«Aquí no hay una guerra con Asturias, varios lagares de allí nos han felicitado»

-¿Qué tiene de especial la botella 'molde hierro'?

-Nada especial en la forma. Es muy parecida a la jerezana y es la botella que había cuando se comenzó a comercializar la sidra, pero que ahora se ha convertido en un clásico.

-¿Por qué la Asociación de Sidra Asturiana la reclama como propia y exclusiva?

-Ni tan siquiera es de origen asturiano. La botella molde hierro fue creada por un inglés, Henry Ricketts, en 1821 en Bristol, y la patente se extinguió en 1835. Dos años antes fue presentada en la exposición nacional de Madrid como una innovación técnica. En 1880 una vidriera asturiana comenzó a fabricarla para envasar sidra natural. Hace pocos años, la Asociación de Sidra Asturiana registró en patentes y marcas esa botella que ya existía en el mercado y que no les pertenecía. Y hace muchos años que la vidriera asturiana cerró, por lo que en la actualidad sólo se fabrica ese molde en Burgos y Portugal, comercializándose bajo el nombre de 'botella de sidra verde de 70 cl'.

-¿Cómo llega la denuncia?

-Cuando empezamos a elaborar sidra encontramos esa botella en el mercado, igual que la encontraron los lagares de Asturias y de otras regiones. Siempre hemos considerado que esa botella es de sidra natural y que no hace referencia a ninguna zona concreta, ni que tenga un dueño legítimo, como ocurre con otros envases como por ejemplo la botella bordelesa de vino y muchas otras. Que lleven muchos años utilizando esa botella no significa que sea suya. La botella de sidra natural se fabrica en dos fábricas y está a disposición de cualquier productor que quiera adquirirla.

-¿No ha habido posibilidad de llegar a un acuerdo sin necesidad de acudir a los tribunales?

-En varias ocasiones hemos intentado llegar a un acuerdo para lograr una solución amistosa y zanjar el asunto, pero no hemos tenido éxito debido a que esta asociación no quiere la patente de la botella para Asturias. La quiere para beneficio propio puesto que, si fueran titulares de la marca, ningún lagar asturiano fuera de la asociación la podría utilizar.

-Dice que «la sentencia es una victoria para el mundo de la sidra».

-Sí, claro, porque no sólo nos beneficia a nosotros, sino a otros productores asturianos que no están integrados en la Asociación de Sidra Asturiana y que se encontraban en la misma situación. Por este motivo varios lagares asturianos se han puesto en contacto con nosotros para apoyarnos, en un principio cuando comienza el litigio, y para felicitarnos ahora con frases como que se alegran tanto por nosotros como por ellos mismos también.

-¿Y el resto de productores cántabros de sidra?

-Es curioso que los únicos que han mostrado su apoyo y preocupación por la situación hayan sido lagares asturianos y no cántabros, ni gallegos, ni de otras comunidades autónomas en las que también se utiliza esta botella. Por eso queremos recalcar que no se trata de una victoria de los lagares cántabros o que los lagares de aquí se van a beneficiar con esta sentencia. O que se trate de una guerra entre Asturias y Cantabria. Eso no es cierto. Aquí no hay una guerra con Asturias y de hecho varios lagares de allí han sido los primeros en felicitarnos.

-¿Puede ser que la presencia en el mercado de su firma, Somarroza, resulte incómoda?

-Desde un principio hemos pensado que molestamos, pero no por la botella. No creemos que sea exclusivamente por la botella, puesto que hay muchos lagares que la emplean y sólo nos han llevado al juzgado a nosotros. Creemos que parte del problema puede estar en las siete referencias de sidra que tenemos, todas ellas de alta calidad. También del crecimiento imparable que esá teniendo Somarroza y de la aceptación por parte del consumidor, no solo de Cantabria sino de todo el ámbito nacional e internacional.

-Sidra natural, sidruca dulce con limón de Novales, espumosa... ¿Alguna novedad?

-Ahora, antes de Navidades, vamos a sacar una sidra espumosa seca, similar a un cava o un brut.