes de las organizaciones profesionales agrarias, que le han trasladado su preocupación principalmente por el impacto de la falta de agua en la producción de forraje.