La marea de microplásticos de los pellets no ha llegado a la costa cántabra

El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Roberto Media, ha asegurado hoy que no les consta que haya restos de estos contenedores -cayeron seis al mar- en ninguna playa de Cantabria y tampoco han recibido avisos de Protección Civil o el 112 por llamadas de vecinos alertando sobre este asunto. De todos modos, el Ejecutivo cántabro ha activado este mediodía la fase de preemergencia del Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (Platercant) ante el avance por la costa occidental del vertido. Se pone en marcha, por tanto, seguimiento, coordinación y preparación, que no conlleva la declaración de la emergencia, al objeto de hacer una evaluación exhaustiva de la situación y de procurar una mayor coordinación entre los organismos con competencias en materia medioambiental y de gestión de emergencias.

Los técnicos de las consejería, ha dicho Media, ya están trabajando sobre el terreno en los arenales más cercanos a Asturias por si hubiera algún resto. «Aquí no nos consta que haya llegado o que vaya a llegar en un plazo cercano. En caso de que se detectara algún resto, rápidamente se procedería a su limpieza y contención para evitar esos vertidos», ha señalado Media, quien ha evitado cualquier comparación con la desgracia del Prestige: «Estamos hablando de un contenedor de 20 toneladas de pellet, no se podría asemejar».

El Gobierno de Cantabria ya ha mantenido contactos tanto con la Xunta de Galicia como con el Principado de Asturias e intentará establecer comunicación con el Ministerio de Medio Ambiente «para poder estar prevenidos y colaborar institucionalmente, pero yo creo que a día de hoy es muy improbable que esto pueda pasar», ha dicho el consejero.

Sin embargo, algunas organizaciones medioambientales, como Centinelas o Valdearenas Limpia, no descartan que parte de esos millones de bolitas de plástico, que ya han bautizado como 'marea blanca' (la negra fue la del Prestige), acaben viéndose en Cantabria. «Llegarán sin duda, pero no hemos visto todavía las bolsas en las que vienen, son las sacas en las que estaban almacenados en los contenedores que cayeron al mar», según el colectivo Valdearenas Limpia. Desde Centinelas, una de sus portavoces, María Grijuela, lamenta que la noticia haya tardado tanto en salir en los medios de comunicación, «llevamos desde el 26 de diciembre advirtiendo de ello». Sus voluntarios ya se han puesto en contacto con Noia Limpia, el colectivo gallego que se está encargando de hacer el seguimiento en las zonas más afectadas por las diminutas esferas blancas, también conocidas como lágrimas de sirena o 'nurdles'. «Nosotros estamos alerta, llevamos días avisando por redes sociales de que si alguien ve sacas o acumulaciones de pellets manden la información a nuestro correo electrónico info@centinelascantabria.com. Nosotros confirmaremos los datos y se lo enviaremos a Noia Limpia», señala Grijuela.

Desde la Red de Varamientos del Gobierno de Cantabria (Revarca), observan la evolución del incidente con preocupación. «Muchos de los peces de nuestro litoral se alimentan de detritos, de restos orgánicos suspendidos o depositados en el fondo. Cuando uno de estos peces ingiere estos pequeños plásticos equivocándolos con materia orgánica y este a su vez sirve de alimento para nuestros cetáceos, el plástico causa un impacto en poco tiempo en toda la cadena trófica. Si ya en los últimos cetáceos varados encontramos mucho plástico atorándoles los intestinos, esto podría agravar más aún nuestro problema con los plásticos marinos. Por ello, atendemos a la evolución del suceso, dispuestos a colaborar en lo que sea, si hiciera falta», explica Diego de Vallejo, responsable de comunicación de Revarca.

La Unidad Especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado ha abierto diligencias de investigación sobre el vertido de pellets de plástico que ha llegado a las costas de Galicia y Asturias. Esta unidad ya abrió expediente de seguimiento de la situación el día 4 de enero.

Ahora lo que toca, dicen los colectivos medioambientales, es «estar con los ojos abiertos». No se refieren solo a sus voluntarios, sino a toda la sociedad cántabra. Hay que fijarse, sobre todo, en las sacas o en grandes acumulaciones, porque bolitas blancas de pellets hay todo el año en las playas de la región, pero lo que debe de alertarse son grandes acúmulos.