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El Servicio Cántabro de Salud amplía los dispositivos para atender a los pacientes afectados por Covid-19 en los tres hospitales, reservando Valdecilla para los casos especialmente graves. El resto de afectados se repartirán también por los comarcales de Laredo y Torrelavega (Sierrallana), e incluso en el Hospital de Liencres si la capacidad en el resto de centros se demuestra insuficiente. A lo largo del fin de semana, y sobre todo después de cancelarse toda la actividad quirúrgica no urgente, se han habilitado más de 150 camas. Una planificación que evidencia el vuelco de la situación. En apenas una semana Cantabria ha multiplicado por cuatro el número de contagios, que ayer llegó a los 58, tras confirmarse seis casos nuevos.
No obstante, los diez primeros, que presentaban síntomas leves y estaban vinculados al foco de Italia, ya han ido recibiendo el alta en los últimos días. En estos momentos, son 48 los que están en pleno proceso de la enfermedad, de los cuales 18 permanecen hospitalizados (16 en Valdecilla, dos de ellos en la UCI; y otros dos en Sierrallana), mientras los 30 restantes están siguiendo el periodo de aislamiento en sus domicilios. Hasta ahora, en ese balance consta un sanitario infectado, aunque ayer mismo Sierrallana evaluaba a cuatro profesionales que presentaban síntomas, después de confirmarse el positivo en Covid-19 en un paciente ingresado que compartía habitación con otro. Se estudia también al número de pacientes afectados por esta cadena de contagio en la misma planta. Cabe recordar que el Hospital de Torrelavega tiene desde la semana pasada a otros diez profesionales de baja laboral y en vigilancia pasiva por el contacto estrecho con otro caso confirmado.
El protocolo de actuación ante el Covid-19, que en quince días se ha actualizado nueve veces, situaba en origen a Valdecilla como hospital de referencia para atender toda sospecha de coronavirus en Cantabria. Pero el avance de la epidemia ha obligado a reorganizar todo el sistema sanitario en previsión de una demanda masiva. Con los quirófanos funcionando desde hoy al 30% de su actividad habitual, se busca no sólo vaciar los hospitales de pacientes que se considera que ahora están más seguros en casa, ante el riesgo de contagio, y liberar camas de hospitalización para las infecciones respiratorias que desencadene la epidemia; sino también reservar a profesionales sanitarios para, en caso de bajas por infección en sus respectivos servicios, garantizar el relevo y que no se vea interrumpida la asistencia. Es por eso que se han establecido equipos de profesionales rotatorios y circuitos asistenciales diferenciados, sobre todo en las unidades más sensibles y más cruciales ante esta emergencia sanitaria, como es el caso de Medicina Intensiva (UCI), de tal forma que ni siquiera se crucen entre ellos. Una medida que se ha aplicado a la mayoría de servicios para que siempre se cuente con profesionales protegidos de la infección.
Para reducir la afluencia de pacientes también en el área de consultas externas, que sólo en el caso de Valdecilla supone más de 2.500 personas a lo largo de la mañana, sin contar los acompañantes, se han sustituido las citas presenciales por la consulta telefónica o por videoconferencia. En la página web del SCS se puede descargar la aplicación para poder hacerlo. Por el momento, sólo está disponible para Atención Especializada, pero la idea es habilitarlo lo antes posible también para Atención Primaria.
La donación de sangre sigue siendo necesaria para cubrir las necesidades asistenciales y es una de las causas excepcionales que permiten abandonar el domicilio durante el estado de alarma. Por ello, el Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria ha elaborado un protocolo de actuación que permita garantizar el suministro de componentes sanguíneos en todos los centros. Se organizará mediante cita previa, a través de los teléfonos 942 202 689 y 942 203 748, con puntos fijos de donación en distintas localidades. En Santander, se podrá donar en la sede del Banco de Sangre del pabellón 13 de Valdecilla.
En Sierrallana ya se ha destinado una planta de hospitalización completa para los pacientes afectados por el coronavirus, con 19 habitaciones que en un momento dado se pueden doblar y acoger hasta 38 pacientes (se entiende que ya infectados nada impide que compartan ingreso en el mismo espacio), al tiempo que se han dispuesto ocho camas de Cuidados Intensivos. Laredo, en cambio, no dispone de UCI, por lo que su cobertura se centrará en aquellos pacientes que no precisen ventilación mecánica. En este caso, el hospital pejino ha acondicionado el área de día quirúrgico, que son las instalaciones que están separadas del resto. Y Valdecilla, que había acondicionado la planta 7 de la Torre D para aislamiento, con 24 camas, ya ha liberado un total de 75 para dedicar en exclusiva al Covid-19, más las específicas de Cuidados Intensivos (en estos momentos hay reservadas diez).
Con inevitable tensión, el colectivo sanitario afronta un reto sin precedentes. Conscientes del desconcierto y la angustia que el avance de las noticias está generando dentro y fuera del hospital, desde la Dirección de Valdecilla transmiten cierta tranquilidad: «La situación clínica ahora mismo está controlada y tenemos un plan de contingencia para asumir mayor demanda», aunque a nadie se le escapa que la curva epidémica está en pleno ascenso. Asimismo, destaca «el compromiso y la entrega» de todos los profesionales, especialmente de los más expuestos al contagio, como son los de Urgencias, Enfermedades Infecciosas, Neumología, UCI y el personal de enfermería de la planta 7.
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«No dudéis de que podemos con esto». Son las palabras de ánimo hacia el colectivo sanitario que ha incorporado la Dirección de Salud Pública en la última versión del protocolo. En él explica el paso a la fase de mitigación de la epidemia, derivado del aumento de casos en los que ya es difícil establecer el origen porque la transmisión es comunitaria, y lo que eso conlleva. Y el cambio fundamental es que a partir de esta semana, como norma general, únicamente se les realizará la prueba del coronavirus a los pacientes hospitalizados o con criterios de ingreso y a los profesionales sanitarios y personal de servicios esenciales (cuerpos de seguridad del estado, bomberos, etc) que presenten síntomas. No obstante, se valorará también en el caso de pacientes con infección respiratoria aguda considerados especialmente vulnerables por el médico que le examine, con especial cuidado en el caso de pacientes en residencias con alto riesgo de brote. El resto de personas, en caso de presentan síntomas compatibles con el Covid-19 (tos, catarro, fiebre, dificultad para respirar) deben seguir las medidas de aislamiento domiciliario, con las máximas precauciones para no contagiar al entorno (habitación individual, higiene de manos frecuente...). Paracetamol, reposo y líquidos será el tratamiento que se indique. La directora de Salud Pública, Paloma Navas, insiste en que «sigue la situación de alarma y que estas medidas extraordinarias lo que buscan es que nos mantengamos en nuestras casas, evitar el acúmulo de personas». Ante la ansiedad y la preocupación que puede generar estas dos semanas de encierro, apunta que «los expertos de salud mental recomiendan que no se vean demasiado las noticias, que se esté informado en un momento puntual del día -recuerda que el Ministerio de Sanidad hará una actualización todos los días a la una de la tarde- y no se vuelve a consultar, para no alimentar la sensación de angustia».
También recomienda «hacer algo de actividad física en casa, para relajar la tensión. y hablar por teléfono con las personas que queremos. Somos una sociedad cohesionada, en la que nos preocupamos los unos por los otros, y eso es lo que nos va a asegurar pasar esta situación de la mejor forma posible».
Evitar acudir a los centros de salud y a los hospitales, salvo en causas de fuerza mayor. Es lo que piden las autoridades sanitarias a los ciudadanos para no contribuir a la propagación del coronavirus. Por ello, se han cancelado las consultas presenciales en Atención Primaria -ayer mismo se empezó a llamar a los pacientes para informar de resultados por teléfono o reprogramar sus citas para más adelante- y se ha anulado la posibilidad de pedir hora con el médico a través de la página web. El Servicio Cántabro de Salud pide a los usuarios que contacten con su centro vía telefónica en caso de que lo necesiten y se les dirigirá al profesional sanitario que corresponda. Sin perder de vista que, a partir de ahora, también puede llevar más tiempo de lo habitual que les cojan la llamada. Esta indicación va dirigida sobre todo a los pacientes con problemas de salud crónicos o inmunodeprimidos, ya que son los más vulnerables ante el coronavirus.
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