Secciones
Servicios
Destacamos
El Gobierno regional admite que está «preocupado» con la situación derivada de las vueltas que el vuelo matinal de los lunes de Ryanair procedente de Barcelona da sobre la zona oriental de la región esperando a que el aeropuerto Seve Ballesteros abra para poder aterrizar ... a primera hora. Por esta razón ya ha solicitado a Ryanair que busque la posibilidad de acabar con estos «minutos adicionales de vuelo» del ya conocido como 'el avión de las mil vueltas'. Así lo han explicado la consejera de Turismo, Marina Lombó, y el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, quien señala que el Ejecutivo quiere buscar una solución que evite el sobrevuelo innecesario y, por tanto, la emisión a la atmósfera de unas 2,5 toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2).
En este sentido, para la consejera de Turismo –departamento habitual de comunicación entre el Gobierno y la compañía–, es preciso entender que junto al «lógico» argumento medioambiental, que «preocupa a todos», existe otro de corte económico para la propia compañía.
«Ryanair no tiene ningún interés en quemar combustible adicional porque supone un coste económico que ninguna empresa quiere», ha razonado la consejera, para quien la explicación a esta situación está en la complejidad de la propia operativa interna de las compañías aéreas y los aeropuertos.
Lombó ha explicado que Ryanair sale tan pronto del aeropuerto de El Prat porque es cuando tiene contratado el 'slot' –espacio temporal para el despegue o aterrizaje–, aun sabiendo que el aeropuerto Seve Ballesteros opera a partir de las 07.30 horas. Para la consejera lo ideal sería que surgiese una posibilidad de encontrar un 'slot' vacante algo más tarde y esta es la opción que desde la Consejería de Turismo se ha trasladado a la compañía aeronáutica.
«Como Gobierno estamos preocupados con lo que ocurre y esperamos que se tomen medias», ha señalado también el responsable de Medio Ambiente, quien apunta que no quieren que «estén 20 minutos contaminando y ellos tendrán que remediar esa situación, por su propio bien también», en alusión al coste económico extra del que hablaba Marina Lombó.
Ryanair sigue sin dar su propia explicación o posibles alternativas ante esta situación que desveló la pasada semana este periódico. La única reacción ha sido que el vuelo del pasado lunes redujo su velocidad con lo que el tiempo de espera sobre el espacio aéreo cántabro fue menor.
De esta manera, frente a una velocidad habitual de 690 kilómetros por hora (según Amigos de Parayas), el aparato no pasó de los 620. El resultado fue que no necesitó dar tantas vueltas, pero no pudo dejar de dar al menos una.
Los horarios y los 'slots' se fijan al inicio de cada temporada. El horario del aeropuerto cántabro es el mismo desde hace tiempo, por lo que, según ya ha resaltado AENA, Ryanair sabía que si salía a las 06.10 horas de Barcelona le iba a sobrar tiempo antes de que el Seve Ballesteros abriera. Cambiar los 'slots' a media temporada es complicado. El actual termina a finales de marzo.
El vuelo
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.