Medalla de oro a la valentía

Desde esa jornada no habían vuelto a coincidir: «No hemos tenido mucho contacto. Ocurrió el suceso y no lo olvidas, pero no fue a más», admitía Fernando. No obstante, el acto volvió a juntarlos porque el médico también recibió una Medalla de Plata por su intervención en el suceso. Un reconocimiento que también destaca su protagonismo en el rescate de un accidentado en el Pico San Vicente de Ramales de la Victoria, en el mes de junio.

El joven prefirió no hablar y, en silencio, recibió el cariño de quienes acudieron al Palacio de Festivales a mostrarle su apoyo. Mientras el profesional volvía a insistir en la actitud de Nicolás durante el accidente y, en concreto, la sorpresa al enterarse de su edad. «Su actuación nos dejó a todos atónitos», subrayó. «Este día ha servido para poder charlar. Me apetecía verle y saber cómo estaba».

La tercera Medalla, también de Plata, fue entregada al Equipo de Intervención de Protección Civil y a los bomberos autonómicos por su intervención en ese y otro rescate de gran dificultad que sucedió durante la Nochebuena de 2020, en San Roque de Riomiera, y que tuvo como protagonista a una familia de Madrid.

En aquella intervención participó Pablo Calvo, jefe del parque de bomberos de Villacarriedo, que este lunes recibió la medalla con «mucha ilusión» porque –más allá de esos dispositivos destacados–, el acto reconoce el trabajo diario del equipo. El 24 de diciembre de hace dos años, justo cuando los profesionales se disponían a cenar, llegó la alerta. Aquel dispositivo se prolongó durante varias horas: «Volvimos sobre las ocho de la mañana», cuenta. Eso sí, «aliviados» tras conseguir rescatar a la familia. Momentos en los que «sientes mucha satisfacción», añade.

También el Equipo de Intervención de Protección Civil fue premiado por la coordinación del rescate de un hombre de 67 años, natural del País Vasco, que en junio sufrió una caída desde unos seis metros en la cumbre del Pico San Vicente, en Ramales de la Victoria. El traslado y el porteo duraron aproximadamente cinco horas. Miguel Gómez, miembro del equipo, admite que la Medalla es una ilusión porque reconoce «la trayectoria del servicio que está activo desde hace 33 años», explica. En la unidad son compañeros y «ninguno es más que nadie», una de las claves que marca sus intervenciones. Esa junto con la dedicación y el entrenamiento diario. «Estoy orgulloso de pertenecer al equipo y de los compañeros que tengo. No solo por su trabajo, también por su dedicación», subraya. Asimismo, durante el evento, el Ejecutivo autonómico condecoró también con diplomas la colaboración de personas físicas y jurídicas en situaciones de emergencia como la pandemia del covid.