'Kirk' inunda las plantaciones de patatas de Valderredible y tumba los maizales

Lo peor de todo es que muchas parcelas han quedado «inservibles», afirma Raúl Guillarón, secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). «Estaba pendiente de recoger alrededor del 50% de la superficie plantada de maíz y las previsiones de producción eran muy altas: unos 60.000 kilos por hectárea y además de buena calidad. La alimentación anual de los animales depende de esta cosecha», concluye.

Claudio Sainz Maza, que tiene una explotación ganadera de leche en Entrambasaguas, decidió este año aumentar su plantación de panizos de 8 a 12 hectáreas. «Tardamos más de lo previsto en sembrar por el mal tiempo. Recién sembrado, no pudimos fumigar por la lluvia y entró la oruga. Tuvimos que replantar la mitad de la superficie y volver a fumigar», relata. «Hemos tardado en recoger también por la lluvia. Cuando por fin se ha secado el terreno, ha llegado la galerna y lo ha tumbado todo», continúa. «Si deja de llover, a ver lo que podemos recoger, pero una de las hectáreas está para que se la coman los pájaros», enfatiza.

La situación en el sur de la región tampoco es mejor. La reconocida patata de Valderredible está en peligro, al ser la más tardía del país. Por este motivo, estaba pendiente de cosechar el 90% del alrededor de 100 hectáreas que hay en el municipio. «Plantar una sola hectárea tiene un coste de unos 8.000 euros», explica Heraclio Gómez, gerente de Patatas Gómez. «La lluvia las ha ahogado por completo, incluso ha inundado los surcos», comenta. «Llevábamos dos semanas con más de 20 litros por metro cuadrado, pero el miércoles, especialmente, ha sido el caos total», añade. «La única solución que podría producirse para intentar salvar algo es que ahora se tirase un mes sin caer ni una sola gota, pero aún así va a ser muy difícil», afirma.

A todo lo anterior, además, suma otro problema. «Aquí la recogida de la patata se hace por cuadrillas que van de plantación en plantación. Ahora no pueden trabajar, pero cuando puedan todos querremos que vengan a la vez y será complicado», añade.

Los restos del huracán 'Kirk' también han tirado al suelo en Valderredible gran parte de los girasoles y el maíz que se iba a comer el ganado.