Y es que el lunes por la tarde, en Palacios del Sil -los osos en León se localizan principalmente en los municipios de Laciana, Palacios y Páramos del Sil-, un vecino, que andaba dando un paseo por el monte, vio un oso pardo grande que parecía estar herido. Inmediatamente avisó a las autoridades y enseguida se activó el protocolo de intervención ante osos heridos en la Cordillera Cantábrica, aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad el 24 de enero de este mismo año, y en el que están incluidas las cuatro comunidades donde habitualmente residen los osos pardos cantábricos: Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia.
El personal técnico y de campo de la Junta de Castilla y León y expertos llegados desde Asturias y también de Cantabria tardaron poco en localizar al plantígrado, un ejemplar de casi 180 kilos de peso. Por su forma de caminar, se le notaba que estaba herido, por lo que se acordó comenzar a seguirle. Durante toda la tarde y noche del lunes un grupo de personas estuvo acompañando los pasos del macho, que mostraba heridas en las patas y en otras partes de su cuerpo. Además, se dieron cuenta de que el animal corría el riesgo de sufrir una hipotermia, ya que estaba semi-sumergido en un arroyo. Por todo ello, los expertos decidieron no hacer más seguimiento y apresarlo ya.
A las 02.00 horas y utilizando un rifle anestésico y una cerbatana, se logró apresar al oso. Minutos después, se consiguió sacarle del arroyo utilizando un remolque trampa específico para osos pardos. Y, cuando el animal ya estuvo bien dormido, se le trasladó, por carretera, desde Palacios de Sil a Cantabria, hasta las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa, un lugar en el que los animales salvajes son curados para posteriormente ser devueltos a la naturaleza.
Nada más llegar al centro de Obregón de Villaescusa, donde también transcurrió la exitosa recuperación del oso 'Beato' (el osezno herido que fue hallado vagando por la comarca de Liébana), al oso adulto encontrado en León se le suministraron medicamentos antiinflamatorios y antibióticos como primera medida. Cuando estas medicinas empiecen a hacerle efecto y se recupere un poco de las heridas que presenta, se le hará una revisión más en profundidad, que llevará a cabo el equipo de veterinarios del centro, que en otros casos en los que ha tenido a osos como pacientes ha trabajado en estrecha colaboración con los expertos en grandes mamíferos del Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Y cuando las heridas estén totalmente curadas, el objetivo final del centro será que el oso no se humanice y que pueda volver a la naturaleza sano y manteniendo sus costumbres, algo que ya consiguieron los veterinarios y técnicos que se ocuparon de la convalecencia de 'Beato'. El recinto que ocupa está dotado de cámaras de observación y diseñado para que en ningún momento el animal tenga contacto visual con personas. El objetivo es evitar que se familiarice con la presencia humana para que no desarrolle una tendencia a aproximarse a los pueblos en busca de comida y que no pierda su instinto salvaje.
El ágil operativo que se activó nada más conocer la alerta de la presencia de este ejemplar de oso pardo cantábrico, en el que han participado cerca de una veintena de personas entre técnicos, personal de campo, veterinarios y expertos, así como miembros del Seprona de la Guardia Civil, es el resultado de la coordinación entre la Junta de Castilla y León y los gobiernos de Cantabria y Asturias, que han formado parte del mismo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.