Secciones
Servicios
Destacamos
Santander y Torrelavega podrán abrir desde este miércoles, día 12 de mayo, el interior de sus locales de hostelería. Son dos de los 92 municipios de Cantabria que están en nivel de alerta 2 (un escalón por debajo del nivel de la comunidad) ... y que, por tanto, están habilitados para relajar algunas restricciones y recuperar el uso del interior de sus bares y restaurantes, aunque con unos aforos limitados a un tercio de su capacidad. Otros diez se mantienen en nivel de alerta 3 ó 4 por coronavirus con lo que tendrán que seguir siendo estrictos para contener la propagación del virus, puesto que marcan una incidencia acumulada a 7 días por encima del umbral establecido: más de 75 casos por 100.000 habitantes (además de la referida a la población mayor de 65 años, donde el riesgo alto está marcado por encima de 50), indicador al que se añade, en los núcleos de menos de 5.000 habitantes, otro conjunto de variables que Salud Pública examina de forma individualizada, como los casos asociados a brotes, el porcentaje de contagios de origen desconocido o la circulación del virus en los términos municipales limítrofes.
Esos puntos rojos en el mapa se iluminan con más intensidad en Marina de Cudeyo, Santa María de Cayón, Colindres y Liérganes, que se sitúan en nivel de riesgo muy alto (4), mientras que Castro Urdiales, Los Corrales de Buelna, Medio Cudeyo, San Felices de Buelna y Valdeolea quedan clasificados en el 3. Sin embargo, para la mayoría de los municipios el nuevo sistema de seguimiento de la pandemia implantado por Sanidad, que entra en vigor este miércoles, supone un notable alivio respecto a las medidas sanitarias a cumplir y un respiro para el sector de la hostelería, que tendrá que seguir cerrando a las 22.30 horas como el resto de establecimientos públicos pero en la mayor parte de la región podrán reabrir los interiores de bares y restaurantes, aunque sea con limitación de aforos del 33% y un máximo de seis personas por mesa. El uso de las terrazas se mantiene sin cambios, con un 75% de ocupación y el mismo tope por mesa.
Noticia Relacionada
Así se refleja en la resolución de la Consejería de Sanidad publicada esta tarde en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Cantabria (BOC), que cada semana actualizará el listado de los municipios con su nivel de alerta correspondiente para que en cada uno se apliquen las restricciones en función de su situación sanitaria. La idea de la consejería es publicarlo cada martes o miércoles y dar un margen de dos días para su aplicación
(La situación de cada municipio y sus limitaciones puede consultarlo pinchando aquí)
Y ahí la gran sorpresa se localiza en Santander, que hasta el lunes registraba una incidencia a 7 días incluida en el riesgo alto y, sin embargo, amaneció este martes –con los datos cerrados de la jornada previa– justo en el límite de los 75 casos por 100.000 habitantes (lo mismo pasó con Potes). Ayudó que sólo se diagnosticaran once positivos nuevos el lunes, una de las cifras más bajas de las últimas fechas en el momento más oportuno. Y automáticamente el semáforo pasó de naranja a amarillo. Sí que es cierto que el ritmo de contagios en la capital cántabra ya registraba en los últimos días una tendencia decreciente, como había avanzado el director de Salud Pública, Reinhard Wallmann, en su último repaso de la evolución epidemiológica. De hecho, siempre es Santander, por volumen de población, la ciudad que tira de la curva en Cantabria, para bien o para mal.
Más claro estaba el futuro inmediato de Torrelavega, donde la incidencia ya había alcanzado el nivel medio tiempo atrás. Y lo mismo ocurre con Reinosa, uno de los núcleos de más de 5.000 habitantes más golpeados en esta última oleada de coronavirus, y que ha afectado también a otros municipios de la comarca. Prueba de ello es la situación de Valdeolea, donde incluso se hizo un cribado a todos los vecinos para identificar casos asintomáticos, que aún siguen en riesgo alto.
Noticias Relacionadas
La visión global a fecha de hoy refleja que 90% de los municipios de la comunidad están en ese nivel de alerta 2 que permite levantar la mano con las restricciones. De hecho, Cantabria en su conjunto podría bajar a nivel de alerta 2 esta misma semana. Así lo ha dicho esta mañana el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, a preguntas de la prensa.
La resolución publicada este martes en el BOC recupera todas las medidas sanitarias ya en vigor en la región, solo que ahora se concentran en el nivel municipal y dependerá de la evolución de cada municipio. De ahí que los aforos en ceremonias y celebraciones, actos masivos, o el interior de espacios públicos y comerciales, o las actividades físicas y deprtivas en grupo varíen en función de esos niveles y pueda ser diferente de un lugar a otro.
«Esto supone flexibilizar mucho las medidas en los municipios de menor incidencia; vamos a ver qué pasa, porque esto es una experiencia, un ensayo que hacemos y que tenemos que ver cómo evoluciona», ha advertido el consejero de Sanidad, quien ha señalado que «no podemos prever cómo va a evolucionar la incidencia con estas medidas de apertura pero hay que probar». Si llegará o no una quinta ola y si serían suficientes estas medidas, Rodriguez se ha mostrado cauto y ha insistido en esperar a la evolución por «si en algún momento tenemos que dar marcha atrás e imponer medidas más severas en un ámbito más grande del que lo vamos a hacer ahora».
De todas formas, el consejero ha expresado su confianza en que Cantabria pueda bajar del actual nivel 3 al 2 esta semana, y ha aclarado que «la regla» es que los municipios «en ningún caso pueden estar más de un nivel por debajo del nivel medio de la comunidad», es decir, que nunca un municipio podrá estar dos niveles por debajo de la media regional. «Por lo tanto, si Cantabria está en nivel 3, como máximo los municipios podrán llegar al nivel 2. Cuando cambiase a nivel 2, los municipios que estén mejor podrán pasar a nivel 1», ha explicado.
En cualquier caso, la resolución sigue manteniendo con carácter general la distancia interpersonal de 1,5 metros, la prohibición de fumar en espacios abiertos sino hay una distancia minima de dos metros, la mascarilla, las medidas de higiene en lugares públicos o los aforos de espacios religiosos, culturales, hosteleros y comerciales según el nivel de alerta sanitaria. También regula la realización de eventos lúdicos o religiosos, y las oposiciones o las reuniones de trabajo. Esta resolución recoge también la orden que entró ya en vigor la pasada semana y que limita el cierre de los establecimientos comerciales a las 22.30 horas (último cliente a las 22.00) -salvo servicios esenciales como farmacias, gasolineras o urgencias- y se prohíbe la realización de actividades colectivas en la en playas y parques desde las 20.00 horas hasta las 08.00 horas.
Por otra parte, se incluye la necesidad de autorización previa para la celebración de eventos y actividades multitudinarias (30 o más personas) en la comunidad no prohibidos en la resolución. Para ellos, la autoridad sanitaria deberá realizar una evaluación del riesgo por parte de la autoridad sanitaria. Dicha autorización resultará igualmente exigible para la celebración de fiestas, verbenas y otros eventos populares.
La resolución anula la aprobada el 18 de junio de 2020 -que ha sufrido diversos cambios- y aunque podría sufrir nuevas modificaciones en función de la evolución de la situación sanitaria y epidemiológica, tendrá vigencia hasta que el Gobierno de la Nación declare la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el covid -19. Puede ser recurrida ante la propia administración en el plazo de un mes o ante los tribunales de justicia.
Es y será obligatoria por el momento para todos los mayores de seis años en la calle y en espacios cerrados, las únicas excepciones son el baño en el mar, lagos, embalses, ríos u otras zonas de baño; así como en piscinas, en el exterior o cubiertas. No hay que usarla cuando se practican deportes acuáticos ni en los períodos de descanso antes o después del baño o la práctica de ese deporte, o en el entorno del mismo. En el caso del descanso en las playas, ríos o en piscinas no cubiertas, se podrá estar sin mascarilla cuando la persona permanezca en un punto determinado y respetando la distancia mínima de 1,5 metros con otras personas que no sean convivientes, y sin que la agrupación de personas pueda superar el número máximo permitido.
En el caso de piscinas cubiertas, o en el caso de que ese descanso se realice a bordo de embarcaciones, sólo se entenderá por período de descanso el estrictamente necesario entre intervalos de actividad.
En los restaurantes y bares se podrán quitar las mascarillas en los momentos estrictamente necesarios para comer o beber.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.