

Secciones
Servicios
Destacamos
Llamar al centro de salud para pedir cita o realizar una consulta y que al otro lado descuelguen el teléfono a la primera es ... una utopía. En el lado del que llama, el grado de malestar va en función de la paciencia que tenga y del tiempo invertido en reintentos fallidos. Las críticas acaban expresándose al personal de Atención Primaria cada vez con más frecuencia y tienen su reflejo en el número de reclamaciones, aunque el dato no se haga público (este periódico lo ha solicitado sin obtener respuesta alguna de Sanidad). Pero lo que ocurre al otro lado, mientras suena el teléfono sin dar tregua, «la población no lo sabe, desconoce en qué condiciones estamos trabajando», se defienden los profesionales sanitarios. «A destajo», resume una facultativa que en las últimas semanas ha tenido que asumir el cupo de pacientes de dos compañeros, uno de vacaciones y otro de baja.
«No nos da la vida. Estamos desbordados, asumiendo el seguimiento de los pacientes covid, pero dando continuidad de cuidados a todo los demás». Y la situación se repite por los cuatro costados de la región, con más apuros en las zonas con mayor densidad poblacional y afluencia de visitantes, y «con una tensión creciente, tanto entre los pacientes como entre los propios compañeros, porque el día a día nos atropella», confiesa Jesús Celada, médico de familia de Puente Arce. «La gente está nerviosa, quiere soluciones rápidas, pero ahora no se las podemos dar. La población está haciendo una vida casi normal, pero nuestra situación es absolutamente anormal», añade. «Parece que se olvida que estamos en medio de una pandemia», lamenta otra facultativa que trabaja en el centro de salud de El Astillero.
Desde la Gerencia del Servicio Cántabro de Salud se auguró un «verano con muchas dificultades» en Atención Primaria, pero el rebrote de covid-19 la ha llevado «al límite», apuntan al unísono los sindicatos. La falta de personal que arrastran los centros de salud desde hace años, que en las épocas en las que convergen periodos de descanso y mayor demanda asistencial se agrava, ha llegado a un punto que ya es «insoportable», comenta una pediatra de Camargo después de cerrar una semana con una media diaria de 70 citas, una de cada tres presenciales y el resto telefónicas. «Más los avisos a domicilio».
a corto plazo
«El problema es que tenemos una autocobertura bestial y eso lo descompensa todo. Hay que informar a la población de que los centros de salud no están cerrados, sino que nos hemos adaptado a las circunstancias impuestas por la pandemia, porque la gente viene con crispación».
En los dos últimos meses ha habido centros de salud que han encadenado múltiples jornadas con la mitad de la plantilla médica. Y algunos incluso con menos, caso del de Isabel II, en Santander, como cuenta el médico José Antonio García del Río, que lo ha sufrido, prolongando su jornada un día sí y otro también por las tardes, «trabajando lo mejor que sabemos para la comunidad, en medio de una gran presión asistencial», pero «con una sensación de abandono» por parte de los gestores sanitarios.
El propio consejero, Miguel Rodríguez, reconoció la semana pasada «problemas» derivados de la carencia de sustitutos e insistió en que las bolsas de contratación están vacías y que no tienen refuerzos de los que tirar. Pero los profesionales van más allá: «La Atención Primaria es una bomba de relojería en plena explosión», «la sobrecarga es brutal», la «coordinación sentimos que brilla por su ausencia» y «la soledad de los profesionales es gigantesca». Es el resumen del sondeo realizado entre un grupo representativo de médicos de familia y pediatras del Servicio Cántabro de Salud, que confirman la «asfixia» mientras piden «respeto y responsabilidad ciudadana» para lo que tienen por delante, que «va a ser la locura».
más complicaciones
«El verano está siendo muy difícil y cada vez va a peor», declara la pediatra Carmen Madrigal, del centro de General Dávila, donde tiene a su cargo la cobertura de «más de 3.000 niños», equivalente a tres cupos. El suyo, el de una compañera ausente y el de otro exento por enfermedad grave de atender patología susceptible de covid. Y entre tanto, días en los que ha recibido pacientes de otro centro que directamente se había quedado sin pediatra.
«Eso hace incompatible poder hacer un buen seguimiento de los niños con patología crónica», expone. Con el repunte de contagios y de otros procesos víricos, que también han tenido un mayor impacto en los menores, «ha aumentado tanto la petición de pruebas PCR, para confirmar o descartar el diagnóstico, que ya es imposible realizarlas a las 24 horas, ni incluso a las 72 horas», declara.
SOBRECARGA
«La sensación que tenemos es de frustración, de que estamos trabajando más que nunca y con una falta de medios cada vez más evidente. Hemos bajado la calidad de la atención prestada y tenemos el temor de que se nos vaya de las manos en cualquier momento. La gente necesita transparencia, hay que describir a la población la realidad que vivimos en los centros de salud», reivindica Madrigal. Y esa realidad en las consultas de Atención Primaria consiste en jornadas en las que «podemos llegar a recibir 600 llamadas al día; ¡cómo no se va a colapsar la centralita!», cuenta una médico de familia de El Astillero que también ha llegado a acumular una demanda diaria de 68 citas. «Hay días que no llegamos a atenderlas todas, así que se acumulan para el día siguiente». En este sentido, aclara que «al trabajo añadido por el covid, con la detección de los casos sospechosos, la gestión de las pruebas PCR y el seguimiento de su evolución, está todo lo demás, todo el trabajo habitual. En nuestro caso, damos cobertura a cinco residencias de mayores. Pero somos invisibles, la percepción que hay es que estamos cerrados, cuando trabajamos más que nunca y estamos sobrepasados».
En la misma línea, una de las pediatras de Camargo recuerda que «la población no sabe que no hay recursos, que se producen jubilaciones de compañeros que no se llegan a cubrir, que nosotros también sufrimos bajas y que las vacaciones este año más que nunca eran una necesidad física». En definitiva, menos profesionales y más trabajo que asumir. «Y llega un momento en el que ya no temes sólo al contagio, sino que te da más miedo el error diagnóstico por la presión asistencial. En mi caso, que se me pase un niño grave por el poco tiempo que tengo para verlo. Esa es mi responsabilidad y vives con esa tensión», confiesa la pediatra de Dávila.
transparencia
Desde el SUAP de Suances, el médico Chema Muñoz asegura que «es el peor verano, sin duda, y aún no ha acabado. Los centros de salud ya estaban saturados antes, y con la pandemia, aún más: atender pacientes con sospecha de covid-19, gestionar la PCR, seguimiento, esterilizar las consultas, que supone más tiempo». Coincide en que «se nota que la gente está más tensa porque se complica el acceso a los centros de salud».
Con la crisis, una de las decisiones que adoptó el SCS fue anular la posibilidad de concertar cita previa a través de la web o directamente en el mostrador. Había que evitar la concentración de pacientes en las salas de espera y, con ello, la exposición al contagio. Ahora es el paciente el que llama, cuenta el motivo de su consulta y, a partir de ahí, el médico determina si tiene que acudir al centro en persona o no. «Esto nos facilita ver de forma presencial a los que realmente lo necesitan y liberar huecos en la agenda de las consultas burocráticas (partes de confirmación de baja, comunicación de resultados...), que son las que resolvemos por teléfono», explica la facultativa de El Astillero.
Y Antonio Ruiz, médico del SUAP de Meruelo, hace hincapié en que «hace falta educación sanitaria» en la población. Todos se preguntan: ¿Qué va a ser esto en invierno, cuando todo sean cuadros de tos, fiebre y malestar general, por covid, gripe y otros virus? Y comparten la advertencia: «Esto no tiene un fin ni un tope, si seguimos funcionando como islas, sin coordinación y con protocolos que llegan tarde, va a ser un caos».
«Los médicos no vivimos de aplausos, sino de una confianza mutua con nuestros pacientes.Sin eso, el sistema se viene abajo», declara Jesús Celada desde la consulta de Puente Arce en la que atiende a diario «a una media de 55 personas, muy por encima del máximo de 35 que era lo establecido, y un tercio de ellos de forma presencial». Con resignación, sostiene que «de momento no hay otra manera» de afrontar esta crisis sanitaria marcada por «un gran esfuerzo de los profesionales y también de los pacientes, aunque no lo entiendan bien». Pero recuerda que con la pandemia «se canceló el sistema de citas y estamos viviendo una desorganización». Y lo peor, añade, «es la incertidumbre, no vemos salida». Los médicos cuentan con que el repunte del verano es sólo un anticipo de lo que vendrá en el otoño-invierno. Por eso, Celada insiste: «Nunca pedimos los aplausos, pero ahora pedimos comprensión y responsabilidad a la población». Un llamamiento que suscriben al dedillo sus compañeros.
«Solidaridad y espíritu cívico», demanda José Antonio García del Río, médico de familia del centro de Isabel II. «Esta situación no va a terminarse de la noche a la mañana y hay que pensar en un modelo de atención sanitaria que permita seguir cuidando de la población y atender la pandemia. No se puede vivir en la provisionalidad». Lo que está claro, sostiene, «es que hacer el trabajo asistencial y el de salud pública a la vez con menos de la mitad de la plantilla, no puede ser. Es materialmente imposible».
Y el remate, añade elSindicato Médico, es que «Sanidad quita médicos y enfermeras de los centros de salud, que ya están en cuadro, para incorporarlos como rastreadores. Lo hacen por no contratar a más gente y están hundiendo más aún la Atención Primaria».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.