El Instituto de Prehistoria estudiará el esqueleto del 'hombre de Loizu'
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El centro cántabro investigará los restos localizados en Navarra, de los pocos existentes de su época y que están en un «excepcional grado de conservación»Secciones
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El centro cántabro investigará los restos localizados en Navarra, de los pocos existentes de su época y que están en un «excepcional grado de conservación»Pablo Arias Cabal, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, dice que se trata de «uno de los acontecimientos más relevantes en la arqueología de Navarra y, en general, de todo el ámbito pirenaico de los últimos años». Habla del análisis arqueológico y ... antropológico del esqueleto humano mesolítico de la cueva de Errotalde I, ya bautizado como 'hombre de Loizu' y descubierto a finales de 2020 por un grupo de espeleólogos.
La datación de uno de sus dientes lo sitúa en el año 9700 a.C., en la transición del Pleistoceno al Holoceno, y es el esqueleto completo más antiguo de Navarra y uno de los pocos existentes de ese periodo en la Península Ibérica. Pues bien, investigadores del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) se encargarán de la tarea.
«Apenas -detalla Arias- hay restos humanos correspondientes al momento de transición de la última glaciación a los tiempos geológicos actuales, y menos en ese excepcional grado de conservación». Su localización en un lugar muy remoto y de difícil acceso (hay que atravesar un río subterráneo y arrastrarse por la cueva durante casi una hora) explica por qué no se ha descubierto antes. Un «hallazgo excepcional» señalaron este viernes al presentarlo en los exteriores de la cavidad, situada en el valle del Erro.
Un equipo interdisciplinar formado por quince arqueólogos, antropólogos y expertos en geología, geomorfología y técnicas analíticas ha documentado la posición exacta de cada hueso para reconstruir todos los gestos funerarios y realizará una amplia batería de trabajos sobre los restos. De momento, y gracias a los análisis preliminares, los investigadores ya saben que los huesos corresponden a un varón, joven y robusto, posiblemente envuelto en un sudario y colocado expresamente en ese lugar. Al tratarse de un hallazgo 'in situ' en un entorno no alterado, es posible estudiar el contexto arqueológico, aunque de momento no se han localizado otros restos.
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