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Las letras de Castro Urdiales están situadas en el Parque de Amestoy y su coste estuvo cerca de los 15.000 euros. Se instalaron en 2020.

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Las letras de Castro Urdiales están situadas en el Parque de Amestoy y su coste estuvo cerca de los 15.000 euros. Se instalaron en 2020. Daniel Pedriza

La moda de las letras gigantes se extiende por Cantabria

Trece municipios hacen de su nombre un motivo para fotografiar sus lugares más atractivos

Eva García/ Alejandra Enríquez

Santander

Domingo, 29 de agosto 2021, 07:17

Desde que Amsterdam colocó su famoso letrero frente al Rijksmuseum, donde muchos visitantes se hacían fotos sobre, bajo o entre las letras del 'I Amsterdam', esta forma de reclamo turístico no ha hecho más que extenderse. Y no solo ha llegado a España, sino que se ha hecho hueco entre las diversas atracciones de Cantabria. La iniciativa de las letras es una perfecta estrategia para difundir algunos de los lugares más bellos de esta región, que se encuentran ahora en el foco de toda cámara.

Son trece las letras gigantes que ya pueden ser fotografiadas. La primera obra fue impulsada por Colindres en 2012. Otras como las de Suances o Comillas llegaron en 2017. Y desde 2019, cuando se inauguró la de Santander en el Sardinero, las villas cántabras no han hecho más que sumarse a este novedoso proyecto.

Las ubicaciones, en la mayoría de ocasiones, se corresponden con los lugares más visitados o frecuentados de las distintas localidades. En otros casos, se colocan en lugares a los que se les quiere dar más protagonismo, como es el caso de Santander. Otras reciben a sus visitantes en la entrada de la localidad, como en Bárcena de Pie de Concha y Reinosa. Y algunas simplemente quieren aportar una dinámica más moderna, como las de Liérganes, que constituyen parte de un proyecto de renovación de ciertas partes de la villa.

Es notable la evolución de los diseños. La estructura pionera de Colindres apostó por una idea más sencilla, con un material sintético y un acabado en rojo. Según pasaron los años, las estructuras se volvieron más originales y se empezó a invertir más en ellas. La de Reinosa, por ejemplo, fue elaborada por la artista Almudena Báscones y se aprecia la iniciativa creativa, con detalles como el copo de nieve y la frase 'capital de la nieve'. En algunas localidades el diseño no se limita a las letras, sino que han incorporado figuras que representan el carácter o la historia de la villa, como en San Vicente, que cuenta con una barca o en Liérganes, donde apoyado en la 'L' se encuentra el Hombre Pez. Los colores juegan un papel importante. En Maliaño o Santoña, las letras llevan los de su municipio. Las de Liérganes incluyen dibujados algunos de los enclaves más emblemáticos del pueblo. Cada 'monumento' tiene una estructura diferente que hace únicas a todas las letras, que destacan por su estética.

Lo que quizás más preocupe a los ciudadanos es el coste del diseño y la ejecución de las estructuras. En la mayoría de las ocasiones están financiadas por los propios ayuntamientos como parte de sus planes para impulsar el turismo. En otras localidades, como en Potes, fueron impulsadas por la Fundación Ventanas del Mundo y donadas por el artista Yuyo Guardo. En Maliaño, por la Junta de Vecinos y en Santander se cargó al presupuesto participativo. Las cifras van desde los 800 hasta los 18.000 euros.

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