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Los pediatras de Cantabria han lanzado un SOS a las familias con niños pequeños advirtiendo de los riesgos de permitir que estos, a edades tempranas, pasen horas frente a las pantallas. Según la Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Cantabria, los médicos están ... detectando en las consultas a menores de cinco años «con problemas de aprendizaje, de desarrollo psicomotor, además de con retrasos en el lenguaje y de la interacción social».
Tan grave les parece la situación que han hecho público un comunicado en el que califican de «botellón electrónico» la situación para, acto seguido, alertar de la necesidad «de limitar y supervisar el tiempo que los niños pasan frente a los aparatos electrónicos».
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«Observamos niños muy pequeños que antes de decir sus primeras palabras conocen, juegan y manipulan las pantallas con una gran habilidad y destreza pero que, al mismo tiempo, presentan un retraso madurativo que se acompaña de problemas de conducta, señales de ansiedad, nerviosismo, hiperactividad y problemas de sueño y obesidad». Todos estos síntomas, además, «han aumentado de forma alarmante tras la pandemia», han indicado Alberto Bercedo y Melba Maestro, presidente y secretaria de la citada organización.
Por este motivo, recomiendan limitar «lo máximo posible» el uso de las pantallas entre los niños más pequeños y, de manera especial, en los menores de dos años. También recomiendan «fomentar el tiempo de ocio al aire libre con los padres, hermanos, abuelos y resto de la familia, así como un consumo responsable de menos de una hora diaria en los menores de 3-5 años y siempre supervisado por un adulto».
Los pediatras también alientan a los padres a evitar que ver las pantallas «como un canguro digital» y «nunca como premio a un comportamiento positivo, como puede ser la hora de la comida». Entre las normas que les parecen sanas está también impedir que haya pantallas en la habitación de los más pequeños «para respetar los tiempos de descanso» y animan a que se dejen libres de pantallas, también, «los momentos de comunicación familiar».
Los expertos lamentan, por otra parte, que este «botellón electrónico» al que se entregan adolescentes y adultos se haya «trasladado de forma muy rápida a los más pequeños en una fase temprana de la vida donde el desarolllo madurativo va a marcar su futuro como persona». «Debemos dar ejemplo a nuestros hijos, que aprenden por imitación, de las conductas del uso excesivo de la pantallas que hacemos los mayores». Porque consideran que «está en nuestras manos cambiar modelos y comportamientos de los menores con un uso responsable de las pantallas y medios electrónicos».
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