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Marta San Miguel
Santander
Lunes, 14 de diciembre 2020, 06:53
Saber más del covid para actuar mejor, en esa máxima se enmarca un nuevo estudio que lleva la firma del Hospital Valdecilla, en el que se trazan evidencias entre la relación que existe entre la vitamina D y el coronavirus. La investigación revela que ... el 80% de los 216 pacientes ingresados por covid durante la primera ola de la pandemia por coronavirus tenía una deficiencia de vitamina D, comparado con el 47% en un grupo de individuos de similar edad y sexo de la población general de Cantabria. «Los resultados ponen de manifiesto que un alto porcentaje de los pacientes presentaba una deficiencia de vitamina D y que esos bajos niveles se asociaban a marcadores de inflamación más elevados, que caracteriza a las formas más graves de esta enfermedad», explica José Luis Hernández jefe de Sección de Medicina Interna de Valdecilla y artífice del estudio.
«Lo que podemos concluir, por el momento, es la importancia de identificar a los pacientes que presentan esos niveles bajos de vitamina D y corregirlos con suplementos de esta vitamina», explica Hernández, profesor titular de la Universidad de Cantabria e investigador de Idival, que además, recomienda el tratamiento con suplementos de vitamina D «en los pacientes con covid que presentan deficiencia, puesto que podría tener efectos beneficiosos, no solo en el sistema musculoesquelético sino también en el sistema inmunitario», afirma, e incluso propone anticiparse como medida de prevención. ¿Cómo? «La mejor opción sería identificar y tratar la deficiencia de vitamina D, especialmente en los individuos de alto riesgo, como los ancianos y las personas que presentan otras enfermedades previas».
El estudio, publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society, también evidencia que los pacientes con deficiencia de vitamina D tenían una mayor estancia hospitalaria que aquellos sin deficiencia. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas respecto al ingreso en la UCI o a la mortalidad en pacientes con y sin deficiencia de vitamina D.
Preguntado por el 'efecto llamada' que pueda tener este hallazgo y que la población corra a las farmacias a buscar sus suplementos vitamínicos, Hernández advierte: «Esta es una cuestión clave. Los resultados de nuestro trabajo y de otros que van en una línea similar solo permiten identificar un problema», afirma. Por tanto, es el punto de partida de los estudios que están en marcha en el momento actual en varios países del mundo, incluida España, y que «permitirán conocer con la mayor evidencia científica si dar suplementos de vitamina D a la población general, independientemente de sus niveles de vitamina en sangre, tiene un efecto protector de la infección por coronavirus». Es decir, si evita o previene los contagios. «Pero además», añade el profesor, «tendremos la respuesta a la pregunta de si una vez ya adquirida la covid, el dar suplementos de vitamina D evita que se desarrollen las formas más graves de la enfermedad».
El trabajo lo ha llevado a cabo un equipo multidisciplinar que integra varios especialistas en Medicina Interna, Reumatología, Cuidados Intensivos, Enfermedades Infecciosas, Inmunología, Análisis Clínicos, Neumología, Digestivo y Atención Primaria, y también con la implicación de todo el grupo de profesionales de los equipos covid del Hospital Valdecilla. «Nuestro grupo y otros grupos del Idival y de la Universidad de Cantabria siguen involucrados en otros estudios relacionados con la infección por coronavirus para intentar colaborar en entender mejor esta enfermedad y ofrecer los mejores cuidados a nuestros pacientes».
«La administración de vitamina D la debe supervisar un médico, porque las dosis de estos suplementos vitamínicos pueden variar en función de la causa y la gravedad de la deficiencia y no están exentos de riesgos, si la población los usa sin ningún control», explica Hernández, que con este estudio «identifica el problema» como punto de partida para alcanzar «evidencias científicas de si evita o previene los contagios». La principal fuente de vitamina D es la síntesis cutánea por el sol y «como medida general se podría recomendar aumentar la exposición solar (30-40 minutos al día) y consumir alimentos ricos en vitamina D como aguacate, pescados azules, huevos, champiñones».
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