
Una historia de dolor que merece un premio
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Un reportaje de la periodista de El Diario Montañés Ana Rosa García, galardonado por la Fundación GrünenthalEl texto empieza con la fuerza y el impacto que generan las historias que merece la pena leer hasta el final. «El 19 de mayo de 2020 el mundo estaba paralizado y sobrecogido por la pandemia. Ese día, el de Sergio Maldonado, con 44 años y en el momento más dulce de su carrera médica, se hizo pedazos en cuestión de segundos en una cuneta de la carretera N-623, a la salida de Parbayón». El reportaje se publicó en este periódico un domingo de junio. Lo firmaba la periodista Ana Rosa García (Santander, 1978). Cuenta el periplo de Maldonado. Pese a las secuelas de aquel accidente –y tras pasar por el Hospital de Parapléjicos de Toledo–, se reincorporó a su puesto de coordinador de la Unidad del Dolor de Valdecilla. «Ahora soy el médico del dolor con dolor», resumía el facultativo. Un relato bien contado. Tanto, que García, que se ocupa a diario de la información de Sanidad en las páginas de El Diario Montañés, recogió anoche en Madrid uno de los premios de la Fundación Grünenthal, una institución que lleva más de veinte años con el objetivo de mejorar la calidad de vida, precisamente, de los pacientes con dolor.
Maldonado lo contó y García supo plasmarlo. Las ganas de «luchar por vivir», la fuerza que es capaz de transmitir una familia (las 'Natalias', madre e hija)... Y, sobre todo, el convencimiento para volver. «Lo tuve claro desde el momento que vi que mi cabeza estaba bien y mis manos respondían. No sabía cuánto podría trabajar, pero sí que tenía que volver. No podía quedarme en casa», contaba para el reportaje. La periodista relató el qué, el cómo y el cuándo. Con precisión. Una lectura emocionante sin tener que apelar a la sensiblería. La pelea con la Seguridad Social y con el dolor crónico, el agotamiento al final de cada jornada, la nueva rutina en la silla de ruedas, las operaciones pendientes, las horas de rehabilitación algo reducidas «porque físicamente no podía soportarlas».
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El trabajo de la periodista fue reconocido con el segundo premio en la categoría de prensa escrita –el primero fue para un trabajo sobre el diagnóstico de la migraña crónica publicado por Romina Vallés en El Confidencial–. Todo, en la edición en la que más candidaturas se han presentado (en total, 78).
García se licenció en Periodismo por la Universidad del País Vasco (2000). Toda su carrera profesional se ha desarrollado en El Diario Montañés, en el que ocupa el puesto de jefa de sección desde enero de 2019. Los diez primeros años trabajó en las áreas de Nacional e Internacional y colaboró en la edición del Anuario de Cantabria que publica el periódico. Más tarde pasó a la sección de Local y, desde 2013, está al frente de la información de Sanidad (hasta 2015 coordinó la edición local del suplemento 'SaludRevista.es' de Vocento).
No es el primer reconocimiento que recibe. Su labor ya mereció el Premio Sigre de Periodismo «Por la salud de la naturaleza» en la categoría de medios impresos de 2016 y el Premio «Diversidad e inclusión», organizado por el Ayuntamiento de Ávila (2016). Y hay más. Porque Ana Rosa García goza de un premio intangible. El del reconocimiento de sus compañeros de Redacción. Por su dedicación, por un enorme sentido de la responsabilidad y por su papel decisivo en el día a día del periódico.
Trece ediciones
A todo eso sumó anoche el premio que entrega la Fundación Grünenthal, que celebró su edición número trece. «El trabajo de los medios de comunicación es esencial para que las administraciones y la sociedad entiendan lo que representa el dolor para las personas que lo sufren y para sus cuidadores. Estos premios son una manera de agradecer esta labor de sensibilización», aseguró en su discurso la directora de esta institución, Ana Martins, que cuenta en esta iniciativa con la colaboración de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y la Sociedad Española del Dolor (SED). «Sin los periodistas –dijo Martins– hubiera sido muy difícil haber alcanzado el nivel de concienciación que se ha logrado sobre esta enfermedad que es el dolor crónico, además de un grave problema humano, sanitario y económico. Aunque es indudable que queda mucho por hacer».
Junto al reportaje de El Diario Montañés (y el de El Confidencial) se entregaron igualmente premios a trabajos de El País, 20 Minutos, OAFI Radio y Radio Castilla-La Mancha. Todo, tras la valoración de un jurado con periodistas como Alipio Gutiérrez o Jaume Segalés, junto a destacados profesionales en el ámbito sanitario y del dolor.
Y, porque merecía la pena llegar hasta el final, este texto termina con las últimas palabras del reportaje de García. «El primer día que entré por Valdecilla Norte –contaba Maldonado–, porque me deja ahí el autobús, tardé casi 40 minutos en llegar a Valdecilla Sur, entre saludo y saludo. Es aquí donde quiero estar. Tengo 46 años, aún me quedan 20 para dar guerra. Y mi trabajo es estimulante. Que una persona a la que no has curado venga y te dé las gracias, porque le has escuchado, le has intentado ayudar y ha visto esa buena fe en ti, eso te llena. Esa parte humana es lo que da sentido a mi vuelta».
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