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La historia del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria «no ha corrido pareja a la de sus magníficos fondos en lo relativo a su ubicación e instalaciones. Ésta ha consistido en una sucesión de traslados de una sede inadecuada a otra...». Esta radiografía ... sintética pero rotunda descrita por Roberto Ontañón, director del Mupac, formó parte de la redacción del proyecto arquitectónico y museográfico para la nueva sede del museo, en referencia a Gamazo, elección desechada por Cultura hace una semana tras optar por los solares del Puertochico.
Por tanto, si lo anunciado debe tomarse como definitivo, se construirá en el solar que ocupaba el Gobierno regional en Casimiro Sainz, cuyos bajos albergaban precisamente los fondos del Museo de Prehistoria. El consejero de Cultura, Francisco Fernández Mañanes, se reafirma en que la elección de estos solares propiedad del Gobierno de Cantabria es el resultado de un tiempo de reflexión que ha llevado a concluir que «este nuevo emplazamiento era el más idóneo y acorde con la importancia del proyecto».
El interrogante, a la hora de no dilatar más los tiempos, es saber en qué medida el proyecto diseñado para el solar de Gamazo tiene su traslación al espacio de Puertochico. Para Ontañón la afinidad y paralelismo es total: «El programa de necesidades para el nuevo Mupac -asegura- es perfectamente válido para ese emplazamiento ya que define los requisitos espaciales y funcionales que debe reunir un nuevo edificio para uso museístico que puede plantearse tanto en un solar como en el otro».
El director del museo considera que ambas opciones son válidas y presentan sus ventajas e inconvenientes. No obstante, puntualiza, «si hacemos balance de unas y otras, en términos funcionales y también económicos, creo que el solar de Puertochico es mejor opción, básicamente, porque allí va a ser más sencillo tanto el diseño del proyecto como su ejecución material».
Desde Cultura la decisión responde a la lógica en la gestión. «Uno de nuestros ejes de actuación es la responsabilidad en el uso de los dineros públicos, intentar buscar las fórmulas y acciones más acordes para optimizar unos recursos más escasos de lo que desearíamos». Desde el Gobierno se subraya que este solar posee una superficie más que suficiente para albergar el Mupac y, además, tiene un subsuelo que es ya conocido y, por tanto, no depara sorpresa alguna. Un hecho, contraponen, que no ocurre en Gamazo, «pues por la experiencia de otras construcciones allí levantadas como el Palacio de Festivales o el aparcamiento de Castelar, hay muchas posibilidades de que, por su composición, sean muy complicados e inestables, lo que supone un riesgo de sobrecostes que es necesario valorar».
Sobre la anunciada inclusión de dependencias administrativas, que podrían ser las de la Consejería de Educación o Presidencia, Roberto Ontañón recuerda que el Mupac no ha tenido nunca una sede propia. Ha ocupado siempre los sótanos de edificios destinados a un uso diferente, «desde el educativo (instituto Santa Clara), pasando por el administrativo (palacio de la Diputación), hasta el comercial (Mercado del Este)». Si en el solar de Puertochico «se deben simultanear el uso administrativo y cultural, no veo mayor problema siempre que se delimiten perfectamente uno y otro y que, por supuesto, el reparto no vaya -como siempre ha sucedido- en detrimento del museo», dice el responsable de la coordinación de las cuevas de Cantabria.
No obstante, el director del Museo se muestra más partidario de construir dos edificios: «El Mupac se merece tener, por fin, una sede propia, adecuada y distintiva. Esto es fundamental para la imagen de la institución y la percepción y el aprecio de la misma por parte de la ciudadanía». En todo caso, si fuese necesario reunir los equipamientos cultural y administrativo en una sola edificación, «se deberían buscar las soluciones arquitectónicas que hicieran posible singularizarlos, ya que uno y otro plantean necesidades funcionales y formales diferentes».
En Gamazo se planteó un edificio con una altura máxima de cuatro plantas, con 7.430 metros cuadrados. El objetivo era aumentar más de un 50% la superficie expositiva de la institución. La piedra angular era el área pública de colecciones con una superficie de 3.650 metros cuadrados. También se contemplaba un espacio de 500 metros cuadrados para las exhibiciones temporales. Estas estimaciones son válidas para el nuevo emplazamiento. «El programa de necesidades se mantiene. La premisa de las cuatro plantas venía condicionada por la ficha urbanística del solar de Gamazo. En Puertochico, precisa Ontañón, podrían ser más». Fernández Mañanes apela a los partidos políticos, a la comunidad científica y educativa, y en especial, a la ciudadanía, «para que hagamos un esfuerzo de generosidad, y sin obviar la sana crítica y el cambio de pareceres, podamos remar todos en la misma dirección para dotar a Cantabria del Museo que por historia y patrimonio se merece».
En el anuncio de cambio de ubicación no se han estimado los plazos de construcción. Ante un periodo que se antoja largo, es preciso saber si la ubicación presente responderá a las necesidades y nuevas expectativas. Ontañón señala que el emplazamiento actual del museo, que en realidad se divide en tres localizaciones -sótano del Mercado del Este, locales del Archivo regional y almacén de la Consejería en Guarnizo- no tiene «posibilidad de crecimiento». En el caso de la exposición permanente «es una instalación magnífica» -inaugurada en 2013-, pero «considerando una vida media de unos 10 años para una instalación museográfica, podría mantenerse más que dignamente hasta la construcción del nuevo museo».
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