Secciones
Servicios
Destacamos
Más allá de señalar que el Gobierno -a través de Defensa- pondrá a disposición de las comunidades autónomas más rastreadores militares o que el Ministerio cederá test de antígenos de su «reserva estratégica de material» para aquellos que quieran hacer cribados, Sanidad descartó ayer establecer ... restricciones adicionales para frenar la 'ola joven'. Ni pasos atrás con las mascarillas, ni recuperar toques de queda, ni medidas generales «de país» (así lo planteó Murcia) para cuestiones como, por ejemplo, el ocio nocturno. «Vacunar, vacunar y vacunar», resumió la ministra siguiendo la estela de lo que apuntó desde Estonia el presidente Pedro Sánchez. Pero ahí sí que surgió un matiz.
Carolina Darias empezó diciendo que ya hay «muchas comunidades que van intercalando» los grupos de edad de vacunación. O sea, que ya no esperan a acabar con una franja de años para empezar con otra y adelantan el inicio de los más jóvenes. Empezó asegurando eso y acabó por decir que «intercalar es tremendamente positivo» y que su departamento «impulsa y valora al que lo haga». Pero Cantabria, por ahora, no piensa hacerlo. Con la idea de que el número de vacunas es limitado y abrir el abanico supondría retrasar el pinchazo a los que aún faltan por inmunizar, la región continuará «como hasta ahora», siguiendo el criterio básico de la edad, de mayor a menor.
Darias no se mojó en ningún debate y se limitó a ratificar que no se plantean un nuevo decreto de estado de alarma, que sería la única fórmula legal, según ha certificado el Tribunal Supremo en las últimas semanas, para limitar la movilidad nocturna. Tampoco entró de lleno a explicar por qué no se adoptan algunas de las sugerencias de los especialistas de la Ponencia de Alertas, que esta semana dejaron caer la opción del cierre inmediato de todos los locales de ocio nocturno e, incluso, que han propuesto al Ejecutivo central que estudiara la posibilidad de restablecer el toque de queda. Todo eso, vino a decir, es cosa de las autonomías y ya cuentan con instrumentos suficientes para tomar medidas de contención.
Ni siquiera en lo de abrir la vacunación a los más jóvenes se mojó del todo. No es ni una recomendación ni mucho menos una orden. Pero el Ministerio «impulsa y valora» al que intercale los grupos de edad porque «tenemos que dar respuesta a la gente joven». Lo ve con buenos ojos, aunque no respondiera al debate de fondo: ¿Con un número limitado de vacunas es recomendable vacunar primero a alguien de 25 años que a alguien de 45 o 50 aún sin vacunar? «Una vez cubiertas y protegidas a las generaciones más vulnerables deberemos solapar la vacunación de distintas edades para proteger a los que sufren mayor incidencia, que es la gente joven», apuntó Sánchez desde Letonia.
¿Cambiará Cantabria su postura después de este mensaje del Gobierno? «No. Y somos muchas las comunidades que vamos a seguir el orden de edad», respondieron desde la Consejería de Sanidad a El Diario Montañés una vez acabada la reunión del Consejo Interterritorial. La postura no cambió antes del encuentro. Y tampoco después. Ni siquiera la sugerencia de Revilla de adelantar la vacunación o, al menos, de que Cantabria lo llevara al Consejo, había causado efecto. Sanidad descarta la idea por ahora.
De entrada, explicaron ya antes de la cita de ayer, porque ya no serviría para frenar la 'ola joven'. Ya no pararía una tendencia al alza. Además, con un número de vacunas limitado como aún existe, ponérsela a los de menor edad supone retrasar las de los de más años que aún no están inmunizados. «El resultado final -explicaba el responsable de Salud Pública antes del Consejo- tiene que ser cuánta hospitalización y muertes evitamos, y lo cierto es que si quitamos ahora las vacunas a las personas de más edad, por mucho que vacunemos a los jóvenes (en cualquier caso ya vamos tarde para evitar esta onda), sería contraproducente, porque la gravedad y letalidad va casi en exclusiva en función de la edad». Otra cosa es «si tuviéramos ahora mismo vacunas para todos, pero no es el caso», añadía Reinhard Wallmann.
Noticia Relacionada
A. MACHÍN / M. SÁIZ-PARDO
Con los datos del martes en la mano, en la región ha sido vacunado un 15,3% de los que están en la franja de edad de los 30 a los 39 años (un 12,4% tiene ya la pauta completa). Se ha empezado con ellos, sí. Pero de forma por ahora casi simbólica, ya que la mayoría pertenece a alguno de los grupos profesionales considerados esenciales que fueron inmunizados en las primeras fases de la campaña (a los que luego tardaron en poner la segunda dosis por las dudas con AstraZeneca; de hecho, hay igualmente un 10,9% de vacunados entre 20 y 29 años).
Los nuevos, los recientes, son los de áreas muy concretas de la región en los que la vacunación va más avanzada. Pocos por ahora. No es «intercalar», como apuntaba ayer la ministra Darias. A eso hay que añadir, además, que en el tramo de edad entre los 40 y los 49 años aún resta casi un 30% (al cierre de la cuenta del martes) por recibir el primer pinchazo.
Para empezar con el sistema de autocita, que otras comunidades ya han empezado a utilizar, aquí habrá que esperar, según estiman fuentes de Sanidad, a finales de mes. Y es ahí donde podrían entrar los que tienen entre 20 y 29. Ahora mismo la incidencia a 14 días en Cantabria en este grupo de edad es de 1.703 casos por cada 100.000 habitantes. La segunda tasa más alta de España.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.