Secciones
Servicios
Destacamos
Abel Verano
Santander
Miércoles, 10 de marzo 2021, 15:07
«A Luis le gustaban los incendios. Ese día lo vi como un drogadicto cuando tiene el mono. Tenía ansias de ir de un incendio a otro. Cuando revisamos el estado de los montes comentó que estaba todo muy seco, para quemar, y que ... a ver si cualquiera le daba cerilla para estrenar el hidrante nuevo». Esta es parte de la declaración que realizó este miércoles uno de los compañeros del exjefe de Protección Civil de Ramales, Luis Trueba, acusado de provocar en 2019 un incendio en la Sierra de la Alcomba, en el Alto Asón, que afectó a 144 hectáreas y por el que la Fiscalía pide para él una pena de 4 años de cárcel y 7.200 euros de multa, además de varias indemnizaciones.
En la segunda sesión del juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial –integrada por Paz Aldecoa, Ernesto Sagüillo y María Fernanda Figueroa– comparecieron seis testigos. Entre ellos tres compañeros del acusado, que fueron los que con sus testimonios dieron origen a este procedimiento. Y es que son varias las manifestaciones que realizaron y que ponen en cuestión la actuación de Luis Trueba el día de los hechos.
La primera en declarar fue una de las jefas de equipo del colectivo, que señaló que le pareció «raro» que Trueba apareciera en la nave de Protección Civil con un vehículo con las luces apagadas después de que se produjera el incendio de La Alcomba. «No fue correcto su comportamiento durante el incendio. Envió a los compañeros a la zona de las llamas cuando ni siquiera habían llegado los bomberos y les dio órdenes para sofocar sin tener equipos de protección individual, ya que su prioridad era apagar el fuego».
Frente a lo que declaró el acusado el martes, esta testigo negó que existiera mala relación entre los compañeros. «Me extrañó que a esas hora llevara algo a casa de un familiar», añadió esta voluntaria, después de que el acusado afirmara en su declaración que la noche del incendio, mientras sus compañeros cenaban, fue a llevar unas sillas a sus primos, que no llegó a entregar porque vio un incendio. «Aquel día estaba muy nervioso, era diferente a como solía estar habitualmente. No se le pasó el nerviosismo y ese raro comportamiento hasta que nos fuimos a casa».
El segundo compañero en testificar descartó que usaran motosierras en los incendios pese a que Trueba declaró que cogió una motosierra y una garrafa de gasolina antes de ir a sofocar el incendio, aunque luego las sacó del vehículo. «Apareció con las luces del Nissan apagadas y vi que escondía algo rojo entre las piernas. Mientras cenábamos comentamos que igual había ido a prender fuego al monte. Horas antes, mientras supervisábamos los montes, señaló que estaba todo muy seco, para quemar, y dijo que a ver si alguien le daba cerilla para estrenar el hidrante».
En tercer lugar testificó el voluntario que vio a Trueba sacar del coche, desde el lado del conductor, una garrafa roja. «Iba intentando ocultarla, con el brazo rígido». Luego comprobaron que le faltaban «unos dos litros de gasolina». «Me impactó y les comenté a los compañeros que había visto algo que no tenía que ver», aseveró, al tiempo que reconoció que no llegó a preguntarle por la garrafa.
Este voluntario fue el primero del grupo en percatarse del incendio en La Alcomba, en torno a la medianoche, cuando salió al coche a por un chicle. «Veinte minutos o media hora después de marcharse Luis, vi una bola de fuego muy grande, y después fueron surgiendo dos focos más».
Otro de los testigos en comparecer este miércoles fue un primo tercero del acusado, al que supuestamente iba a llevar unas sillas mientras sus compañeros cenaban y coincidiendo con el momento en el que se originó el incendio de la sierra. «Ese día no estuvo en mi casa, ni quedé con él para que llevara las sillas. De hecho a día de hoy todavía no las he recibido».
Finalmente, testificó un apoderado de la empresa Álvarez Forestal, que ejerce la acusación particular y pide tres años de prisión por incendio intencionado, multa e indemnización de 79.162 euros por la «quema total» de una parcela de seis hectáreas de arbolado que se aprovechó como biomasa al carecer de valor comercial.
Entre los seis testigos que declaró este miércoles se encontraba un agente del Medio Natural, jefe de la comarca de Ramales, que coincidió con los voluntarios en que no se usan motosierras en labores de extinción de incendios forestales. Del mismo modo, criticó el proceder del acusado, con la que estos efectivos habían tenido «algún problemilla» hasta el punto de tuvo que mediar el alcalde, ya que el colectivo depende del Ayuntamiento. En este sentido, afirmó que «actuaban por libre», a su «libre albedrío», y detalló que incluso llegó a encontrarse a Trueba «solo en un algún incendio». «En incendios anteriores desobedecieron unas indicaciones», afirmó ante el tribunal.
Noticia Relacionada
Abel Verano
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.