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Mientras en el plenario los delegados debatían sobre la gestión de la Ejecutiva de Pablo Zuloaga, en el hall del Paraninfo de la Universidad de ... Cantabria el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Casares, reafirmaba uno de los compromisos más simbólicos de su campaña de primarias: la creación de una escuela de formación que lleve el nombre de Alfredo Pérez Rubalcaba. «Gracias a gente como Alfredo, este país es hoy mejor», defendía Casares en el homenaje al de Solares, que estuvo en la primera línea del Gobierno de España durante los ejecutivos de González y Zapatero y que, posteriormente, llegó a líder a los socialistas de toda España. De ahí el recuerdo «al político español más importante que Cantabria ha dado».
En el acto, ha estado presente la viuda de Rubalcaba, Pilar Goya, y la exsecretaria general autonómica, Dolores Gorostiaga, que compartió amistad y una etapa en el Congreso de los Diputados con el homenajeado, fallecido en 2019. Gorostiaga destacó su presencia en Cantabria, pero sobre todo su trabajo por Cantabria: «Venía cuando podía, cuando sus responsabilidades le dejaban. Pero cuando venía, aunque fueran unas horas, traía buenas noticias para Cantabria para toda la semana. Fue nuestro mejor diputado, nuestro mejor embajador en Madrid».
Como su viuda, Gorostiaga considera que una escuela de formación es el mejor ente para llevar el nombre de Rubalcaba, que tenía la educación como una de sus pasiones. «Lo manifestaba en la forma en la que nos hablaba. Parecía que estaba dando clase. Sin gritar, ni insultar, pero siempre con un mensaje del que todos aprendíamos y que podíamos contar fuera», recordaba la exsecretaria general de los socialistas cántabros, a la que Casares, también como guiño a los sectores históricos, ha dado un papel destacado en los actos paralelos al Congreso.
Más allá de agradecer el homenaje a su marido seis años después de su pérdida, la viuda del político se mostró emocionada al comprobar que el paso del tiempo no ha hecho olvidar a Rubalcaba. «Alfredo se sentía muchas cosas, pero ante todo era socialista. Siempre se sintió cántabro y reivindicaba su origen con orgullo», reconoció Goya. A los socialistas cántabros les pidió que se miren en el espejo del de Solares, un dirigente que nunca olvidó el tono «didáctico y profesoral» y que volvió a la universidad cuando dejó la primera línea. ¿Cuál era una de sus grandes virtudes? «Explicar las cosas para que la gente las pueda entender».
La idea compartida de los tres intervinientes en el homenaje es que Rubalcaba «siempre defendió que la formación y la educación son el motor más importante para el avance del progreso y la libertad». «Me emociona pensar que las futuras generaciones de socialistas de su tierra se van a formar en una escuela que lleva su nombre», concluyó su viuda. Un matiz que introdujo Casares. La escuela no formará únicamente a jóvenes. Rubalcaba va a ser para todos.
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