

Secciones
Servicios
Destacamos
Dice que «siempre» lo tuvo claro porque, de alguna manera, «en el fondo te sientes maestra». Como si la profesión le hubiera elegido a ella ... desde pequeña. «Siempre me ha gustado aprender, tenía mucha curiosidad y me encantaba trabajar con gente», explica María Jesús Peredo. Y la docencia reunía los tres puntos, así que no tuvo dudas. Durante más de cuatro décadas se ha dedicado a enseñar en el colegio concertado Ángeles Custodios de Santander. Eso hasta hace dos años, cuando se jubiló. Aunque cree que nunca dejará de serlo porque, casi sin darse cuenta, hace las veces de profesora con sus nietos. Les enseña y aprende con ellos.
Para ella es un «orgullo» poder decir que se ha dedicado toda la vida a ser maestra. Empezó dando clase en Formación Profesional. En esas clases se topó con mujeres «con ganas de incorporarse a la sociedad y afán de buscar su hueco», comenta Peredo. Después pasó a enseñar en Secundaria y los últimos años fue profesora de apoyo en Matemáticas y Ciencias. Recorrer todo ese camino profesional ha sido «un privilegio» porque ha podido desarrollar la que era su ilusión. De ahí que la jornada de ayer fuera «muy especial». Se refiere al acto organizado en el Palacio de Festivales para conmemorar el Día del Docente y rendir homenaje a los docentes jubilados en los cursos 2019-2020 y 2020-2021: en total, 541 personas.
María Jesús Peredo
Profesora jubilada
Evaristo Arroyo
Profesor jubilado
Marina Lombó
Consejera de Educación
En la larga lista de docentes que pusieron el punto final a su carrera durante la pandemia está también Evaristo Arroyo, que a lo largo de cuarenta años ha podido conocer diferentes centros educativos de la comunidad autónoma. Desde Puentenansa hasta Guarnizo pasando por Cabuérniga y Arenas de Iguña. «Volvería a hacer el mismo recorrido», admite. Sobre todo los pasos que le permitieron estar en las zonas rurales, donde, según define, «los alumnos son más puros». Unos años de trabajo que le ayudaron a ser el maestro «que tenía que ser». Lo cuenta con orgullo. Por eso invita a cualquiera que tenga ilusión y ganas de dedicarse a la docencia a buscar un hueco en algún centro ubicado en el mundo rural: «Es una experiencia más profunda», resume. ¿Por qué eligió la docencia? «En mi familia había varios maestros», reconoce. Así que casi llevaba en las venas esas ganas de «querer enseñar» y que sus palabras «se entiendan». Estuvo en Educación Infantil y luego ocupó el puesto de tutor en quinto y sexto de Primaria. Ahora, jubilado, está «muy contento», reconoce. De esos cuarenta años de carrera profesional que terminaron en 2019 solo echa de menos «el trato directo en el aula». No tanto los trámites administrativos, el papeleo... Ni esa tendencia a «caer en el error de pensar sólo en número de matrículas».
En el acto de homenaje estuvo presente Marina Lombó, consejera de Educación y Formación Profesional, que agradeció a la comunidad educativa su «esfuerzo y compromiso» durante la crisis sanitaria. «Las palabras de agradecimiento se quedan cortas», insistió. Junto a ella, también acudieron Miguel Ángel Revilla, presidente cántabro, y Ainoa Quiñones, delegada del Gobierno, entre otros representantes institucionales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.