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Santander
Miércoles, 23 de febrero 2022, 07:19
La historia de Cantabria es el legado de sus protagonistas. Construida a lo largo de los últimos cuarenta años. La edad que tiene hoy el Estatuto de Autonomía. Y figura clave en el logro del autogobierno es la de José Antonio Rodríguez (Santander, 27 ... de mayo de 1931), último presidente de la Diputación Provincial y primer presidente de Cantabria. El Parlamento regional quiso ayer reconocer su trayectoria con un pequeño homenaje en el estreno del ciclo 'Protagonistas Cantabria', en el que el político de la Unión de Centro Democrático (UCD) fue homenajeado a través de una charla realizada junto al periodista Alberto Santamaría, subdirector de El Diario Montañés, y que tuvo como colofón la imposición de la insignia con el símbolo de la institución, creada con motivo del 40 aniversario, y que le impuso el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez. El acto reunió en el patio del antiguo Hospital de San Rafael a políticos -asistieron Miguel Ángel Revilla, José Joaquín Martínez Sieso, Gema Igual, la consejera Ana Belén Alvarez y diputados de los grupos parlamentarios- y familiares y amigos del exdirigente homenajeado.
La charla con José Antonio Rodríguez permitió repasar parte de la historia de Cantabria. El logro del Estatuto y los primeros años de gestión de la autonomía. Y recordar algunas de las figuras más relevantes: Jaime Blanco, Justo de las Cuevas, Ambrosio Calzada, etc, sin olvidar a expresidentes nacionales como Adolfo Suárez o Leopoldo Calvo Sotelo.
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A José Antonio Rodríguez le tocó lidiar con una etapa ilusionante, pero también con una época convulsa, tanto en la política nacional como regional. No en vano, como recordó Santamaría, la redacción del Estatuto tuvo que enfrentarse a dos cambios de Gobierno en Madrid (el tercero de Adolfo Suárez y el de Leopoldo Calvo Sotelo), a cinco crisis ministeriales y a cuatro responsables de Administración Territorial, con quien hubo que negociar la norma fundamental de la Comunidad.
«Fue una etapa convulsa», reconoció Rodríguez, «pero la voluntad política permitió que Cantabria disfrute hoy de su autogobierno». «Hay que tener en cuenta, además, que éramos todos novatos, sin experiencia, que debíamos afrontar algo nuevo, lleno de incógnitas». Aún así, realizó una lectura muy positiva de lo que ha supuesto el Estatuto para la región. «Hemos podido gestionar competencias como la Sanidad, la Educación, la Justicia, por citar algunas, y ha sido muy positivo para el ciudadano que hayamos podido administrar desde aquí estos servicios claves para el desarrollo de la región».
Rodríguez sí quitó importancia al hecho de que hubiera planteamientos políticos que reclamaran la inclusión de Cantabria en Castilla y León. «Es cierto que había algunas posiciones en ese sentido, pero eran minoritarias. Además, no lo hubiéramos permitido. No creíamos en ello. León, Valladolid o Burgos no podían estar con Cantabria porque hubiéramos perdido muchas potestades».
El expresidente de Cantabria tuvo palabras de elogio hacia la figura de Jaime Blanco, líder del PSOE y convencido autonomista, «con el que tuve muy buenas relaciones. No en vano fui presidente del Gobierno con sus votos y con los del PRC, en favor de la autonomía. El diálogo y los acuerdos eran posibles con los socialista». ¿Y Miguel Ángel Revilla en un momento en el que la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) jugó en papel clave en vehicular el movimiento social? «Él llegó al Parlamento en un momento decisivo, tras la aprobación del Estatuto, y la relación fue fluida». Quizá su mayor opositor estuvo en sus propias filas, la UCD, que llegó a proponer a Justo de las Cuevas como candidato a la Presidencia en lugar de a José Antonio Rodríguez. «Tuvimos buenas relaciones, y las discrepancias llegaron por problemas de asentamiento dentro del partido. Pero después, las relaciones personales siempre fueron buenas».
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«Quien sí era un personaje era Ambrosio Calzada (alcalde de Cabezón) -recuerda Rodríguez-, el primero que dio el paso. Nos llamó un día por teléfono y nos dijo: 'acabo de declarar la autonomía' y nos quedamos que no sabíamos qué decir. Fue algo improvisado, la verdad».
La política le ha permitido a José Antonio Rodríguez hacer grandes amigos, pero también mantener conflictos con algunos de ellos. Aún así, el político cántabro se muestra orgulloso de su gestión, «de haber trabajado por Cantabria», y afirma rotundo que «no me arrepiento de nada. He sido honesto. Ha sido una satisfacción y un orgullo haber participado de la política cántabra».
¿Y cómo ve el futuro de la autonomía? «Yo soy optimista. Sé que los políticos actuales están luchando por lograr cosas para Cantabria. Las instituciones están funcionando y la región crece», responde el expresidente.
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