Entre 200 y 300 kilómetros de vías ciclistas por toda la región

El concejal de Santander César Díaz explicaba hace unos días que antes de la pandemia «la ciudad contaba con 28 kilómetros de carriles bici». «Desde entonces se han desarrollado cinco más (Reina Victoria, Alcalde Vega Lamera, Nueva Montaña-Pctcan y el nuevo ramal Parque de la Marga-Valdecilla Sur) que han permitido ampliar la red hasta los 33 kilómetros y cerrar el anillo ciclista que permite bordear el núcleo consolidado de Santander». Es un ejemplo. En la capital, además, con el derribo de los tinglados del Puerto «se mejorará el carril, que es estrecho», y se ampliará con un ramal hasta el acceso a la Biblioteca Central. Y hay proyectos en Manuel Ruiz de Quevedo, en Nueva Montaña, o en las dos bocas del antiguo túnel de Tetuán.

33kilómetros de carriles en Santander, son cinco más que antes de la pandemia.

20,4en Torrelavega, a los que se suman los 10,7 de calzadas compartidas.

«Es el medio de transporte más eficiente para trayectos de entre uno y cinco kilómetros, y las ciudades tienen que prepararse para que pueda ser utilizada de manera segura», afirma el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada. Allí tienen la idea de imitar lo que ha hecho Ribamontán al Mar con el surf, pero con la bici como protagonista. En los últimos años destacan el tramo que une el centro con Puente San Miguel (Reocín). O los que discurren por la Avenida Fernando Arce y la calle Gervasio Herreros. En total, resumen, «ya son 20,4 los kilómetros de carril bici, a los que hay que unir 10,7 de calzada compartida».

Y a corto plazo, se pondrá en marcha un servicio de bicicletas eléctricas de uso compartido, se finalizará el anillo ciclable y los tramos de carril que unirán la red del valle del Besaya con la del Pas y la estación de Barreda con el tramo Los Corrales-Suances a la altura de Viveda, entre otras obras previstas.

«El uso de la bici con la pandemia se ha demostrado que no ha sido algo coyuntural. Ha venido para quedarse. Ya estábamos trabajando en ello y en estos últimos años se le ha dado un impulso. Primero, en las zonas de mayor movimiento. Inicialmente, en el entorno de la bahía, el Besaya y ahora en el Asón. Y, en general, en vías de comunicación para ir a la farmacia, al médico, al trabajo o al colegio sin problema. El ejemplo en Europa es ilustrativo con la bici como medio de referencia. Nos vamos a ir acostumbrando a esta idea», resume el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa.

Más de nueve kilómetros en itinerarios en Arenas de Iguña, otros tres y medio en Reinosa, conexiones del Pctcan con Bezana o San Cibrián. Son proyectos a corto plazo de la Consejería. Laredo, Torrelavega-Castañeda, Mompía-Santa Cruz de Bezana... También figuran. Incluso el aprovechamiento como senda ciclable del antiguo trazado del Santander-Mediterráneo a la altura de Villaescusa (en este municipio se aprovechó también el trazado del antiguo Astillero-Ontaneda y se colocó una pasarela en la senda del antiguo tren minero de La Orconera). Son casi 28 kilómetros más de obras a corto plazo, que se suman a los 36 (Camargo, Astillero, Cartes, Reocín, Limpias o Bezana) de los últimos cinco años.

«Se avanza, pero hay que ir más rápido», recuerdan en Cantabria ConBici a todas las administraciones de la región.