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Ana Rosa García
Santander
Lunes, 7 de noviembre 2022, 14:02
Cerca de 200 médicos de familia y pediatras del Servicio Cántabro de Salud han acudido esta mañana a la asamblea convocada por el Sindicato Médico ... para conocer en qué punto están las negociaciones y compartir los motivos que les han llevado a secundar la huelga de Atención Primaria, «una oportunidad para defender nuestra profesión y una asistencia de calidad para nuestros pacientes», como expuso un emocionado Vicente Alonso, el miembro más veterano y beligerante del comité. Por cada uno de esos profesionales, una media de 1.500 personas que hoy no han tenido a su médico disponible. «No queremos más dinero, queremos trabajar con dignidad. Y con más de 60 pacientes al día no se puede», clamó uno de los asistentes, en el primer día de su primera huelga en 30 años de carrera. «¿Te haces a la idea de hasta qué punto llega el hartazgo, verdad?». Ese testimonio resume el sentir de los profesionales que han abarrotado el salón de actos del Colegio de Médicos, que allí mismo votaron sobre la marcha continuar la protesta frente a la puerta de la Consejería de Sanidad. Pues es «allí donde se tienen que buscar las soluciones a nuestros problemas». Y si la negociación vuelve a fallar esta tarde –están citados a las 16.00 horas en el SCS– «exigiremos un cambio de interlocutores» –ahí la crítica más dura fue para el subdirector de Recursos Humanos del SCS, José Manuel Castillo–.
Aunque ante la asamblea reconocieron los avances en materia de seguridad, con el compromiso de abrir expedientes sancionadores a quienes agredan al personal sanitario y la instalación de cámaras de seguridad en los centros de mayor riesgo, insistieron en que el gran escollo sigue siendo la limitación de la agenda de los médicos. El asunto que también revuelve más comentarios en la sala. Demandan que se apliquen los acuerdos que se firmaron en 2019, con un máximo de 28 pacientes al día, salvo en situaciones excepcionales, como es la autocobertura, que se podría ampliar a 35. Pero por encima de esa cifra, reclaman que se canalicen con programas especiales de consulta por las tardes (pagadas como horas extra). Una reivindicación que sí ha atendido el SCS (se ha ampliado a dos millones la cuantía para este fin), aunque se niega a poner por escrito ese límite, «a sabiendas de que ya atendemos el doble por sistema», apostilla otro facultativo. «El ambiente en la mesa de negociación ha sido de choque continuo», han explicado los miembros del sindicato, que critican que los profesionales no puedan gestionarse su propia agenda. Los pediatras, por su parte, han calificado de «abusivos» los servicios mínimos impuestos (uno por área de salud).
El otro gran foco de conflicto son las condiciones laborales de los médicos de continuidad, la nueva categoría en la que Sanidad quiere encuadrar al colectivo de sustitutos, de forma que «puedan cubrir la asistencia en varios centros en un radio de 50 kilómetros». Para los afectados, «supone el fin de la figura del médico de familia como la conocemos hoy en día. No tendremos un cupo de pacientes asignado, sino que iremos rotando, igual que lo estamos haciendo ya». Para el comité de huelga, la respuesta de los profesionales en la jornada de hoy «ha sido un éxito rotundo» a la convocatoria, aunque desde Sanidad han situado el seguimiento por debajo del 20% –cálculo realizado sobre los 700 profesionales de plantilla–. «Esperamos que la administración se haya dado cuenta del alcance de nuestra reacción y nos pongan avances sobre la mesa», ha apuntado el vicepresidente, Santiago Raba. De lo contrario, tienen la aprobación del colectivo médico para seguir adelante con sus reivindicaciones de forma indefinida.
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