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Cuando el expresidente catalán Jordi Pujol no quería responder una pregunta incómoda de un periodista pronunciaba una coletilla que se hizo muy popular: «Hoy no toca». Una salida similar tuvo esta tarde el presidente de la gestora nacional de Ciudadanos, Manuel García Bofill, la ... persona que se ha puesto al frente de la formación naranja tras la dimisión de Albert Rivera y hasta que el 15 de marzo se elija al nuevo líder en un Congreso Extraordinario, al ser cuestionado por la situación que atraviesa el partido en Cantabria. «De eso se puede hablar en otra ocasión».
A lo que se refería García Bofill es a la dimisión de su barón territorial, al nombramiento provisional de un nuevo portavoz, al cisma que existe en el Grupo Parlamentario en la Cámara autonómica, a los enfrentamientos entre su cúpula y las peticiones que han hecho varias asambleas locales para que alguno de sus diputados dejen el acta y abandonen sus actuales responsabilidades. García Bofill visitó Santander acompañado de otro de los portavoces de la gestora estatal, el expresidente socialista de Baleares Joan Mesquida, con la única intención de participar en una asamblea de afiliados y explicarles el proceso congresual que servirá para acordar una nueva estrategia política y que acabará, salvo sorpresa, con Inés Arrimadas como presidenta de Ciudadanos. De ahí no se movió. La única referencia cántabra que ve «esperanzado» el futuro de la formación en la comunidad autónoma.
«Se empieza a ver la luz de una situación que ha generado cierta incertidumbre», apuntó García Bofill, uno de los fundadores de Cs, aunque su perfil sea desconocido fuera del partido. El presidente de la gestora reconoció que en momentos como el que vive actualmente la formación, después de la debacle electoral del 10-N, «afloran ciertas tensiones, aflora la pluralidad, las discrepancias. Es lógico que pase esto en un congreso congresual. Lo importante es saber cerrarlo y cargar el partido de argumentos y razones».
Sobre la petición de algunas asambleas locales de Cantabria que reclaman la dimisión como diputado de Félix Álvarez por no cumplir con la Carta Ética de Ciudadanos al no decir la verdad en un Comité Autonómico en lo relativo a contratación de Rubén Gómez como asesor en el Parlamento, señaló que ese es un asunto que no está en el ámbito de actuación de la gestora. «Hay un canal ético. Si alguien cree que ha habido un incumplimiento, recuerdo que es su obligación comunicarlo al partido», apuntó García Bofill, al que no le consta que se haya recibido ninguna comunicación al respecto. Y sobre el cese sin explicaciones de la Ejecutiva de Santander, decretada por la Comisión de Garantías, apuntó que estas acciones se hacen con «discreción» y sólo se comunican a las personas afectadas.
Ante unos 150 afiliados necesidad de «escuchar a las bases» y reflexionar «de forma constructiva» sobre el futuro del partido. «Hemos buscado un contacto muy próximo con las bases para que el documento esté impregnado del sentir de todas las partes: creo que se ha conseguido», indicó, y calificó de «hito histórico» para Cs el relevo de presidente. Según sus palabras, el objetivo es «ilusionar» con un «amplísimo consenso», ya que la formación naranja «es ahora más necesaria que nunca».
Una opinión con la que ha coincidido Joan Mesquida, que ha apuntado a que «también se debate el espacio político que debe ocupar Cs». «El centro liberal progresista», ha dicho, «es más necesario que nunca» ahora que PP y Vox se inclinan «hacia la derecha» y PSOE y Podemos «hacia la izquierda». Por último, Mesquida ha avanzado que «hay mucho talento interno» que va a permitir a Cs «implementar su estrategia de futuro».
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