«Pedimos que el Gobierno regional se preocupe y recupere los cuerpos de las víctimas enterradas en cunetas»

También ha lanzado un mensaje a los partidos políticos y ha solicitado «que algún Gobierno regional se preocupe y recupere los cuerpos» de todos los jóvenes que siguen «enterrados en cunetas». Y que, así, sus familias puedan finalmente enterrarles en los cementerios de sus pueblos. En su caso Argoños. Una petición que «siempre nos hacía mi madre», ha mencionado, pero que no han podido cumplir. No obstante, eso no les quita las ganas y seguirán peleando por conseguirlo con la confianza de que la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática «llegue a buen puerto» y se traduzca en tranquilidad para mucha gente que no ha podido enterrar a sus familiares.

Durante el encuentro organizado frente a la placa dedicada a la compañía La Barraca, dirigida por Federico García Lorca, también ha aprovechado para hablar Carolina Hernaiz, del colectivo La Vorágine. Ella ha reivindicado otra clave del recién aprobado documento hacia la que deben avanzar los municipios y es «quitar los signos que siguen ahí y reconocer que ese tiempo pasó». Se refiere a estatuas, placas en iglesias o en calles que todavía tienen nombres que exaltan al franquismo o a la Dictadura y «que nos recuerdan un tiempo de represión y asesinatos» porque, ha añadido, «todavía quedan demasiados». Y, más allá de retirar esos símbolos, Hernaiz ha valorado que también queda camino para «meternos en el imaginario esa otra pata que es el reconocimiento y la dignificación de esos lugares donde existieron campos de concentración» como el escenario elegido, La Magdalena porque «mucha gente todavía no lo sabe».

Entre las palabras dedicadas a las víctimas del franquismo esta mañana, también ha habido hueco para hablar de ellas. De todas las mujeres que «fueron represaliadas por ser madres, hijas o hermanas de rojos», ha añadido Hernaiz, de La Vorágine, porque en ese grupo de personas asesinadas durante la guerra y el franquismo «no solo fueron hombres, también fueron muchas mujeres e hijos en el exilio en fosas desconocidas».

Además de representantes asociaciones como La Vorágine, Desmemoriados, Juventudes Socialistas de Cantabria, Fundación Bruno Alonso, o la Asociación Archivo, Guerra y Exilio (AGE). En el acto ha estado presente Pablo Zuloaga, vicepresidente del Gobierno de Cantabria y consejero de Cultura; Zoraida Hijosa, directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica y Daniel Fernández, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Santander. En este sentido, Hijosa ha señalado que quedan varios Consistorios en la región que no cumplen la recién aprobada ley y que, en concreto, la capital cántabra «es el que menos ha cumplido».

La directora general ha indicado que se reunió con la concejalía de Cultura para consultar cuándo pondrán en marcha el organismo encargado de cambiar de nombre las calles de la ciudad. Un paso para el que, parece, todavía no tienen fecha en el calendario. En cualquier caso, Hijosa ha subrayado que instarán a las instituciones para que cumplan la ley y que «Cantabria sea una comunidad autónoma más democrática». También ha avanzado que este mes se llevará a cabo la localización «con métodos de georradar» de algunas de las fosas que «más o menos están localizadas en Cantabria». De manera que, una vez realizada esa localización, «si da sus resultados positivos, empezarán las exhumaciones».

«Esperemos que den resultados positivos, aunque lo que pasa aquí es que hay muchas fosas, pero son muy pequeñas, casi todas en sitios que no se sabe muy bien exactamente dónde están», ha apuntado Hijosa, ya que, según ha explicado, muchas están en el monte o cubiertas por carreteras y es «difícil la localización».