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Patricia Berno (Revilla de Camargo, 1991) nunca había hecho antes voluntariado, pero tenía el gusanillo de querer ayudar a los demás. De casualidad, dio con Buscando Sonrisas: quiso participar en una carrera benéfica, pero «ya no quedaban plazas y me ofrecieron ser voluntaria». Y desde ... entonces el vínculo ha ido creciendo: «Me dan más de lo que yo aporto», confiesa.
-¿Qué le llevó hasta Buscando Sonrisas?
-Llegué a Buscando Sonrisas por casualidades de la vida. No tengo una gran historia, como muchos de mis compañeros que llegaron hasta aquí mediante el congreso de valores, experiencias vividas o alguna historia bonita. Yo encontré la asociación por casualidad, en mis últimos años de carrera. Me quedaban pocas asignaturas y decidí que era un buen momento para ayudar a los demás. Toda la vida había querido realizar voluntariado, pero nunca había encontrado el momento. Empecé a mirar dónde realizarlo y Buscando Sonrisas me conquistó desde el primer momento. Me encantó la idea de poder ayudar a niños que estaban pasando por malos momentos y que todo en la asociación se hacía por y para Cantabria.
-¿Cuáles son sus cometidos?
-Tenemos diferentes grupos de voluntariado en la zona pediátrica de Valdecilla. En mi caso, estoy en el grupo de los jueves por la tarde y los sábados por la mañana. Esos dos días vamos a Valdecilla y estamos con los niños hospitalizados, tanto de la planta de Pediatría como de Psiquiatría y Oncología. Pasamos unas horas muy divertidas con ellos procurando que se olviden por un rato de dónde están, del hospital y de los problemas que tienen.
-¿Qué actividades realizan con los niños?
-Depende de muchos factores, como las condiciones meteorológicas, el número de niños hospitalizados, la causa de su hospitalización... Si las condiciones lo permiten, bajamos al parque infantil realizado por la asociación en el interior del hospital. Contamos con diferentes juegos y actividades que ofrecer a los niños y se lo pasan genial. Si no tenemos la oportunidad de poder ir al parque, vamos a la sala de juegos de la planta de Pediatría. Allí siempre se nos ocurren diferentes juegos con los que divertirnos y entretenernos. Hay niños que no pueden salir de sus habitaciones. Entonces, nosotros nos trasladamos a verles, para que ellos también puedan tener la compañía que se merecen. Además, están los talleres especiales; recibimos visitas de gente que quiere poner su granito de arena y ayudarnos. Uno de los más habituales es el de 'Star Wars', en el que un grupo de jóvenes vienen disfrazados de los personajes de la saga y los niños y los voluntarios nos lo pasamos en grande.
-¿Llegan a realizar algún actividad fuera del hospital?
-Sí. Durante el verano realizamos actividades exteriores con los niños de Psiquiatría, como jornadas de vela por la bahía, visitas al forestal park, salidas a la naturaleza..
-Compatibilizar su trabajo y antes sus estudios con el voluntariado no siempre resulta fácil. ¿Qué le aporta para seguir queriendo colaborar?
-Yo parto de la premisa de que querer es poder. Pero tengo que admitir que todo es más sencillo cuando recibes mucho más de lo que das a cambio. Puede que algún día que te toque voluntariado te dé la pereza, pero una vez que llegas allí te reencuentras con el resto de voluntarios y es un chute de energía. Somos una gran familia.
-Cantabria se vuelca con Buscando Sonrisas cada vez que hace una convocatoria. Imagino que estos actos de generosidad también ayudan para continuar siendo voluntario.
-Por supuesto. Te hace sentir orgullo de tu asociación, pero sobre todo, de tu comunidad y que no quieras dejar de formar parte de ello nunca. Es increíble la aceptación que tiene, que cada vez nos conoce más y más gente y que quieran ayudarnos, formar parte de esto.
-¿Cómo ha evolucionado el proyecto de Valdecilla desde sus inicios?
-Buscando Sonrisas comenzó realizando el parque infantil para los niños hospitalizados en Valdecilla. Mientras se desarrollaba, a uno de los jóvenes voluntarios se le ocurrió la bonita idea de formar un grupo para jugar con los niños. A partir de esto, la asociación y el hospital comenzaron a tener más relación, hasta el punto de que hace dos años se firmara un convenio de humanización de las zonas pediátricas. Desde entonces, poco a poco se está llevando a cabo este proyecto por las diferentes zonas pediátricas de Valdecilla. Se trata de un proyecto muy grande por lo que se está tardando en completar, pero creemos que pronto estará concluido.
-En ocasiones tiene que ser duro tratar con niños que están enfermos. ¿Cuál es el perfil del voluntario que necesita Buscando Sonrisas ?
-No hay un perfil estricto de voluntario. Tenemos muchos proyectos, por lo que si tienes ganas y una sonrisa, encajas a la perfección. Para tratar las enfermedades y diferentes problemas de los niños de Valdecilla cuenta con unos grandes profesionales.
-¿Cuáles son sus retos para este año?
-Mis retos dentro de la asociación son poder seguir formando parte de ella, que luchemos por encontrar el mayor número de sonrisas posibles y que algún que otro proyectillo que tenemos, se pueda llegar a conseguir.
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