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CC OO y UGT de Cantabria han celebrado hoy en Santander la tradicional manifestación del 1 de Mayo con el lema 'Tiempo de ganar'. La marcha, en la que han participado 12.000 personas según los convocantes (3.000 según la Policía), ha salido ... a las doce y diez minutos desde la Plaza de Numancia. Poco después de la una, la cabeza de la manifestación había llegado al quiosco de los Jardines de Pereda, lugar habitual de concentración. Un día para reclamar los derechos laborales perdidos durante la crisis económica, pero que también abraza a los múltiples descontentos sociales de la actualidad. También las reclamaciones sectoriales, como la de los trabajadores de la construcción y los de la metalurgia, que piden un nuevo convenio, tienen cabida en el Día del Trabajador.
Esta protesta ha servido a los sindicatos para advertir de que «si no hay reparto, habrá conflicto» y para expresar su «indignación» por la sentencia de la Audiencia de Navarra sobre el caso de 'La Manada'.
Para los sindicatos, este es un tiempo de ganar porque «nos han robado». Tras cuatro años seguidos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y de «recuperación de los valores previos a la crisis», sin embargo, no se han recuperado los derechos laborales y continúan vigentes la reforma laboral y la de las pensiones sin que haya «ninguna justificación» para ello, denuncian.
«Con la excusa de la crisis nos han robado muchos derechos y es tiempo de ganar en igualdad, en mejores empleos, en mayores salarios, en unas pensiones dignas, y también de ganar en democracia».
UGT y CC OO han hecho un llamamiento «especial» a participar en el 1 de Mayo a los jóvenes «porque deben ser conscientes de que los derechos no se regalan; se conquistan luchando», así como a los pensionistas, la clase trabajadora y las mujeres.
Sus dirigentes también han animado a salir a la calle para «recuperar» no solo los derechos, sino las libertades de los trabajadores, que han sufrido un «absoluto deterioro» en los últimos años, en los que se ha avanzando en la desprotección, ha aumentado la siniestralidad laboral, la negociación colectiva no ha conseguido aún un acuerdo de mínimos y hay «300 compañeros encausados por la 'Ley mordaza'».
En sus discursos, los líderes de ambos sindicatos, Carlos Sánchez (CC OO) y Mariano Carmona (UGT) han exigido que se reparta la riqueza al tiempo que han amenazado, en caso contrario, con movilizaciones. Así, si no hay «reparto», habrá «conflicto», han advertido durante la concentración con la que han clausurado la marcha por las calles de la ciudad.
Las intervenciones de los secretarios generales de ambas formaciones han estado precedidas de la lectura de un manifiesto de representantes del área de la mujer, que han mostrado su rechazo a la «crueldad de los que juzgan sin alma las humillaciones, el maltrato, la imposición de actos sexuales a una mujer y no ven en ello una agresión». «No es abuso, es violación», han gritado a continuación, expresión que ha sido coreada por los participantes en la convocatoria, que también han portado pancartas y carteles en los que podía leerse esa misma frase y otras como 'solo sí es sí' o 'vivas, libres, unidas por la igualdad', además de 'Tiempo de ganar', el lema que encabezaba la manifestación.
Al margen de este caso, las intervenciones de Sánchez y Carmona y los mensajes exhibidos por los manifestantes han exigido empleo «digno y de calidad», protecciones sociales para todos o un sistema de pensiones «serio, solidario y sostenible».
Estas reivindicaciones han sido escuchadas por dirigentes públicos que han participado en la marcha, como la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga, la vicepresidenta regional, Eva Díaz Tezanos, la titular de Sanidad, María Luisa Real, los líderes de los socialistas en la región y en la ciudad, Pablo Zuloaga y Pedro Casares, respectivamente, el diputado nacional del PSOE y candidato a las primarias del partido, Ricardo Cortés, o el parlamentario de Cs, Rubén Gómez, entre otros representantes.
Ambos sindicalistas se han referido también al incremento de las pensiones incluido en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, al que el líder de UGT se ha referido como «un conejo que se han sacado de la chistera que no resuelve para nada el problema».
«No queremos eso, queremos que el sistema público de pensiones sea solidario y sostenible y eso sólo se puede conseguir con un estudio riguroso de los ingresos y de los gastos y un equilibrio entre ambos», ha indicado al respecto, al tiempo que ha criticado un presupuesto que «una vez más no es garante con todos los territorios, en especial con los que han sido maltratados desde hace años».
Al repasar «los muchos motivos» para manifestarse en el Día Internacional del Trabajador, Carmona ha destacado la necesidad de derogar una reforma laboral «que sólo ha provocado bajos salarios, empleos muy temporales y precarios y que nuestros jóvenes estén obligados a marcharse de casa».
En paralelo, ha criticado «el deterioro de la protección social», la explotación laboral de nuevos formatos empresariales como las plataformas digitales o las empresas multiservicios, o que «el Gobierno no haya entendido nada» tras el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, al haber reducido el presupuesto para el desarrollo de la Ley de Igualdad «de 200 a 80 millones de euros».
También ha reiterado la reivindicación de una Prestación de Ingresos Mínimos, por la que UGT y CCOO han presentado 700.000 firmas, y la necesidad de «desarrollar de una vez por todas» la Ley de Dependencia y dotarla de «los medios necesarios» para ello.
Y tanto Carmona como Sánchez han avisado a los empresarios de las consecuencias de no desbloquear el Acuerdo de Negociación Colectiva y de no alcanzar un acuerdo inmediato sobre el aumento de los salarios «que garantice el poder adquisitivo de los trabajadores». Según el primero, los empresarios «siguen empeñados en no repartir los excedentes empresariales entre los trabajadores», y cree que «no es admisible este escenario de bloqueo en pleno crecimiento económico».
Por su parte, el secretario general de CC OO ha subrayado que España crece cerca de un 3% por cuarto año consecutivo y que se haya «superado con creces la recesión». Así las cosas, a juicio de Sánchez dicho crecimiento económico «no puede ser sinónimo de precariedad laboral y pobreza salarial».
«Si el crecimiento no es solidario no será inclusivo, sino descompensado y desigual, y lo que está claro es que ahora con ese crecimiento hay cada vez más brechas, hay cada vez más desigualdad entre mujeres y hombres, entre jóvenes y mayores y entre ricos y pobres», ha observado el líder de Comisiones, que ha cerrado su intervención recordando que «los derechos no se regalan, se conquistan en la calle».
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