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Más de cincuenta surferos despidieron ayer a Manuel Martínez 'Lolis' en un emotivo encuentro celebrado en las aguas de la playa de SomoFue, sobre todo, un amante del mar y de las olas, pero también padre, amigo y maestro para muchos de los que, tras verle a él y a los suyos en el agua, se decidieron probar el surf. Gracias a ello, Manuel Martínez 'Lolis' reunió a su alrededor a un amplísimo grupo de colegas y seguidores. Ayer muchos de ellos se unieron en la playa de Somo, «su playa», para despedir y rendir un emotivo homenaje a uno de los grandes pioneros del surf en Cantabria.
El acto congregó a cerca de cien personas en la localidad de Ribamontán al Mar. Más de cincuenta de ellas se embutieron los neoprenos y se lanzaron al agua, incluidos sus dos hijos. «Ha sido la despedida más auténtica, con todos sus amigos reunidos donde a él más le gustaba estar», explicaba emocionada Ana Martínez Caparrós, su hija. «Para nosotros ha sido una maravilla poder compartir con ellos su despedida en su verdadera iglesia, que era el mar», añadió.
En la misma línea se expresó uno de sus grandes amigos, Antonio Sáez, con quien descubrió el surfing en su juventud: «Éramos unos enamorados del mar en general, daba lo mismo las olas que el buceo, pero el mar siempre, porque era nuestra gran ilusión. Y por eso le hemos despedido aquí», afirmó. «Ha sido un acto muy bonito; hemos sido muchos y se le ha despedido como a él le hubiera gustado», recalcó recién salido del agua sobre la arena de Somo. Sáez tiene clara la razón del cariño que despertaba 'Lolis' entre la comunidad surfera: «Era muy agradable, muy socarrón y muy buena gente, ayudaba siempre a todo el mundo y enseñó a muchos a coger olas. Por eso hay tanta gente que le quería, como se ha demostrado hoy aquí», concluyó.
Del carácter afable y atento de 'Lolis' dieron buena cuenta ayer varios de los participantes en el homenaje. Una de las que mantuvo una relación más especial con él fue Fátima Presmanes: «Para mí fue como un padre y me enseñó a surfear. Le conocí aquí en la playa y desde entonces muchas veces íbamos juntos», explicó. «Me venía a buscar a casa, me llevaba a campeonatos, me he ido con él de viaje, ha conocido a mi hijo… Hemos tenido una relación muy familiar», destacó la surfista, quien no dudo en catalogar al pionero cántabro como «un referente para el surf cántabro, alguien eterno». «En Somo era desde luego el que más tiempo pasaba y el más conocido, al que siempre podías ver», señaló.
No fue la única. También Pablo González 'Tejín' recalcó la valía personal de un hombre que hizo del surf su forma de vida: «Era una persona muy abierta que ha estado siempre muy atento a que nadie se quedara fuera», destacó. «Cuando veía a gente que empezaba siempre trataba de integrarles en el grupo», continuó. «Para él el surfing siempre fue una pasión, pero una pasión que si no era compartida con otros no la vivía igual», destacó González. «Era capaz de no meterse si no había gente en el agua o en el aparcamiento. Lo que más disfrutaba era encontrarse con la gente, el estar juntos y compartir», concluyó.
«Empezó con nosotros y después pasó a coger a chavales más joven; por eso ha reunido a tantos amigos y tantos buenos recuerdos», recalcó José Manuel Costa, cuñado de Lolis. «El homenaje ha sido algo justo y necesario», resaltó. Y, con una sonrisa, concluyó: «Al fin y al cabo, todos éramos de su quinta. De 'la quinta de Lolis'».
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