El Ministerio confirma 16.000 millones para el Corredor Atlántico, plan al que renunció Cantabria

Madrid quiere que Cantabria y La Rioja cambien de opinión, por eso trata de impulsar la integración de ambos territorios en el Corredor Atlántico «por su importancia para el futuro de la Red Transeuropea de Transporte como eje económico de España». En este sentido, el Ministerio fue contundente. «Hace tiempo que venimos trabajando junto a Cantabria yLa Rioja y reivindicando con rigor y firmeza ante la Comisión Europea la inclusión de los ramales de su interés en este Eje Atlántico», aseguró Lucas, antes del anuncio: «Ejecutaremos obras de nueva construcción por valor de más de 12.000 millones de euros para alcanzar los objetivos marcados y acometeremos obras de renovación por casi 4.000 millones. Nuestro objetivo es tener nuestras redes en perfecto estado», subrayó.

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Pero el guiño no obtuvo respuesta. Al menos, en lo que a Cantabria respecta. El Ejecutivo regional apuesta por la conexión rápida con Bilbao y está pendiente, tras los reveses previos, de la Presidencia de España en Europa para que el proyecto del tren obtenga fondos y pueda ser realidad antes de 2040. En cambio, lo que Transportes pretende es, además de incorporar nuevas regiones, involucrar a las Administraciones y a las empresas en el desarrollo de la infraestructura para que tenga futuro. De ahí, el anuncio de la inversión de los 16.000 millones realizada ayer. Así demuestra el firme interés del Gobierno central por un proyecto «clave para el desarrollo económico y social de España, de las conexiones con Europa y la descarbonización del transporte de mercancías».

El Corredor Atlántico es una conexión multimodal que une Portugal, España, Francia, Alemania e Irlanda y da servicio a personas y mercancías a través de diferentes modos de transportes (por carretera, en ferrocarril, en barco, en avión...). De momento, en España, cuenta con el apoyo de once autonomías, entre las que no se encuentra Cantabria. La alianza por el Corredor Atlántico se gestó, básicamente, para no quedarse atrás con respecto a la que en el Levante español estaban protagonizando por el Corredor Mediterráneo.