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JOSÉ AHUMADA
SANTANDER.
Jueves, 26 de diciembre 2019, 07:00
El Ministerio del Interior tiene previsto invertir 8,2 millones de euros en la rehabilitación integral del penal de El Dueso, la mayor partida de todas las que destina al mantenimiento de sus prisiones. El proyecto, que afecta a todo el complejo y ... está pendiente de adjudicar el desarrollo del plan de ejecución, podría dar comienzo a finales del año próximo.
Las especiales características del centro penitenciario de El Dueso, por su localización, su tamaño, su distribución, el hecho de tratarse de un complejo con más de un siglo de antigüedad y la larga lista de trabajos a acometer, justifican la partida. El proyecto, a grandes rasgos, contempla la reforma integral del Departamento 1, la actual sala de estar, el Edificio de Tratamiento, el módulo de mujeres y sus tres naves, además de actuaciones parciales en las oficinas, el edificio de ingresos, las garitas de vigilancia y el polideportivo.
Uno de los trabajos de mayor alcance es el que afecta a las naves, una de las cuales, en la actualidad, carece incluso de cubierta. La que está en mejor estado, que se emplea como almacén, será reconvertida en escuela y biblioteca; la segunda, ya mencionada, que únicamente mantiene su estructura, albergará un salón de actos y las salas de tratamiento -Plan Regional de drogas-, así como el espacio destinado al culto religioso. Al tercero de estos edificios se trasladará el almacén.
Según explicó Juan José Cabrera, miembro del comité de empresa de El Dueso (Acaip-UGT), la decisión de realizar estas obras de mejora son consecuencia de una reclamación que se dirigió al Defensor del Pueblo por parte de los sindicatos de la prisión en la que se denunciaba que el tamaño de las celdas del Departamento 1 (uno de los módulos residenciales), no tenían el tamaño mínimo que marca la normativa europea. Los trabajos, estimó, podrían dar comienzo a finales de 2020.
«Para nosotros, esta inversión supone modernizar este centro penitenciario, el más antiguo; modernizar significa aumentar las condiciones de seguridad y operatividad para los trabajadores, y de habitabilidad para los internos», explicó Cabrera.
Remozar las instalaciones de El Dueso supondrá a la vez mantener la singularidad del centro, con una superficie de 334.494 metros cuadrados, una distribución arquitectónica completamente diferente a la de cualquier otro penal y una gran oferta de actividades. Los presos pueden practicar deportes (tenis, baloncesto, pádel, bolos, fútbol, rugby), actividades ocupacionales (pintura, carpintería, albañilería), seguir programas formativos (primeros permisos, contra la violencia de género, control de impulsos, antidroga), y trabajar en talleres para obtener una remuneración y no depender de los ingresos de la familia. «Todo esto -apuntó Juan José Cabrera- puede sonar maravilloso, pero no hay que olvidar que no deja de ser una prisión, con sus momentos delicados. Un interno ocupado está más entretenido y tiene menos tiempo para pensar en su situación personal. Todas estas actividades pueden desarrollarse siempre que exista un clima de seguridad para los trabajadores y los propios internos».
El representante de los trabajadores de El Dueso recordó que, además de efectuar esa inversión, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias «debería cubrir las 35 vacantes que tenemos en el centro, casi un 15% de la plantilla actual. Llevamos tiempo con estas reivindicaciones, pidiendo más medios personales y materiales, necesarios para que se dé el clima idóneo y se pueda llevar a cabo esa función de reeducación y reinserción social».
Dijo también que El Dueso ha superado en treinta presos su población habitual. «Somos los grandes damnificados de la zona norte, comparados con Martutene, Basauri, Logroño, Pamplona y Álava. Solo el penal de Zaballa, recién construido, con once módulos y cuatro cerrados, y con más capacidad que los demás, nos supera en número. Tenemos ochenta internos vascos y no entendemos por qué no hay posibilidad de alojarlos en otros centros, que les corresponderían por arraigo familiar».
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