Ocupadas sólo 6 de las 37 plazas de médicos de familia en la recta final de la elección MIR

En el resto, las opciones se reducen ya a las seis plazas que quedan vacantes en Valdecilla -las dos de Medicina Nuclear y las relativas a Inmunología, Neurofisiología, Farmacología y Bioquímica Clínica-, más las dos de Medicina Preventiva y Salud Pública y una de Medicina del Trabajo, que van aparte. Como ya es costumbre, las primeras en agotarse fueron las tres de Cardiología, que apenas estuvieron disponibles dos días, siendo la primera en elegir Valdecilla, desde el puesto 36, la joven santanderina que obtuvo el premio al mejor expediente en la Facultad de Medicina de la UC, Elena Pérez Barquín.

Dermatología, Anestesiología y Radiodiagnóstico también figuran entre las favoritas de las últimas promociones. En total, el hospital de referencia en Cantabria abarca 77 plazas MIR, incluidas las siete de Pediatría, donde también se ha colgado el cartel de completo. Por su parte, Sierrallana, que a finales de la semana pasada sólo había ocupado uno de sus cuatro puestos de formación especializada (la de Traumatología y Ortopedia), ya tiene asignados los otros tres: Aparato Digestivo, Cirugía General y Medicina Interna. Aún no ha aparecido en la selección el Hospital de Laredo, lo cual quiere decir que no ha habido hasta el momento candidatos a realizar la residencia en el área oriental de la región, donde la oferta se limita, precisamente, a Medicina de Familia. Allí fue donde quedaron desiertas las plazas convocadas el año pasado.

El escaso tirón de la Atención Primaria vuelve a quedar de manifiesto en el proceso en ciernes. Una tónica compartida en el resto de comunidades. Si hace justo una semana, sólo constaba un aspirante a médico de familia en Cantabria. Ahora suman seis. Apenas un 16% de las plazas disponibles. Así que el panorama pinta feo para la especialidad con más déficit de personal, que es también la que menos vocaciones despierta entre los recién licenciados. Y eso que en los cuatro años de periodo formativo del MIR, el residente tiene la oportunidad de profundizar en el conocimiento de múltiples especialidades médicas y quirúrgicas. De hecho, en el primer año de residencia trabaja cinco meses en el centro de salud asignado antes de empezar a rotar por servicios como Medicina Interna, Neurología, Digestivo o Cardiología. Después, en el segundo y el tercer año, se completa la formación por otras especialidades, como Pediatría, Neumología, Reumatología, Ginecología o Traumatología, incluyendo una etapa en un centro de salud de ámbito rural. Todo ello, con guardias en SUAP y en Urgencias hospitalarias.

Noticia Relacionada

Catorce de los mil mejores MIR de toda España eligen Valdecilla para su formación especializada

Ana Rosa García

Si cada año, el SCS tiene dificultades para compensar la tanda de jubilaciones en la plantilla de los centros de salud, donde tampoco hay sustitutos para cubrir todas las bajas y vacaciones, el problema tiende a agravarse si, encima, se reduce el volumen del relevo en formación. De hecho, esa falta de profesionales es uno de los motivos que han forzado la huelga anunciada en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) a partir del 13 de mayo -previamente, el día 9, han convocado una concentración ante la sede del SCS, seguida de una manifestación por las calles de Santander hasta llegar a la Consejería de Sanidad (calle Federico Vial)-. El colectivo, que arrastra de forma crónica horas de exceso de jornada, teme otro verano de «saturación», en el que corren riesgo de ser canceladas sus propias vacaciones, dadas las dificultades para encontrar sustitutos, especialmente en las zonas que precisarán refuerzos.