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Si los ganaderos no tenían suficientes problemas en 2023, a final de año les ha llegado otro también en forma de enfermedad. La lengua azul, que en otras épocas causó estragos, ha aparecido de nuevo a Cantabria. Sin embargo, en esta ocasión -al ... menos, de momento-, lo ha he hecho con un impacto menor. Solo diez animales se han visto afectados de una cabaña ganadera compuesta por 98.327 cabezas.
Lo único bueno que tiene la lengua azul es que es una vieja conocida para los profesionales del sector primario. Y existe vacuna. «El 11 de diciembre comenzamos con la vacunación y en la actualidad ya hemos inoculado a 4.000 ovejas y a nueve vacas, estas últimas por su necesidad de desplazamiento a otros puntos de Europa», explica el consejero de Ganadería.
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«Las vacunas, de los serotipos 4 y 8, las pedimos el mismo día que se declaró el foco con los primeros tres casos, el 13 de noviembre, y esta última semana de diciembre se han recibido las vacunas para el resto de la cabaña ganadera. La campaña para las vacas comenzará a lo largo del mes de enero», añade Pablo Palencia. Desde ese 13 de noviembre, hay que sumar otros dos positivos el día 24 del mismo mes y cinco más el pasado 1 de diciembre.
Los diez casos de lengua azul se han concentrado en cuatro comarcas ganaderas diferentes: Solares, Torrelavega, Cabezón de la Sal y San Vicente de la Barquera. Los municipios, por el momento, afectados son Medio Cudeyo, Ribamontán al Monte, Liérganes, Suances, Valdáliga, Cabezón de la Sal, Val de San Vicente y Herrerías.
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