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Galicia, Asturias y Castilla y León han creado un frente común con el que reivindicar al Estado inversiones para que el corredor ferroviario del Noroeste no quede rezagado respecto al Mediterráneo, que el Ministerio se ha comprometido a tener finalizado en 2026. Los presidentes ... autonómicos están dispuestos a dar una batalla en la que Cantabria no se siente involucrada. De hecho, el Ejecutivo confirmó ayer que renuncia a gastar esfuerzos en ese ámbito para centrarse en lo que ve prioritario: el AVE a Madrid, cuyas primeros tramos en tierras palentinas están ya en obras, y el tren rápido entre Santander y Bilbao, un proyecto más incipiente, pero que cuenta con el apoyo del Gobierno central. Todo mientras la consejera de Presidencia, Paula Fernández, acompañada de los portavoces de los cinco partidos con representación en la Cámara, se reunía en Bruselas con los grupos del Europarlamento para pedir inversiones para el corredor. En concreto, para esa línea Santander-Bilbao, que recibió el apoyo de todos las interlocutores. Un apoyo que es importante pero no fundamental porque lo verdaderamente importante –así se lo trasladaron todos a la delegación cántabra– es que el Gobierno central se implique más de lo que se ha implicado hasta ahora.
«Que no nos hablen de Galicia y Asturias. No nos dispersemos con conexiones que no van a ningún sitio. Cantabria tiene su mapa ferroviario perfectamente diseñado y nuestra dependencia económica está en otra parte», afirmó ayer Miguel Ángel Revilla durante un acto en el Puerto, infraestructura cuyo desarrollo futuro depende en gran medida de esas conexiones ferroviarias. El regionalista entiende que el bipartito está dando los «pasos correctos» para lograr sus objetivos y que Cantabria ha elegido con Bilbao la opción «más lógica, la que dicen los que saben de esto». La más lógica porque los vínculos económicos más potentes están «en el País Vasco, el valle del Ebro y en Europa. Hacia Bilbao, no hacia Galicia y Asturias. Ahí es donde tenemos que forzar la máquina».
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Ese esfuerzo es el que ejemplarizaron ayer en Bruselas la consejera Fernández y los portavoces Pedro Hernando (PRC), Íñigo Fernández (PP), Noelia Cobo (PSOE), Félix Álvarez (Cs) y Cristóbal Palacio (Vox) en sus encuentros con representantes españoles de las distintas familias del Europarlamento. De forma general, todas ellas respaldaron la pretensión cántabra de que el tren rápido a Bilbao, que según el primer borrador tendrá paradas en Colindres/Laredo y Castro Urdiales y reducirá el trayecto de tres horas y cinco minutos a solo 55 minutos, sea incluido en el Red Básica Ampliada. El mapa de esa red transeuropea se diseñó hace ya una década, pero ahora la instituciones comunitarias abren una ventana para introducir cambios. Que el tren esté en esta Red Básica Ampliada es importante porque la Unión fija para 2040 la fecha de su entrada en funcionamiento, no para 2050 como ocurre con la Red Global, en la que ahora se encuentra. De conseguirlo, el Santander-Bilbao ganaría diez años y optaría a fondos de Bruselas. Esa es la enmienda que ha llevado el Ejecutivo autonómico regional a través de la eurodiputada del PNV Idoia Bilbao, alegando la necesidad de descongestionar una autovía con un gran volumen de vehículos y reforzar el transporte de mercancías con origen o destino en el Puerto de Santander. Enmiendas a las que se suman las del PP europeo y el PSOE europeo.
¿Y qué dijeron a la delegación cántabra sus interlocutores del Parlamento Europeo? Lo primero, todos dieron el apoyo a las pretensiones de Cantabria y, lo segundo, que es un paso importante la imagen de unidad política que se ha traslado con esa visita. «Este proyecto no vio la luz en 2012, pero sí puede ver la luz ahora porque han cambiado las políticas y las prioridades. Hemos visto el apoyo que hemos tenido y no es un mal momento para conseguirlo, por eso hay que estar aquí», defendía Hernando.
Les insistieron en que es importante lo que diga el Parlamento de la UE y que las enmiendas salgan adelante a principios de año –el calendario no está aún claro–, pero también les subrayaron que lo determinante es lo que diga la Comisión Europea. Y la Comisión escucha a todos, pero sobre todo a los Estados. «Nos han dicho que no ha venido por aquí nadie de España para hablar de este tren. Si el apoyo del Gobierno es el mismo que el que ha demostrado hasta ahora, estamos perdidos», lamenta el popular Fernández. Un argumento con el que coincide Vox, que añade que Cantabria está hoy «abandonada tras años de dejadez y aislamiento por los partidos del 'establishment'».
La consejera de Presidencia, Paula Fernández, propuso ayer en su intervención en el Comité de las Regiones en Bruselas que este órgano impulse una resolución para que sean los territorios y no los estados en su conjunto quienes decidan sobre la gestión del lobo en base al principio de subsidiaridad, recogido en el tratado de la UE y, según el cual, un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima. Esta resolución, que Cantabria ha propuesto a través del Grupo político Renew, al que pertenece la comunidad autónoma, será debatida en el pleno del Comité de las Regiones previsto para el mes de febrero.
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