Lumbre y leña contra el intenso frío

En resumen, la Cantabria del interior se heló este martes. «Es lo normal, lo que no lo era es el tiempo que hizo hasta diciembre», afirma Jesús Velardo, vecino de Camaleño y propietario del hostal El Caserío. «Más que el frío, lo que me sorprende es que no nieve tanto como antes», recalca. Unos kilómetros más arriba, en Fuente Dé, se ubica una de las 19 estaciones de medición que tiene la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Lleva un par de días registrando una de las temperaturas más bajas. Pocas personas residen allí durante todo el año, pues la mayoría son negocios turísticos que giran en torno al teleférico. Irela Casado es una de ellas. Regenta el hotel restaurante Rebeco, que hoy reabre sus puertas. «Dentro no se nota, pero sí que ha bajado muchísimo la temperatura. Del sábado al domingo, unos diez grados nada menos», explica. «No ha nevado mucho y para nosotros, los hosteleros, es bueno porque los paisajes blancos atraen a los visitantes», subraya. También deja una receta para combatir los rigores del invierno: «Una buena chimenea y un buen plato caliente. Es lo que más trabajamos en esta época. El cocido lebaniego es la estrella», subraya.

En la otra punta de la región, en San Roque de Riomiera, Flori Castillo anda trajinando tras el fogón. «Yo estoy muerta de frío, es que aquí arriba hay un valle glaciar y baja el viento derecho desde Lunada», relata mientras atiza la lumbre. Regenta el bar restaurante Casa Vicente, aunque reside en Merilla. «Lo que más trabajamos son los platos de cuchara, que es lo que pide el cuerpo para entrar en calor estos días», relata.

En Tresviso, la radiografía fue prácticamente la misma, aunque con una particularidad. Allí la mínima fue de -1,6 grados, pero es que la máxima se quedó en -0,3º. Algo parecido a lo que sucedió en otros puntos como Reinosa, Cubillo del Ebro o Polientes (ambos, en Polientes).

En Cantabria, sólo se ha librado de lo peor de Juliette la franja costera. Aunque allí, el mercurio de los termómetros tampoco subió demasiado. En ningún lugar se superaron este martes los diez grados. La máxima la registró San Vicente de la Barquera (9,3º), seguida de Bárcena de Cicero (9º) y el aeropuerto Seve Ballesteros (8,8º). Nada que ver con los 16º grados bajo cero de Molina de Aragón, en Guadalajara, ni el metro de nieve que cayó en Mallorca. «Ha sido una noche muy fría para encontrarnos a las puertas de la primavera meteorológica», valoró el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.

A pesar de que los rigores del temporal asociado a Juliette fueron este martes menores, su influencia también afectó al tráfico rodado. De hecho, la Dirección General de Tráfico activó desde la mañana la alerta en la Autovía de la Meseta (A-67) desde la localidad de Pesquera. La DGT advirtió durante todo el día en su página web de «circulación condicionada» por «meteorología adversa en forma de nevada». Eso sí, en ningún momento subió de nivel, por lo que pudieron circular sin problemas todo tipo de vehículos, incluso los pesados como camiones y autobuses. Tampoco se exigió el uso de cadenas.

En la red autonómica continuaron cortados los puertos de Estacas de Trueba y Lunada y eran necesarias las cadenas o los neumáticos de invierno en Palombera y el acceso a la estación invernal de Alto Campoo. La instalación que gestiona la empresa pública Cantur abrió su puertas, aunque de manera testimonial después de que el lunes se viese obligada a cerrar. este martes sólo estuvo operativa la zona de Calgosa (la más baja), aunque lo hizo bajo un fuerte ventisca. Alto Campoo fijó una tarifa especial reducida de 16 euros para el 'forfait' –el pase– de los adultos y 11 para el de los esquiadores infantiles.

También presentaron problemas por nieve y hielo los puertos de Piedrasluengas –tanto desde Puentenansa como desde Potes– y La Matanela –desde San Roque de Riomiera–.

Este miércoles se estrena la primavera meteorológica, que se extenderá hasta el próximo 31 de mayo, y lo hará con más frío y nieve. La Aemet mantiene activa varias alertas amarillas (las de menor nivel) en el centro de la región, Liébana y la zona de Campoo. En estos dos últimos puntos, se podrían llegar a acumular hasta cinco centímetros de nieve y las temperaturas mínimas, sobre todo en las zonas más al sur, podrían llegar hasta los seis grados bajo cero. La cota de nieve se situará en torno a los 200-400 metros, aunque subirá a los 300-500 a lo largo del día. Habrá heladas generalizadas en toda la región y el viento soplará flojo variable.

El panorama, al menos de frío, no mejorará este jueves porque, tal y como estaba previsto, Juliette enlazará con un frente de bajas presiones que dejará en Cantabria más inestabilidad. La única alerta que mantiene activada la Aemet es en Liébana por temperaturas que podrían desplomarse de nuevo hasta los seis grados bajo cero.

El viernes desaparecen todos los avisos, pero seguirá haciendo frío. Ascenderán ligeramente las temperaturas mínimas, sobre todo en la zona oriental, y en las máximas no habrá cambios.

El fin de semana el tiempo seguirá inestable, aunque es probable que el domingo se dejé por fin ver el sol.

«Estos días ando muerta de frío, que aquí arriba hay un valle glaciar y el viento viene derecho desde Lunada. En el restaurante, lo que más trabajamos en estas fechas son los platos de cuchara, que es lo que pide el cuerpo»

«Aquí ha bajado muchísimo la temperatura. Del sábado al domingo, diez grados nada menos. La mejor receta para combatir el frío son una chimenea y un buen plato caliente, como los que ofrecemos en el restaurante»