Borrar
Ansola
Las luces de Correpoco

Las luces de Correpoco

Leyendas de aquí ·

En diciembre de 1979 muchos testigos vieron una caravana de luces. Tal vez fueran ovnis volando raso. Tal vez un camión

Aser Falagán

Santander

Sábado, 13 de noviembre 2021, 07:38

Solo les puedo asegurar –y solo por lo que he leído y me han contado, que yo no estaba allí– que aquello no eran farolas. Y la navaja de Ockham dice que probablemente tampoco ningún fenómeno extraño, pero yo me limito a contárselo.

Otoño de 1979 en Cabuérniga. El invierno tarda en llegar. Gabriel Iglesias conduce el 2 de diciembre de Correpoco a Fresneda.Son las ocho y media y ya es prácticamente noche cerrada, pero se sabe la carretera de memoria.De pronto ve una estrella que se mueve.Una estrella fugaz, tal vez, pero el caso es que cada vez es mayor, más luminosa y mantiene su trayectoria descendente sin que el resplandor se desvanezca, así que decide pararse para ver qué es aquello.

Aquella luz amarilla, cada vez más potente, parece observarle, como un cañón de iluminación que apunta hacia la caja escénica desde el fondo de la sala. Y de pronto se gira, como mirando hacia la carretera de Reinosa; lo justo como para vislumbrar que no es la única, que hay otros focos menos intensos; pequeñas luces de color morado hasta entonces tapadas o cegadas por el gran foco; como una larga comitiva flotante de dos docenas de objetos, o luces, o de manchas provocadas por la persistencia de la retina, o lo que quiera que fuera aquello, moviéndose a toda velocidad sin hacer ruido. O también puede que el ruido lo amortiguara la distancia, si es que aquello, en plena noche, no flotaba sobre el cielo, sino que rodaba o se deslizaba sobre la carretera.

Después, al alcanzar una curva, más en concreto la del Pico del Castrón, se perdió en ella y desapareció tras el monte sin dejar ningún rastro luminoso ni volver a dejarse ver.

Por la descripción y la noche, el fenómeno bien podía haber sido sencillamente las luces de uno o varios vehículos

Gabriel Iglesias no fue el único en ver luces aquel día. Y no luminarias de carretera. También otros vecinos decían haber visto algo inusual aquel día, aunque no exactamente lo mismo.Emilio San Juan vio un haz luminoso hacia las diez de la noche recorriendo la carretera en lo que parecía ser una trayectoria descendente. También la tabernera, Carmen Ruiz, vio algún tipo de luz que identificó como los faros de un coche con las largas puestas, aunque pensó más en ello cuando, al día siguiente, Emilio lo comentó en el bar, de donde había salido la noche antes tras ver el fútbol en la televisión.

También un joven ganadero, Emilio García para ser exactos, aseguraba haber visto algo similar a aquella gran luz amarilla días antes sobre un lugar llamado Cueto de Perroiz, cuando bajaba de cuidar las reses. Todas las luces muy similares, pero en ningún caso un fenómeno idéntico, a tenor de los testimonios conocidos.

Nadie en Los Tojos vio nada extraño, o al menos nadie dijo nada a Ciove, un colectivo de ufólogos cántabros de la época

Donde no vieron las luces fue en Los Tojos, el primer pueblo tras el monte tras el que se ocultaron las luces y en la dirección hacia donde según todos los testimonios parecían dirigirse. Allí fue a preguntar la gente del Ciove, una asociación ufológica que había entonces en Cantabria. Y nadie les dijo nada. Imaginen la escena: los lugareños viendo a aquellos tipos que habían llegado a hablar de ovnis; a enredar, en definitiva, y las pocas ganas que tendrían de hablar, sobre todo de la rocambolesca historia de las luces misteriosas.

¿Qué ocurrió? Quién sabe. A ver: a esa distancia de la que hablaba; no menos de 400 metros, y siguiendo la trayectoria de la carretera, tal vez aquello fuera un camión o varios, que como es su costumbre dejan de verse cuando atraviesan una curva y un monte se interpone entre ellos y el observador. Además, el único testigo, o al menos el único testigo conocido, solo tenía visión en un ojo, con lo que la confusión resultaba más probable. Pero al fin y al cabo ya les he dicho que yo no estaba allí para verlo, así que tampoco les puedo decir mucho más.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Las luces de Correpoco