El parque eólico Bustatur deberá suprimir al menos siete de los quince molinos

La Dirección General de Ordenación del Territorio de Cantabria alegó la existencia de zonas incompatibles para la instalación de aerogeneradores de acuerdo con el mapa de incompatibilidad eólica de la comunidad, que sigue los criterios del Plan Regional de Ordenación Territorial de Cantabria (PROT). Estos criterios fijan que es incompatible instalar aerogeneradores en emplazamientos ubicados a menos de mil metros de los núcleos de población. Por ello, Transición Ecológica señala que el proyecto «deberá ubicar los elementos del parque eólico fuera de las zonas incompatibles del mapa de incompatibilidad eólica».

El Ministerio también analiza el impacto del parque eólico y la línea eléctrica de evacuación sobre las aves rapaces planeadoras. A su juicio, es «el efecto ambiental negativo de mayor importancia del proyecto, fundamentalmente por la mortalidad debido a la colisión y electrocución de aves y los fenómenos de barotrauma en quirópteros». Y añade que por los impactos causados a aves rapaces planeadoras, tanto por el efecto barrera generado por la alineación de aerogeneradores sobre trayectos de vuelo en campeo y alimentación como por la proximidad de nidos (aguilucho pálido en la zona sur del parque eólico), y tratándose de especies contempladas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, se deberán suprimir seis aerogeneradores. Un séptimo molino se debe suprimir por su proximidad a la Presa del Arroyo, zona habitual de paso de aves migratorias que utilizan las ZEPAs del Embalse del Ebro en sus movimientos.

Además, la línea eléctrica de evacuación deberá diseñarse subterránea desde la SET Bustatur en dirección sur, hasta alcanzar la línea eléctrica aérea de alta tensión de 400 kV Herrera-Güeñes, y en todo su recorrido si no es viable que discurra compactada con el tendido eléctrico o en un trazado paralelo desde ese punto. Y para minimizar el impacto en los murciélagos, propone que se mantengan parados los aerogeneradores entre los meses de abril y octubre, en periodo nocturno, con vientos de velocidad inferior a 6 metros por segundo y desde una hora antes del ocaso hasta tres horas después, ya que es en esos períodos y circunstancias cuando la actividad de los quirópteros es mayor y por tanto el riesgo de mortalidad.

También deberá reubicarse o suprimirse un octavo molino por su riesgo de afección sobre la especie de nóctulo grande (los murciélagos de mayor tamaño), presente en esa zona y muy vulnerable a los aerogeneradores.

Cada cinco años, el promotor del parque deberá hacer una revisión general para comprobar la efectividad de las medidas adoptadas y deberá comunicárselas a los órganos de biodeiversidad de Castilla y León y Cantabria, según la zona afectada. También deberá realizar un control arqueológico completo de todas las remociones de tierras que se produzcan durante la fase de ejecución del proyecto eólico, para garantizar la conservación de los elementos patrimoniales. Y se compromete a elaborar un programa de compensación por el impacto del parque sobre los usos agrarios tradicionales. Las compensaciones se diseñarán preferentemente en especie.

El Ministerio explica que las direcciones generales de Biodiversidad y de Urbanismo de Cantabria, la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de Castilla y León, los concejos abiertos de Renedo y La Aguilera, los ayuntamientos de Valle de Valdebezana y Alfoz de Santa Gadea, así como las alegaciones particulares presentadas por numerosas asociaciones y personas físicas durante la información pública «manifiestan la elevada calidad y fragilidad de las unidades de paisaje afectadas por el proyecto». Se trata del Embalse del Ebro y Monte Hijedo, designados Paisajes Relevantes en Cantabria, así como el Valle de Valdebezana, en Castilla y León.

Green Capital Power deberá tomar medidas de integración paisajística de los acabados exteriores de las edificaciones, «con un tratamiento de color y textura acorde al entorno». Además, deberá plantar pantallas vegetales en torno a estas edificaciones con especies autóctonas compatibles con el clima y el suelo donde se ubican.

Y una vez finalizada la vida útil o el periodo de autorización del funcionamiento del parque, añade el informe, «se procederá a la completa demolición, desmantelamiento y retirada de todos los componentes del proyecto que queden sin futuro uso, la adecuada gestión de todos los residuos generados, la restitución del relieve a la situación original y la restauración del suelo y de la vegetación».