«No hay quién pare a las mareas; lo veía venir como lo vi en 2011»

Un agudo retroceso que, más allá de impedir cualquier cuenta con su hasta ahora socio socialista, Revilla asumió con resignación. «Es una mala noche. Hay una marea nacional y las mareas ahora son imparables», dijo, en referencia a la bipolarización del voto y el auge de la derecha.

Revilla ya salió a hablar con los medios de comunicación cuando todavía no se había completado el 20% del escrutinio. En ese momento ya se veía que era el discurso de quien se sabía derrotado, una premisa que aquilató minutos después en la rueda de prensa al uso, con el recuento apenas a la mitad de su desarrollo.

«La marea te lleva por delante», abundó, para incidir en que, en su opinión, el 28M no es sino «un adelanto de las generales» que está visibilizando el descontento de la población con el PSOE y su «pacto antinatura» con Bildu y los independentistas catalanes.

En Cantabria, en su opinión, además de factores generales como «la pandemia, la guerra o la inflación» han pesado otros elementos surgidos en las últimas semanas. En primer término, «el caso de corrupción de un funcionario que ha tenido una difusión mediática impresionante». Antes, «unos trenes que no cabían por los túneles».

Para el presidente autonómico, este revés electoral no implicará en caso alguno un punto y aparte en su extensa trayectoria política. «El PRC es un partido de largo plazo. El presidente no se va a ir del Parlamento. El partido ha estado en situaciones peores. Seguiré con mis compañeros haciendo oposición. Los tiempos van y vienen», declaró, para apostillar que «aguantaré cuatro años» en la Cámara. Es decir, que agotará la próxima legislatura, con 84 primaveras ya en su carné de identidad.

Porque Revilla descarta prácticamente al 100% una alianza con el PP, pese a que le llamen su secretaria general, María José Sáenz de Buruaga; o el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo. «Es lógico y natural que gobiernen. Que se quiten las caretas. Van a gobernar en varias autonomías», dijo.

En clave interna, el secretario general admitió que tiene tarea por delante. «Yo en estos cuatro años tengo que elegir a alguien que lidere el partido». Como reto más inmediato, «preparar la campaña para las Generales para que José María Mazón vuelva a estar en el Congreso».