«Será un pilar de la cultura y desarrollo para Cantabria en dos años»

Sin sorpresas, tras tres años de preparativos y un trimestre de trabajos esenciales en el inmueble y en el entorno, este preámbulo institucional ratificó las señas de identidad del proyecto entre discursos, relatos y referencias a la pandemia, al nuevo tiempo de ilusión, sin olvidar los guiños a la familia Botín y a la expansión del Banco en el mundo, con el nombre de Santander como «compromiso permanente».

Tras esos tres años de «trabajos exploratorios y trámites urbanísticos», la entidad aborda ahora la fase decisiva de las obras de transformación de su sede «en un espacio de cultura, tecnología y emprendimiento, reflejo de una ciudad que evoluciona desde la tradición a la innovación».

El acto reunió apenas a una veintena de invitados debido a las restricciones por la pandemia, pero se convirtió en una sencilla pero profunda evocación de la memoria del Banco Santander, a la vez que en una apelación a «la ilusión y el optimismo», que contó con la participación del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la alcaldesa de la ciudad de Santander, Gema Igual. El arquitecto David Chipperfield dejó su testimonio en un breve vídeo en el que reflexionó sobre la nueva identidad de los museos y el valor de la cultura en una época de transformación y de vuelta paulatina a otra normalidad.

Las líneas generales del museo, centro cultural y de arte, fueron ratificadas ayer por la presidenta del Santander, Ana Botín. Asimismo, fechas, objetivos, plazos y costes no han sufrido modificaciones respecto a lo que se ha ido anunciando, de tal modo que en el último trimestre de 2023 el Espacio Pereda será una realidad tras una inversión de 85 millones de euros (que incluye el presupuesto destinado la modernización del antiguo Banesto en el inmueble de Hernán Cortés, con diseño de los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz). La intención del Banco es realizar el proyecto en estos dos años de plazo. «El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino –presente en el acto–, me ha asegurado que lo vamos a hacer juntos en plazo, coste y la calidad adecuada».

Tras llenar la tradicional 'cápsula del tiempo' –la caja depositada entre los muros del futuro museo–, de documentos históricos y familiares, Ana Botín posó junto a su hermana, Paloma, y su madre, Paloma O'Shea, además de autoridades y directivos del banco. Una «emocionada» presidenta que daba el pistoletazo de salida a una actuación que «contribuirá a la prosperidad de La Montaña y de España», al parafrasear a su abuelo, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López, cuyas palabras flanquearon la apertura y la clausura de su alocución.

En el acto, conducido por el brasileño Marcos Madureira, responsable de coordinación, Ana Botín subrayó y reiteró que el Espacio Pereda nace con vocación de «centro público, abierto a toda la ciudadanía, de cultura, arte, innovación y emprendimiento».

Fechas como la de 1857, fundación del Banco, o mayo de 1957, intervención de su abuelo con motivo de la Junta General, sirvieron para enmarcar un espacio con tanta historia, además de suscribir «el valor sociocultural de la propuesta y el impacto que tendrá en el desarrollo de la ciudad y de Cantabria».

Y a la hora de ahondar en la identidad del Espacio Pereda, aludió a la búsqueda de «unir cultura y desarrollo, arte y tecnología. Este será un lugar para la innovación. Y también un lugar para el encuentro. Una forma de aunar – a nuestra manera – cultura y banca».

Como dato novedoso, Botín aseguró que, por el momento, se han contratado servicios con empresas locales por valor de 1,5 millones de euros. «Teniendo en cuenta la inversión directa, los efectos indirectos (proveedores y servicios) y los inducidos (aumento de empleo, renta y consumo), el proyecto aumentará la producción de la región y generará casi 2.000 empleos directos e indirectos durante los tres años de ejecución», tal como reveló un informe de la Universidad de Cantabria. Por su parte, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ensalzaba a Ana Botín porque «no ha perdido sus raíces» y calificaba a la jornada de «buen día» al anunciar un proyecto «maravilloso» que, junto con el Centro Botín, la futura sede del Reina Sofía y el nuevo Museo de Prehistoria (Mupac), permitirá que Santander sea de las pocas ciudades del mundo en tener «en un círculo o elipsis, en un trayecto de 20 minutos, tantos equipamientos culturales de esta envergadura y, además, con el marco de la bahía».

«Hoy es un día muy importante -en un momento muy importante- donde empezamos a recuperar la ilusión y qué mejor que la primera piedra para esa ilusión y proyecto del Espacio Pereda». Revilla vinculó esta «buena noticia» al «optimismo y la ilusión» que se empieza a palpar en la sociedad, que ya ve más cerca el final de la pandemia gracias al avance de la campaña de vacunación. «Viene en el momento procesal oportuno, cosas de estas nos animan a pensar que vamos a dejar el pasado atrás enseguida», destacó.

Finalmente, Gema Igual también agradecía la puesta en marcha de este proyecto (anunciado hace casi dos años en el Palacete del Embarcadero) «maravilloso, que hará de la ciudad referente de la economía y la cultura, y que permitirá que en 2023 tenga un 'Anillo cultural' fortalecido y que, a su vez, sea polo de atracción que permita a Santander saltar fronteras junto con el Banco».

Ana Botín, como cierre, subrayó que el Pereda «se convertirá en un punto de encuentro para Cantabria, los santanderinos y para los más de seis millones de turistas nacionales y extranjeros que visitan nuestra ciudad cada año».