Muere ahogado un hombre de 61 años en la playa de Sonabia de Liendo

Los servicios de emergencia y los equipos sanitarios que acudieron al lugar intentaron reanimarlo a pie de playa, pero finalmente no pudieron salvarle la vida. Bomberos de Castro Urdiales se encargaron del portear el cadáver, que quedó custodiado por la Guardia Civil.

Uno de los efectivos de emergencia tuvo que ser también atendido al haberse hecho un esguince durante la intervención.

Es la tercera muerte en una playa cántabra en los últimos diez días. El pasado miércoles una mujer perdió la vida en El Sardinero mientras paseaba por la orilla. Los servicios de la Cruz Roja trataron de reanimarla pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Y es también muy reciente la muerte de un peregrino de nacionalidad alemana y 56 años que falleció ahogado el pasado día 9 en la playa de Langre (Ribamontán al Mar). Su mujer intentó auxiliarle tras comprobar que ambos tenían dificultades para salir del agua y al final fueron unos surfistas los que lograron sacar a ambos del agua; pero él ya se encontraba en paro cardiaco.

Este año, además, hubo que lamentar otro ahogamiento en escenario acuático, el de Alan, el joven de 15 años que perdió la vida después de tirarse a un pozo en el río Deva. Todo apunta a que sufrió un síncope, perdió el conocimiento y luego se ahogó, según los testimonios de los compañeros, que hicieron lo posible por rescatarlo.

En total, el pasado año se ahogaron ocho personas en diferentes escenarios acuáticos de la región, desde playas a piscinas. Fueron tres menos que en 2020, cuando se contaron once.