Recién llegada a este negociado, la nueva gerente del SCS, Celia Gómez, reconoce sin tapujos el negativo resultado que le toca analizar, aunque tiene claro que «se trata de un repunte accidental», motivado por «dos elementos que han influido de manera directa: la OPE (Oferta Pública de Empleo) y, en menor medida, la huelga médica registrada en Valdecilla». Siguiendo la política de transparencia que quiere promover la Consejería en esta nueva etapa, Gómez comparte su valoración de la situación reconociendo «un incremento del 10% en la lista de espera quirúrgica» que obligará a tomar medidas «para ir absorbiendo esa bolsa de pacientes acumulada» (959 más respecto al pasado diciembre). Y recuperar así -añade- la «senda que se había logrado la pasada legislatura, en la se mejoró mucho, en comparación con los datos de 2015, manteniendo un descenso paulatino. Sin embargo, ahora nos encontramos con este incremento de casi mil pacientes», un dato que prácticamente se corresponde con las intervenciones que se han tenido que suspender en estos meses «por la falta de profesionales afectados por la convocatoria de la OPE, principalmente».
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5.803
pacientes figuran en la lista de espera de Valdecilla, con una demora media de 91 días.
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2.596
intervenciones pendientes acumula Sierrallana, con una demora media de 92 días.
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1.223
personas esperan a ser operados en Laredo, donde la demora es de 62 días de media.
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1.223
A 30 de junio de 2019
En este sentido, la gerente recuerda que 2019 está siendo el gran año de las oposiciones sanitarias, tanto en número de especialidades llamadas a estabilizar su puesto de trabajo (mueve a más de 17.000 aspirantes) como en plazas. Y la alta tasa de interinidad que arrastran las plantillas de la sanidad pública ha hecho que los exámenes alterasen el ritmo habitual de los servicios en todos los hospitales de la región. Como apunte, el 72% del personal de enfermería de quirófano se ha presentado a las oposiciones. Y entre los médicos, los interinos representan entre el 40% y el 80% del total, una horquilla que varía en función de los servicios.
«Hay que revisar la planificación de las oposiciones para que no tengan una incidencia tan alta en la actividad quirúrgica»
Celia Gómez | Gerente del SCS
«Ha habido especialidades en las que las oposiciones han tenido un alto impacto, como Cirugía General, Ginecología, Traumatología o Anestesiología», señala Gómez. De ahí que, a la hora de hacer el recuento de cirugías en cola, estos servicios hayan salido peor parados respecto a los registros de diciembre. Así por ejemplo, en Traumatología, que es la especialidad que siempre concentra el grueso de los pacientes a la espera de una intervención quirúrgica, fruto del progresivo envejecimiento poblacional y de las patologías asociadas a él, se ha pasado de los 2.954 apuntados en diciembre a los 3.484 de junio; en Cirugía General y Digestivo se han acumulado 114 pacientes más (de 1.440 a 1.554), y en Ginecología se han añadido 45 a los 388 que ya aguardaban la llamada para operar seis meses atrás. También Oftalmología, que es otra de las especialidades de mayor demanda, ha empeorado sus cifras, con 1.777 intervenciones pendientes de hacer frente a las 1.545 que tenía al cierre de 2018. En el otro lado de la balanza mejoran las listas de Otorrinolaringología (de 506 a 424), Cirugía Infantil (de 290 a 274 pacientes), Cirugía Plástica (de 322 a 305) y Cirugía Torácica (de 30 a 21) y se mantiene la situación de Cardiología, con sólo doce operaciones en cola. En el desglose por hospitales, la lista de Valdecilla cuenta con 5.803 pacientes, con una demora media de 91 días; la de Sierrallana tiene 2.596 pacientes, con 92 días; y Laredo, 1.223, con 62 días.
Permisos y oposiciones
«Muchos profesionales han pedido permisos y vacaciones para poder preparar bien los exámenes, lo que en determinados momentos ha llevado a tener que reducir la actividad quirúrgica». Ya en enero, la Gerencia de Valdecilla tuvo que limitar los permisos de reducción de jornada laboral «para garantizar la actividad asistencial y quirúrgica» en vista de que la falta de anestesistas había obligado a reducir las primeras cirugías programadas. En aquel momento, el número de pacientes aplazados no era llamativo dentro de las grandes cifras del hospital, pero la OPE no había hecho más que empezar, y la preocupación era que ese efecto se extendiera con el resto de especialidades quirúrgicas, como así ha sido.
Listas de espera por especialidades
A 30 de junio de 2019
Especialidad | Pacientes
Traumatología | 3.484
Oftalmología | 1.777
Cirugía Gral. y Digestivo | 1.554
Urología | 685
Ginecología | 433
Otorrinolaringología | 424
Cirugía Plástica | 305
Cirugía Infantil | 274
Neurocirugía | 268
Cirugía vascular | 197
Cirugía maxilofacial | 188
Cirugía torácica | 21
Cirugía cardiaca | 12
«En proporción, la repercusión ha sido mayor aún en Sierrallana, debido a que tiene un porcentaje más elevado de interinos», sostiene Gómez. En este sentido, la gerente subraya que estas oposiciones, «que eran muy esperadas», suponen «una inversión de cara a tener una plantilla más estable, algo muy importante sobre todo en los hospitales comarcales», donde cuesta más fidelizar a los profesionales -por eso son los más perjudicados por el déficit de facultativos-. Sin embargo, opina que las consecuencias que tiene esta macro-oposición sobre las listas de espera «nos lleva a una reflexión: y es que se debe revisar la planificación de las oposiciones para que no tengan una incidencia tan directa en la asistencia. Tenemos que buscar la forma de conciliar los derechos laborales de los trabajadores con los de los pacientes». En definitiva, apostilla, «darle una vuelta para mantener la convocatoria periódica de OPEs sin que tenga una incidencia tan alta en la actividad quirúrgica». Una incidencia que se traduce en unas 900 intervenciones suspendidas en el primer semestre del año. La mayoría de ellas, por volumen de actividad, se cayeron de la programación de Valdecilla. «Se vieron afectadas 650 por la ausencia de profesionales derivada de las oposiciones, más las 76 que hubo que aplazar con motivo de la huelga médica», explica la gerente. «En Sierrallana se suspendieron 240 operaciones y en el Hospital de Laredo, otras 50», aunque en este recuento, que «supera el millar» -precisa- se incluyen también las suspensiones por otras causas, como las cirugías programadas desplazadas por una de urgencia.
No obstante, Gómez destaca que «el rendimiento quirúrgico ha sido eficiente, los datos son buenos; el saldo entre entradas y salidas se mantiene». Y la prueba, añade, es que el aumento en el número de pacientes pendientes de operar apenas ha supuesto variación en la demora media. «Es un indicador de que se ha gestionado bien la cola». Cabe recordar que hace justo doce meses se alcanzaba el mejor registro de la serie histórica, con 71 días de media, aunque ya en diciembre se había vuelto a los 86,9 días. Y si entonces se destacaba que por primera vez se habían suprimido las esperas de más de un año, ahora Gómez señala que «hay quince pacientes» en esa situación, al tiempo que se han añadido un centenar de casos a los que tienen por delante más de seis meses para ser operados, que suman 1.144.
Desde la Gerencia «ya se trabaja» en las medidas para «intentar recuperar el ritmo y que la curva de subida se estabilice y no aumente más», subraya, consciente de que aún hay profesionales que tienen por delante su cita con las oposiciones, «aunque esperamos que tengan un efecto menor». Entre las soluciones se plantea retomar la actividad quirúrgica en horario de tarde, reducida por esa falta de personal derivada de la preparación de los exámenes en los que se jugaban su cotizada plaza fija. El objetivo es, pasado el verano, reactivar la programación e intentar aligerar las listas de espera. «Aunque volver a recuperar los números que tenía el SCS requiere un esfuerzo importante», admite Gómez. De entrada, para intentar paliar ese «repunte» de las listas de espera «se ha aumentado este semestre la cirugía concertada, una solución que ayuda en una parte, pero que tiene sus limitaciones. En 2017 y 2018 supuso un 8% aproximadamente, mientras que este año vamos a llegar al 10%». De otro lado, «se seguirá potenciando la cirugía mayor ambulatoria (no precisa ingreso), que ya representa un 50% de las intervenciones, puesto que ahí tenemos margen de mejora».
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