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j. Ahumada | A. del castillo
Martes, 14 de septiembre 2021
Por vez primera en cuatro meses, el mapa del semáforo covid aparece completamente coloreado de verde: la buena evolución de la pandemia no solo ha ... permitido a Cantabria regresar al nivel uno de alerta por covid, sino que todos sus municipios se encuentran también en el nivel mínimo de riesgo. Esto se traducirá en una relajación generalizada de las restricciones y en la vuelta a la actividad del ocio nocturno. «La situación en términos de transmisión comunitaria es muy positiva –afirmó Reinhard Wallmann, director general de Salud Pública–, todos los parámetros están bajando, y también la ocupación hospitalaria», resumió.
El clímax de la quinta ola, a finales de julio –el 22 se diagnosticaron 422, y el 27 la incidencia acumulada a catorce días llegó a 707–, marcó el inicio de una caída irregular pero continuada de los distintos índices, con distinto ritmo e intensidad en cada municipio.
Así como en la Cantabria del interior –las zonas menos habitadas– la quinta ola ha tenido una presencia muy moderada, en toda la franja costera, especialmente en los grandes ayuntamientos, los contagios se han disparado durante el verano.
Debido a las cifras de récord que se han registrado, el declive ha sido largo –de hecho, aún no ha concluido–, pero los técnicos de Salud Pública han considerado que la tendencia está suficientemente consolidada como para conceder cierto margen a las localidades con peores datos, lo que puede interpretarse como un mensaje de optimismo desde la Consejería de Sanidad.
La actualización del semáforo covid no ha coincidido con una jornada espectacularmente propicia, sino una más de caída leve de los marcadores. Los 48 positivos diagnosticados el lunes son un número más que asumible, con 359 en la suma de los siete días.
La incidencia a catorce días es de 148, tres puntos menos que en el anterior balance, y hace descender este marcador de nivel tres a nivel dos. La de siete días es de 62 casos por 100.000 habitantes, con una bajada mínima.
Estos indicadores de transmisión aún son muy altos, pero el escenario les concede una importancia relativa: el avance de la campaña de vacunación ha logrado reducir el porcentaje de positivos hospitalizados y la tasa de letalidad, a pesar de que la variante delta, dominante, duplica el riesgo de casos graves. Un dato esclarecedor facilitado por el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann: durante esta ola se han registrado 12.106 infecciones entre no vacunados, frente a 3.081 que afectaron a quienes sí recibieron la vacuna, lo que significa que el 80% de los contagios corresponden a ese 24% de población a la que no se le ha administrado.
El primer semáforo covid, tras el fin del estado de alarma, relajó las restricciones en 92 municipios; solo diez tenían riesgo alto o muy alto.
Con toda la región en el nivel mínimo de riesgo, solo Camargo y Colindres registraban unas condiciones algo peores.
Sanidad cierra el interior de los negocios de hostelería en los 19 municipios en peor situación y en mitad del verano.
Los recursos de los hosteleros anularon las actualizaciones durante un mes. Cuando volvió a funcionar, las restriciones para cada nivel de riesgo eran ya menores.
Por vez primera en cuatro meses todos los municipios se encuentran en situación de riesgo mínimo. La mejora de los indicadores de la pandemia sumada al avance de la campaña de vacunación ha llevado a los técnicos de Salud Pública a generalizar la catalogación, con una relajación de restricciones.
La progresiva contención de los contagios ha permitido a Salud Pública volver a seguir de cerca el rastro del virus, y ha sido la mejora de la trazabilidad la que ha empujado al conjunto de la región hasta ese nivel mínimo de riesgo.
Es cierto también que se ha reducido mucho la presión sobre los hospitales, con seis altas (ahora hay 34 pacientes ingresados), y una persona menos en cuidados intensivos (quedan siete). Las ocupaciones respectivas son del 2,8% y del 6,7%, con lo que hay margen.
El propio presidente regional, Miguel Ángel Revilla, se mostró favorable a la relajación de medidas sanitarias. «Yo he apoyado incondicionalmente las medidas duras que se tomaron en algunos momentos, pero también ahora abogo por una apertura. Porque hay que volver a recuperar el pulso económico, no vaya a ser que la pandemia económica sea peor que la otra». Acto seguido aseguró que él no ha tenido nada que ver con las resoluciones sanitarias, ni antes ni ahora –«nada es nada»–, e insistió en que, en su opinión, la pandemia está «en la fase terminal».
Las medidas correspondientes al nivel de alerta bajo a aplicar en todos los municipios entrarán en vigor a las 00.00 de este jueves. Básicamente afectan a los aforos en numerosos ámbitos (hostelería, comercio, cultura, espectáculos, ceremonias, deporte), que se ven incrementados.
Únicamente para el ocio nocturno este cambio de un nivel a otro supone pasar de la noche al día: solo ha podido trabajar tres meses en desde que la pandemia estalló a comienzos del año pasado, y ahora los negocios pueden recuperar la actividad, aunque con limitaciones. Deberán respetar un aforo del 50%, los clientes deberán permanecer sentados en mesas de seis personas como máximo, la música no podrá sonar a un volumen excesivo y tendrán el mismo horario que los demás bares, hasta las tres de la madrugada.
Todo indica que la situación sanitaria continuará normalizándose en las próximas semanas, cuando también se comprobará hasta dónde puede caer esta quinta ola. Los responsables de la coordinación de alertas y emergencias sanitarias tienen ahora la tarea de definir y establecer cómo será el nivel cero de riesgo.
¿Qué pasará cuando Cantabria alcance el nivel 0? Wallmann ha explicado que primero habrá que determinar los umbrales que marcarán dicho estadio porque, según ha informado, «los que hay ahora mismo establecidos son muy estrictos», con lo que podría que haber que cambiarlos. Precisamente este jueves, 16 de septiembre, hay prevista una reunión en el Comité de Alertas y Emergencias sanitarias en la que se abordará esta cuestión.
Él, por su parte, volvió a reiterar la necesidad de ampliar la cobertura de la vacuna en previsión de futuras arremetidas del virus. «Sería muy recomendable y muy bueno que las personas que quedan por vacunarse lo hicieran en los próximos días, para poder afrontar una posible nueva onda que quizás pueda venir en invierno en las mejores condiciones posibles», declaró, y cifró ese porcentaje ideal entre el 85% y el 90%.
Para ello, el Servicio Cántabro de Salud trabaja en fórmulas para «captar» a aquellas personas aún no vacunadas, que fundamentalmente se sitúan en los colectivos más jóvenes. Algunas de esas estrategias podrían pasar por acciones de captación en universidades y determinados ámbitos laborales.
Wallmann ha señalado la «muy buena disposición» a vacunarse que hay en el grupo de 12 a 19 años, donde casi el 82% de sus integrantes ha recibido al menos una dosis, un porcentaje que baja entre el 75% y 77% entre aquellos de 20 a 39 años.
El director general de Salud Pública cree que este menor porcentaje entre los veinteañeros y treintañeros no quiere decir que los no vacunados de estos grupos sean «negacionistas radicales», sino que, o aún «no les ha venido bien» hacerlo por «inconvenientes», o no le dan «tanta importancia». Por ello, Salud Pública quiere «acercarse» a estos colectivos.
Cantabria se está preparando también para administrar la dosis adicional a personas trasplantadas o con tratamientos inmunosupresores, siguiendo las directrices acotadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Los técnicos han calculado que hay un millar de trasplantados en la comunidad autónoma y en estos momentos se está calculando el número de personas con tratamiento inmunosupresor. Será el SCS el encargado de ir llamando a estas personas para recibir esa dosis adicional.
El Ministerio de Sanidad está a la espera de recibir los resultados de un estudio sobre el impacto del covid en las residencias de mayores y a partir de ello se decidirá si se administra la dosis adicional también en estos centros.
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Ana del Castillo
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